Así fue el primer Hay Festival Jericó
Durante tres días el municipio recibió el Hay Festival y fue el escenario para hablar de literatura, música y recursos naturales.
Periodista. Estudiante de maestría en Estudios y Creación Audiovisual.
Los resultados oficiales de esta primera edición fueron mejor de los esperados: 750 asistentes en la proyección de la película Jericó, el infinito vuelo de los días, de Catalina Mesa; 2.600 asistentes al concierto de de la banda Puerto Candelaria; 4.100 asistentes a las charlas en el Teatro Santamaría y el Museo Maja; y un 100 % de ocupación hotelera.
Durante el Hay Festival corrían personas por la carrera 5. Muchos jericoanos veían nuevas caras en el pueblo y otros no alcanzaron a entender de qué se trataba el evento. Aún así el ambiente era otro. No era el turismo que busca a Madre Laura, pero los restaurantes y hostales estaban a reventar.
Los organizadores del evento postularon a Jericó por ser uno de los más atractivos del departamento. “De los 17 municipios patrimoniales que hay en el país, Antioquia tiene tres. Jardín y Santa Fe de Antioquia eran opciones pero ya tenían festivales grandes”, comentó Juan Diego Mejía, asesor cultural de Comfama, uno de los patrocinadores del evento.
Vocación cultural
La Atenas del Suroeste, como le dicen, parece destinado a las letras. En 1914 se hicieron los primeros Juegos Florales, un evento para la promoción de la cultura y la literatura en la región. Al ganador se le daba una flor blanca y una placa conmemorativa.
La segunda edición se hizo en 1975 y la tercera en 1998. Durante este encuentro se vestían las fachadas de las casas con flores y con la bandera del municipio.
Así ocurrió durante el Hay. Los participantes recibieron una flor blanca al final de la charla, varias las casas posaron sus bugambilias y enarbolaron la bandera gualda (amarillo dorado) y roja.
“Aunque el Hay no estuvo concebido como un cuarto Juego Floral, sí mostró que hay una tradición literaria y culta”, dijo Nelson Restrepo, vicepresidente del Centro de Historia del municipio.
El escritor Santiago Gamboa planteó que estos encuentros “abren un primer plano para discusiones sobre las problemáticas de su cotidianidad”, en este caso, por ejemplo, la minería.
Conservar
Durante el Festival se sintió la preocupación de habitantes por la explotación minera. En noviembre de 2018 el Concejo de Jericó negó a la compañía sudafricana AngloGold Ashanti el permiso para la extracción de metales, como ya lo había hecho en 2007.
La empresa, aún así, encendió dos plataformas en la vereda Cauca a principios de este año, aunque precisó que solo estaba analizando las condiciones del terreno.
La preocupación en el municipio sigue y tocó al Festival. Durante una charla sobre conservación de la biodiversidad, con el botánico español Carlos Magdalena, algunos asistentes advirtieron sobre la miseria y violencia que puede traer la explotación minera a los pueblos.
Gamboa, por su parte, recalcó el Hay le daba a este tema un toque de humanismo. “Siento que apostarle a la cultura y la literatura despertó una sensibilidad necesaria”.