Mauricio Mejía, el matemático consagrado a las artes
Periodista de la Universidad de Antioquia. Interesado en temas de tecnología y cultura. Disfruto del cine y la música.
Aunque es ingeniero, a este hombre lo han conocido en la ciudad como el músico de bodas. No obstante se ha dedicado al montaje de espectáculos musicales y a las artes. Combina estas expresiones artísticas con la matemática, y de ahí, sumando otros procesos compositivos más profundos, sale su obra.
¿Desde que edad empezó a dedicarse a las artes?
“Empecé desde niño a encontrar la creación en todos los elementos que la componen: visuales, auditivos, del tacto y del gusto, y en el mundo interno y espiritual, encontré esa inmensa creación manifestada potentemente en los cinco sentidos y en mi vida espiritual”.
¿Y a la música cómo llegó?
“Fui iniciado musicalmente por mi papá y mi mamá, estudié una ingeniería en la UPB, con tesis en acústica y una maestría en administración en Eafit, pero mi preparación musical viene de la U. de A. Estudié piano y violín desde mis tres años y dirigí su orquesta de estudiantes a los 15. A los 23 era compositor”.
¿Por qué terminó estudiando una ingeniería?
“Percibí una expresión clara y contundente que llega escuchando y tocando en las matemáticas, así que quise darle una prioridad temporal en mi vida; quería hacerme matemático y por eso entré a una ingeniería que es la que tiene más alta especialización en matemáticas, 6 cálculos y 8 físicas... Sentí que eso tenía que complementar esta formación musical y de la pintura que ya había empezado a trabajar. La pintura siempre ha existido conmigo, ya adulto se me conoce como músico”.
¿En cuál de esas expresiones está concentrado?
“En la que esté haciendo. Si estoy pintando lo más apasionante es la pintura; si estoy en escultura con madera es eso; si es tocando violín y si es dirigiendo, igual; es la misma creación, la que me siento trabajando y la que tengo en mis manos”.
¿Y cómo reparte su tiempo?
“Es una ronda, así como la tierra gira alrededor del sol en distintas estaciones, así voy girando por todas, al mismo tiempo pero no en el mismo instante. Después de un esfuerzo musical es maravilloso un equilibrio con lo pictórico. Y ahí vuelve uno como a un ejercicio matemático y la música lo pone a caminar con el derecho y el izquierdo, así alternados”.
¿Qué lo inspira?
“Me dedico a la forma de energía más evolucionada que existe y que es la creación, la conocemos como el verbo; además a la forma material que no es materia sino sólida (todos lo estados) y la figura humana, el divino rostro, toda la expresión musical, pictórica, visual y escultórica se dedica a la figura humana, como figura divina, como verbo, como palabra, en la música y en las artes”.
Tuvo un reconocimiento en un Festival de Viña del Mar, ¿qué representó?”
“Fui seleccionado como director de orquesta y como orquestador para el festival número 33 y tuve la sorpresa de ser mencionado como el mejor director y lo que me movió es este sentimiento que describo, poner en música, en el escenario, a esa dama canción que se interpretó, le di una figura humana”.