Las obras de Álvaro Daza se exhiben de fronteras para afuera
Es periodista porque le gusta la cultura y escribir. A veces intenta con la ficción, y con los poemas, y es Camila Avril. Editora de la revista Generación. Estudió Hermenéutica Literaria.
Una vez, en una exposición, Álvaro Daza se encontró a un artista amigo que le dijo que su obra iba a gustar mucho en China, y a él le quedó sonando esa idea, de ese país tan lejano. Así que ahorró, porque ante todo es una inversión, y en 2010 mandó la información de su trabajo para ir a la Feria Art Shanghai. Le dijeron que sí. Daza arribó a la ciudad china por primera vez en abril de 2011, con su galería Artdaza, y su obra.
Ese primer viaje no lo puede describir. Cumplió un sueño y se le perdió una maleta con varios trabajos, porque las de Daza están hechas con una pintura que él hace y que le permite doblar las obras sin que se quiebren, eso explica. Debía ponerse a pintar los nueve cuadros perdidos y necesitaba materiales. Ahí empezó la aventura: comprar en español, con gente hablando mandarín y sin poder usar inglés. “Nos sentamos a reírnos, los chinos y nosotros”. El lenguaje de señas, al final, les funcionó perfecto.
Después de eso, Álvaro no ha dejado de ir e incluso ya le hacen invitaciones, si bien es una inversión alta, porque eso incluye el derecho a participar, pero no más. ¿Por qué vuelve? Porque su obra se vende y, además, y eso le interesa más, les gusta a los chinos. “Aprecian mucho el valor del ser humano que hace algo con las manos”. Y les gustan los bosques que hace con su mano derecha. Los abstractos que hace con la izquierda también, pero el tema de los primeros es más cercano, dice.
En el maletín de diario, Álvaro carga de vez en cuando los libros de cada feria, que le dan la posibilidad de recordar y de decir que de verdad sí estuvo por esos lares.
También ha participado en el Beijing Art Expo, Shanghai Art Fair y Canton International Art and collection fair.
Hace dos semanas viajó de nuevo, a participar en el programa de residencia artística en Hunan, que hace parte del Festival de arte de Latinoamérica y del Caribe, en Pekín, en el que también expone algunas obras.
Su técnica es el acrílico, con una fórmula de pintura que él mismo hace. “Es elástica, una fórmula de Amsterdam que conocí hace unos 40 años”. Su trabajo es conversar con el lienzo y “me abstraigo, me conecto con un nivel de energía”. Los colores son muy importantes. También la escultura.