Conozca al director francés que estará de concierto con Filarmed
Música Diversa se llama la temporada de la Filarmed. Homenaje a las mujeres.
Periodista. Hago preguntas para entender la realidad. Curioso, muy curioso. Creo en el poder de las historias para intentar comprender la vida.
Los padres de Sylvain Gasançon descubrieron que sufría de pérdida auditiva por una señal que él mismo les dio cuando tenía dos o tres años: casi no hablaba, pronunciaba solo un par de palabras. Era común ver a Sylvain muy cerca del televisor para intentar escuchar. Tras varios exámenes se dieron cuenta de que el niño tenía una dificultad auditiva que nunca lo limitó para ser hoy uno de los directores de orquestas filarmónicas más importantes del mundo.
Gasançon está en Medellín por primera vez, y dirigirá este 5 de marzo el concierto que abre la temporada Música diversa de la Filarmónica de Medellín. Desde que se bajó del avión quedó sorprendido por algo: que por donde mira y camina todo es verde. Le gusta, además, que en la ciudad hace calor, pero ventea fresco.
—No soy la reina de Inglaterra, pero no me gusta decir la edad. Para que se haga a una idea tengo más o menos entre 30 y 40 años, 40 y piquito.
Cuando habla, no para de mover las manos. Pronuncia un español casi perfecto, lo aprendió en México porque vivió en ese país muchos años. Como está sentado y con las piernas cruzadas, las medias le resaltan: son el rostro del villano de Batman, el Joker. Su olor es muy particular: usa un fino perfume llamado Jaipur Boucheron.
—¿Cómo llegó a la música?
—A los cinco años, durante unas vacaciones con mis padres al sur de Francia estuve en unos cursos de música, el profesor dijo que tenía capacidades porque aprendí muy rápido. A los 10 ya ingresé al primer conservatorio y a los 21 entré a estudiar en el Conservatorio Nacional Superior de París la armonía, contrapunto y todos los elementos musicales que hacen parte de la teoría. Luego estudié dirección de orquesta.
—¿Y por qué pasa a dirigir?
—No soy un hombre de grupos, soy más de decidir, y no desde el lado de imponer, sino más porque me gusta interpretar la música a mi manera, también porque me gusta mucho lo sinfónico.
Gasançon es muy tímido, pero luego de entrar en confianza se suelta. Es abiertamente gay y está casado hace 15 años con un profesor de Derecho de la Universidad de París.
Las mujeres han sido muy importantes en su vida. Su primer referente en la música fue Gabrielle Hofer, quien actualmente tiene 92 años y fue su profesora de violín. También lo han inspirado otras como la escritora Virginia Woolf y la cineasta Kelly Reichardt. Y esa relación con las mujeres lo llevó a estudiar género en la Universidad de París. A propósito, el concierto que dirigirá esta noche es un homenaje a las mujeres en la música.
—Siempre que habla sobre usted resalta mucho que es cisgénero, ¿por qué?
—Para que la gente sepa desde dónde hablo cuando digo algo sobre las mujeres, mi punto de vista es la de un hombre que se identifica como hombre, tengo una visión masculina de lo que han vivido las mujeres y sus opresiones, no puede ser de otra forma. Sin embargo, tengo la visión de un hombre que no es heteronormativo.
Gasançon no usa batuta cuando dirige, prefiere hacerlo con las manos. Un par de manos libres en el aire. No señala con el dedo índice ni cierra los puños, para él eso es una muestra de poder, de ordenar, de mandar.
—La libertad es algo que persigo siempre y en mi trabajo trato de ser muy libre. Mis manos son más libres sin batuta, ella me impone algo y yo quiero tener mi propio lenguaje corporal para expresar la música. Ahora sería imposible ser un director tipo dictador, a los músicos no les gustaría y yo creo que tienen razón, eso no se puede aceptar, todos debemos estar en la misma barca