Cultura

George W. Bush retorna a la luz pública con su pintura

Salsero a ultranza. Volante de salida. San Lázaro me protege antes del cierre. Máster en Periodismo - El Mundo (España). Redactor Internacional - El Colombiano.

12 de marzo de 2017

El mismo personaje que ordenara una cruzada de las tropas estadounidenses por los desiertos de Afganistán e Irak ahora copa las portadas de los principales diarios de su país gracias a un insólito descubrimiento de talento. George W. Bush está ganando notoriedad por sus hermosos y coloridos retratos de veteranos de guerra y hasta de gente común y corriente.

El expresidente publicó recientemente un libro que muestra esas pinturas, titulado “Retratos de coraje”, que ya es un bestseller y que de hecho encabeza las listas de ventas nacionales.

Hasta los medios demócratas resaltan la calidad de la publicación y de su arte. The Washington Post titula “El libro de pinturas de Bush muestra curiosidad y compasión”, además de calificar su trabajo.

“Hace un fuerte énfasis en las luces y sombras, y Bush prodiga particular atención en los ojos y en exagerar la estructura ósea. Unas pocas de sus pinturas capturan a sus sujetos en movimiento —como al sargento Scott P. Lilley, quien perdió parte de su cráneo en un ataque con un artefacto explosivo improvisado, con su hija, y al sargento Saúl Martínez, que perdió las dos piernas en Irak, jugando golf—. Pero la mayoría muestran la cabeza y la cara en primer plano, estallándolo con genuina presencia y considerable energía expresiva”, valora el diario.

Los retratos que hace Bush los pinta desde fotografías, que en general ha enfocado a los veteranos de las guerras en las que se embarcó Estados Unidos durante su mandato (Irak y Afganistán).

Desde que dejó el Despacho Oval en 2009, Bush empezó a pintar como una forma de distraerse y relajarse tras ocho años de plena tensión al frente de la “guerra contra el terror”. No obstante, poco se conocía de su trabajo hasta que fue víctima de un ataque cibernético. En 2013, el hacker rumano Marcel Lazar “Guccifer”, entró en sus archivos y difundió en redes varias de sus pinturas, incluido un autorretrato de Bush en el baño.

Contrario a solo ridiculizarlo ante la opinión pública, el hacker logró que los críticos de arte se interesaran en el trabajo del expresidente. Bill Arning, director del Museo de Arte Contemporáneo de Houston, calificó los retratos como “de alto nivel amateur”, y consideró que “sería bueno que le aconsejaran pintar desde otras y múltiples fuentes fotográficas o desde la persona real para obtener un poco más de vividez”.

En cualquier caso, Bush encontró otra forma de expresarse fuera de la plana política y parece ver en el arte una herramienta para dejar otro legado. Prueba de ello está en el éxito de su libro y en sus propios retratos.