Literatura

12 ideas para despertar su espíritu lector este 2022

Las páginas de los libros ayudan a comprender el mundo y a internarse en la conciencia individual.

Periodista, Magíster en Estudios Literarios. Lector, caminante. Hincha del Deportes Quindío.

04 de enero de 2022

En un pasaje de sus diarios, el pensador norteamericano Henry David Thoreau compara el impacto de ciertos libros en el ánimo de quien lee con el efecto vivificante del sol en el rostro de los caminantes. La vida y la lectura no tienen fronteras claras, límites precisos: el mundo es un texto a la espera de ser paladeado y reescrito por la curiosidad de los lectores. En lugar de atiborrar la mente de datos o de citas ingeniosas, las lecturas expanden las fronteras de la empatía y de la imaginación. En síntesis, leemos para salir por un rato de la doble tiranía de las rutinas y del yo. Como el amor y los vinos entre amigos, el acto de leer debe estar marcado por el signo del placer y el conocimiento. Por tal motivo, recomendamos una serie de títulos para el 2022, compañeros de camino para darle vértigo y sosiego al día a día

1. Un clásico, siempre uno
No hay mejor forma de iniciar un año que con la compañía de un clásico. Luego del frenesí mercantil de diciembre, las voces de los libros que han sobrevivido al paso de los calendarios le devuelven al espíritu la calma para retornar al combate diario.Si no sabe por cuál comenzar, empiece por los cuentos de Antón Chéjov:no hay pierde.

2. Luna caliente, dosis de vértigo
En el calendario, febrero es un parpadeo. Tal rasgo lleva a degustar libros cortos. Si busca adrenalina la novela Luna caliente, de Mempo Giardinelli, tiene dosis de intriga, misterio y violencia para mantener en vilo al lector. Después de las primeras frases, con seguridad no será capaz de alejarse del libro. Vaya, arriesguese.

3. Dos voces femeninas
Hay en los tiempos actuales una nutrida cosecha de autoras de primer nivel en todos los géneros literarios. Sin embargo, vale la pena detenerse en las obras de dos plumas fundamentales de la tradición letrada colombiana: la madre Josefa del Castillo y Soledad Acosta de Samper. La autobiografía de la primera y las novelas de la segunda.

4. Los demasiados libros
Los volúmenes se amontonan en las estanterías de las librerías y de las bibliotecas. A veces el número de libros editados abruma el ánimo. Por tal motivo no sobra recibir los pinchazos del lúcido escepticismo de Gabriel Zaid en un clásico del ensayo latinoamericano: Los demasiados libros. Un referente del ensayo latinoamericano.

5. Literatura africana
En 2021 las letras africanas ocuparon los titulares de la prensa mundial con la entrega del Premio Nobel de Literatura al tanzano Abdulrazak Gurnah y del Goncourt al senegalés Mohamed Mbougar Sarr. Además, el Nobel nigeriano Wole Soyinka publicó una novela tras cincuenta años de silencio editorial en este género.

Los galardones literarios pueden ser una vía de acceso a un universo estético lejano para el lector amateur.

6. Poesía, mucha poesía
En junio –el ombligo del año– la poesía es talismán y amuleto. Volver a Jorge Luis Borges, a César Vallejo, a Rosario Castellanos, a Jorge Gaitán Durán, a Alfonsina Storni, a José Manuel Arango no solo resulta justo sino también necesario para darle combustible a la voluntad. Lea versos de amor, de despecho, los sonetos de Shakespeare y haikues de Santoka. Déjese impregnar hasta la médula por la cadencia de la lengua.

7. La cicla y el libro, buen dúo
En julio se reaviva la pasión colombiana por el deporte de las dos ruedas: el Tour de Francia -el Nobel de los ciclistas, según Guy Roger- principia sus jornadas homéricas el primero de este mes. Para estar en sintonía con un fervor iniciado por los pedalazos de Efraín Forero y Ramón Hoyos vale la pena leer los libros de dos extranjeros: Egan Bernal y los hijos de la cordillera, de Roger, y Reyes de las montañas, de Matt Rendell.

8. Capote y su sangre de reptil
El recomendado es Truman Capote con su enorme novela de no ficción A sangre fría. Un libro que permite que nos asomemos a los detalles más pequeños y brutales de un crimen que conmovió a Norteamérica. En este libro Capote traza los límites de las profundas contradicciones humanas y entiende algo que solemos olvidar: no somos monstruos aislados, somos el producto salvaje de la sociedad.

9. El amargo amor
Septiembre, el tan querido y odiado mes del amor y la amistad, nos impulsa a leer la novela Beloved de Toni Morrison o Gato, de George Simenon, breves narraciones en las que el amor se revela como un sentimiento tan enredado y complejo que difícilmente podríamos establecer fronteras entre este y el odio.

10. América, América
Probablemente José Martí sea el mejor cronista del siglo XIX. Sus textos enviados desde los Estados Unidos conjugan la belleza del verso con la precisión del reportero. Sus textos sobre la inauguración de La Estatua de la Libertad o del Puente de Brooklyn revelan la enorme destreza de Martí en la pintura de personajes y escenarios.

11. Pedro Páramo
En noviembre, mes de los muertos, no podríamos dejar de lado uno de los clásicos más importantes de la literatura latinoamericana: Pedro Páramo, del mexicano Juan Rulfo. Esta breve novela se impulsa por la búsqueda de los orígenes, tarea que conduce al lector por un universo extraño en el que la vida y la muerte se confunden.

12. El ADN de Occidente
En diciembre, lea la Biblia. No es necesario el credo para acercarse a una de las obras más importante de la literatura. Su riqueza histórica, lingüística y simbólica posibilita la convergencia de ideas de carácter antropológico y filosófico. En ese libro están cifrados muchas de los conceptos principales de Occidente.