Cultura

Ceet Fouad pintó sus pollitos “chicanos” en mural de Medellín

El artista argelino, criado en Francia, pintó sus tradicionales pollitos en un mural en la avenida El Poblado pintado con integrantes de los colectivos 4Eskuela y Crew Peligrosos.

Periodista, presentadora y locutora. Fui DJ de radio, reportera de televisión y ahora disfruto el ejercicio de escribir a diario. Melómana, cinéfila y seriéfila.

05 de agosto de 2024

Fue hace 22 años que Ceet Fouad comenzó a pintar pollitos, “chicanos” como él los llama. Y lo hizo como una necesidad de comunicarse en China. “Yo no hablo mandarín, hablo francés, inglés y la única forma que encontré para comunicarme con ellos fue dibujando en un pequeño catálogo, como un libro negro. Dibujaba todos los días, si quería comer algo, lo dibujaba con el pollito. Siempre pinto personajes, pero cuando encontré este me centré en él e hice todo un concepto que no pensé llegaría tan alto”.

Ceet está en Medellín y dejará su arte en uno de los muros de la ciudad, exactamente en uno ubicado en la avenida El Poblado, en el Centro Comercial San Diego. Este grafiti mide 60 metros de largo por 5 de ancho y lo terminó este lunes 5 de agosto. Lo hizo al lado de 5 artistas del colectivo 4Eskuela y Crew Peligrosos, fueron cuatro días de trabajo.

Un regalo para Medellín

Lo primero que recibió Ceet fue una foto del mural que podía ser intervenido. “Y me di cuenta de que era un espacio con muchísimo tráfico. Por eso decidí hacer algo que involucrara autos, pero de una manera divertida. Mi objetivo es que cuando la gente vaya manejando y mire al mural si están en el semáforo, por ejemplo, piensen en otra cosa y no en el estrés de manejar o del día y se relajen un poco”.

Ceet no sabe con precisión cuántos aerosoles se usaron para el mural que tuvo primero una base acrílica en azul, calcula que unos 200, por el tamaño.

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Sobre cómo se vive el grafiti en Medellín conocía poco, pero sí tenía una referencia de lo que se hacía en América Latina y al trabajar con los colectivos 4Eskuela y Crew Peligrosos concluyó que aquí se hace un trabajo trabajo: “El grafiti latino y callejero es muy bueno, uno de los mejores del mundo se hace en Nueva York con gente que viene de Puerto Rico, pero sobre lo que he visto aquí es increíble por lo colorido. Me gusta porque es similar. Lo que yo hago es colorido, traen mucho amor y eso es exactamente lo que estoy mostrando. Por eso me encanta”.

Al preguntarle cómo ha visto el cambio que ha tenido el arte callejero a lo largo de los años, de pasar a ser rechazado y perseguido a tener ahora un lugar importante en el arte, cuenta una experiencia personal: “La misma gente que me perseguía ahora me busca para trabaja e intervenir murales. En Francia, por ejemplo, intento pintar en las paredes sucias, lugares abandonados y si la policía viene a hacer su trabajo pues hablamos con abogados y encontramos solución y hasta luego ellos se hacen fotos conmigo, pero volviendo a tu pregunta, sí, por supuesto, todo ha cambiado, antes no accedíamos a un museo o a galerías y ahora las galerías y museos nos están llamando”.

Ceet quiere volver a Medellín y por qué no, organizar una exposición de sus chicanos para mostrar más de su trabajo. Por ahora deja este mural y su participación en un par de talleres y conversatorios.