Literatura

El Premio Biblioteca reconoció los mejores libros de 2016

Patricia Engel, con su libro Vida, fue la ganadora del Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana, que se anunció en la noche de este miércoles en la Universidad Eafit.

Periodista de la Universidad de Antioquia. Interesado en temas de tecnología y cultura. Disfruto del cine y la música.

25 de enero de 2017

A los escritores les gusta contar historias. Las de ficción y las que no salen de su invención, sino que surgen de lo vivido, lo que se ve, se investiga y lo que se siente. Los tres autores que el Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana destaca en su tercera edición tienen buenas historias, a criterio del jurado, las mejores que se publicaron en 2016.

Patricia Engel, Ricardo Silva Romero y Santiago Gamboa narran las vivencias de Sabina, la de una familia, y las de Manuela, Juan y el Cónsul. Lo hacen, respectivamente, en Vida, Historia oficial del amor y Volver al oscuro valle.

Patricia, quien resultó ganadora, vive en Estados Unidos y ha tenido una fuerte influencia francesa desde el arte y la literatura, siempre ha escrito, pero solo después de la universidad, dice ella, lo empezó a hacer de una manera más seria.

Albert Camus, Romain Gary, Anaïs Nin y Colette hacen parte de esas voces que le ayudaron a crear la suya. Según Engel, voces muy personales, íntimas y con una urgencia de contar algo, “y eso me impactó, me llegó. Son relatos íntimos, es como si el narrador, con cierta urgencia, estuviera confesando algo”, dice la escritora.

Vida es su primer libro, se publicó en inglés en 2010 y en español, en Colombia, el año pasado. Ahí, dice ella, habla de Sabina por medio de cuentos.

Los otros finalistas

Santiago Gamboa, finalista por primera vez del premio, también cuenta historias. Para crearlas, según él, puede pasar cuatro o dos años. El libro con el que es finalista en esta edición del Premio Biblioteca de Narrativa Colombia, Volver al oscuro valle, le tomó dos.

“Tengo mi vida organizada entorno a la escritura”, dice Gamboa. En su caso, menciona que cuando escribe le pasa algo distinto a los otros, y es que si se le ocurre una nueva idea, pasa cuando ya está llegando al fin del proyecto en el que esté trabajando.

Ricardo Silva, finalista por segunda vez, dice que esta vez está más feliz porque entiende más el sentido el premio. “Es un reconocimiento para el libro, y no es mentira decir que es suficiente ser finalista”.

Para él, es gratificante que esa historia, la de una familia colombiana que no difiere de otras, le interese a otras personas. Eso lo hace feliz.

“Es una novela porque todo lo que cuenta es verdad pero su mecanismo es la ficción”, anota Silva sobre su libro Historia oficial del amor.

Sobre el premio, Héctor Abad, creador del galardón, explicó que este año hubo una mayor participación de mujeres, y eso se reflejó en la premiación