Cultura

“La filosofía cura a través de la pregunta”: Magdalena Reyes Puig en el Festival de Filosofía de Envigado

EL COLOMBIANO conversó con la pensadora, encargada de la charla de apertura del Festival de Filosofía de Envigado.

21 de agosto de 2025

Desde mediados de los sesenta, cuando los nadaístas peregrinaban a conversar con Fernando González, Otraparte es el lugar de las preguntas y las reflexiones de Antioquia. Precisamente allí se realiza el segundo festival de filosofía, organizado por Comfama en este lugar del sur del valle de aburrá. Del 21 al 23 de agosto, varios invitados internacionales y locales compartirán sus miradas sobre el ocio y el placer, los ejes temáticos de una programación que incluye charlas, grabación de podcast y conferencias.

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Precisamente la escritora uruguaya Magdalena Reyes Puig fue la encargada de la charla de apertura del evento. EL COLOMBIANO habló con ella del papel de la filosofía en el mundo de la inteligencia artificial y TikTok.

Lo primero que tal vez convenga conocer de Magdalena es que ejerce la consultoría filosófica, una modalidad de la terapia que lleva a las personas a preguntarse el porqué y las formas de su pensamiento.“En vez de preguntarnos qué nos pasa, nos detenemos en cómo estamos pensando eso que nos pasa. Muchas veces vivimos malestares porque asumimos creencias no examinadas, damos por sentado que algo es injusto o que nos convierte en víctimas, cuando quizá nunca lo cuestionamos”, dice.

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Inspirada en Sócrates y en su hábito de salir a las calles de Atenas a dialogar, esta práctica busca recuperar la filosofía como espacio de preguntas más que dé respuestas. “La filosofía cura a través de la pregunta, porque libera del dogma y de esas creencias que nos atan. No es dar recetas ni fórmulas mágicas de felicidad”, subraya.

Reyes reconoce que durante décadas la filosofía estuvo recluida en el ámbito académico, hablando en un lenguaje lejano a la vida cotidiana. Sin embargo, considera que la postmodernidad, con la caída de los grandes relatos, ha abierto un terreno fértil para su retorno. “Hoy vivimos en un mar de microrrelatos, donde todo vale y a la vez nada vale. Esa confusión genera incertidumbre, pero también abre la oportunidad de que la filosofía recupere su papel de espacio de reflexión y de búsqueda”, sostiene.

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En el panorama editorial, los estoicos se han convertido en tendencia global, pero Reyes advierte del riesgo de encajarlos en el molde de la autoayuda. “Se los presenta como si ofrecieran recetas para la felicidad, cuando estaban muy lejos de eso. La autoayuda, en su versión de mercado, es lo contrario a la filosofía: te da soluciones prefabricadas, mientras que la filosofía te invita a cuestionar tus propias creencias sobre lo que crees necesitar para ser feliz”, afirma.

Consciente de los cambios en la comunicación y la tecnología, Reyes defiende que los filósofos también deben adaptarse a las nuevas plataformas, aunque sin banalizar su disciplina. “Hoy no caminamos por las calles de Atenas, quizás subimos un video a TikTok. Está bien usar esos medios, pero la filosofía no puede reducirse a frases de Nietzsche en un clip de diez segundos. El diálogo exige tiempo, atención y presencia, algo que ningún algoritmo puede sustituir”, dice.