Cultura

150 años de Efe Gómez, un autor moderno

Hoy se celebran 150 años del nacimiento del autor de Guayabo negro, moderno y universal. ¿Sus obras siguen vigentes?

Envigadeño dedicado a la escritura de periodismo narrativo y literatura. Libros de cuentos: Al filo de la realidad y El alma de las cosas. Periodismo: Contra el viento del olvido, en coautoría con William Ospina y Rubén López; Crónicas de humo, El Arca de Noé, y Vida y milagros. Novelas: Gema, la nieve y el batracio, El fiscal Rosado, y El fiscal Rosado y la extraña muerte del actor dramático. Fábulas: Las fábulas de Alí Pato. Premio de la Sociedad Interamericana de Prensa.

06 de mayo de 2017

Será porque costumbre suena a cosa repetida y vieja, como una lápida les cae a ciertos escritores el rótulo de costumbristas y termina por sepultarlos. Eso justamente le sucede a Efe Gómez, el narrador de quien hoy se celebran 150 años de nacimiento. Y esa lápida, a él por lo menos, le cae de manera injusta.

Nacido en Fredonia el 6 de mayo de 1867, su nombre es Francisco Gómez. Se formó en Medellín hasta hacerse persona ilustrada y universal, con lecturas de obras clásicas y contemporáneas del mundo, como Arthur Schopenhauer y Fredrich Nitzsche. Fue crítico de la sociedad antioqueña.

Es el autor de El Zaratustra maicero, uno de sus cuentos más importantes, lo cual da cuenta de las lecturas del segundo de esos dos filósofos alemanes. “Que no se crea que Efe Gómez fue un viejito paisa que cantaba a las costumbres solo porque fueran antioqueñas”, confirma el periodista y escritor Juan José García Posada, quien, por cierto, cree que Gómez es, al igual que Carrasquilla, uno de los pilares de la literatura colombiana de principios del siglo veinte.

“Sin embargo, en su espíritu era opuesto al autor de La Marquesa de Yolombó: mientras Carrasquilla tenía la visión optimista de la existencia, Gómez la tenía pesimista”. Y este talante quedó reflejado, por supuesto, en sus obras, colmadas de sentimientos trágicos de la vida.

Sobre ese caos flotaba un dolor de cabeza.

Un dolor de cabeza autónomo.

Luego, dentro de esa nebulosa de dolor, pero con nexos apenas perceptibles en ella, comenzó a esbozarse la personalidad consciente de Pedro Zabala.

¿Era aquello un dolor enorme a que él, Pedro Zabala, iba uncido, del cual su ser fluía: o, al contrario, todo ese dolor, toda esa angustia, toda esa tortura informe emanaban de él, procedían de él?

Estas son las primeras líneas de su cuento más celebrado: Guayabo negro. Una pieza literaria del realismo social colombiano. La historia de un crimen absurdo. El protagonista, alicorado y enloquecido, asesina a su mejor amigo. Desde entonces, su vida se convierte en un duro camino hacia la redención y la búsqueda de perdón.

Juan José cree que la condición de minero —Efe Gómez fue ingeniero, egresado de la Escuela de Minas de Medellín—, especialmente en las minas de El Zancudo, en Titiribí, influyó para que el fredonita forjara la capacidad de internarse en los “socavones del alma antioqueña”. La exploración del espíritu humano, de los sentimientos y las emociones es característica de la literatura moderna; no de la costumbrista.

Escritor moderno

“En los relatos de Efe Gómez hay una revolución literaria para instalarnos en la modernidad. La modernidad que sabía conocer y relacionarse con el mundo. Él y escritores como Tomás Carrasquilla y Francisco de Paula Rendón derribaron las medidas de la tierra y los territorios en los que muchos insisten extrañamente todavía en instalarlos”, comenta el escritor y profesor de literatura Óscar González Hernández.

González dice que de la naturaleza, de su materia misteriosa que lo fascinaba, Efe Gómez extraía el material para construir sus relatos.

Destaca su visión del mundo, porque no se quedaba sometido al medio en el que estaba, sino que buscaba relacionarse con otras realidades, para de relatar con una mirada del mundo más dimensionada. Era un lector auténtico de los conflictos sociales.