Música

¿Qué ha ganado y qué ha perdido el reguetón?

Desde su popularidad el género ha ganado un espacio que quizá ahora siente perdido. Una radiografía de la situación.

Periodista, presentadora y locutora. Fui DJ de radio, reportera de televisión y ahora disfruto el ejercicio de escribir a diario. Melómana, cinéfila y seriéfila.

26 de septiembre de 2019

Fue por allá en la década de los 80 que comenzó a hablarse de reggae en español. Fue El General con sus canciones Rica y apretadita y Muévelo, muévelo, quien está en los registros musicales como ese primer exponente y la historia continúa con Michael Ellis, productor panameño que trabajó con El General y se le atribuye la creación del término reguetón.

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De los 90 para acá y pasando de Panamá a Puerto Rico y Colombia, el reguetón ha tenido un vertiginoso crecimiento. Quienes auguraron alguna vez, en sus inicios especialmente, que sería un género que iba a morir, no han podido ver tal deceso pero con lo ocurrido esta semana y la no nominación de algún trabajo de dicho género en las categorías principales de los Latin Grammy: Grabación del año, Canción del año y Álbum del año, se abrió el debate.

Todo comenzó el pasado martes 24 de septiembre cuando la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación entregó los nominados a la vigésima entrega anual del Latin Grammy. Ninguna canción o álbum de reguetón (excepto por Rosalía y su trabajo El mal querer) quedó en las categorías principales.

J Balvin, uno de los representantes del género, lideró una protesta después de dichas nominaciones en la que en su cuenta de Instagram publicó una imagen con la leyenda: “Sin reguetón, NO hay Latin Grammy” y en la que el icono de los premios está tachado.

A esta protesta se unieron artistas como Maluma, Daddy Yankee, Bad Bunny y Nicky Jam.

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Un día después, la Academia Latina de la Grabación, con sede en Miami, defendió la transparencia del proceso de votaciones, pero afirmó que han escuchado “la frustración y el descontento” de los artistas latinos.

“Respetamos y admiramos a todos los géneros que componen el mundo de la música latina. En 2004, la Academia Latina de la Grabación lideró la tarea de reconocer al reguetón (música urbana) en varias categorías, adaptándose a la evolución de la música”, señaló el texto.

Efectivamente fue en 2004 en la que la categoría de música urbana comenzó en estos premios, y el álbum premiado en esa ocasión fue En honor a la verdad de Vico C y siendo Barrio Fino de Daddy Yankee el disco premiado al año siguiente.

El antioqueño J Balvin le salió al paso a la controversia en la tarde del miércoles y nuevamente en sus redes aclaró que no están en contra de otros géneros, sino que busca darle el lugar al reguetón que se merece y no meterlo en un mismo paquete.

“Debería haber una categoría que se llame rap, otra dancehall, trap... y no meter todo en ese gran nombre urbano”, señaló.

El artista añadió que también con su respuesta quiere que los jurados sean más apropiados según la categoría: “Una persona que sepa mucho de salsa no tiene las condiciones para saber qué es un buen álbum de reguetón”.

Sobre este aspecto, Santiago Arango, periodista de Radiónica, explica que si hacen eso con el reguetón tendrían que hacerlo con todos los géneros, abrir una categoría puntual entonces con lo electrónico hay trip hop, dance, house y así pasa con cada estilo musical o género, más allá de eso, realmente si miras el grueso y el panorama de la música no es que sean tantísimos los artistas de reguetón que están en la industria urbana como para tener tantísimos nominados. Hay muchos independientes y gente haciendo música, pero las grandes lumbreras del género no son muchos, no tendría sentido”.

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Ganancias del género

Para Arango, el reguetón tiene en este momento un pico alto, como lo han tenido otros géneros en diferentes épocas de la historia, “todo según el contexto socio político, el acceso a los niveles de comunicación, ese pico llegó en su momento a la música clásica, al rock o a la canción social. Cada tiempo ha tenido sus sonoridades”.

Explica entonces que el reguetón ha ganado la posibilidad de construir una audiencia a partir del actual ecosistema de la música digital y eso le permite establecer un diálogo con una generación que prefiere escuchar canciones en vez de discos completos, de igual manera han sido abanderados desde lo audiovisual con videos.

“Sin duda han ganado en la industria la posibilidad de insertarse en otras sonoridades, artistas de pop, salsa, bachata, merengue y electrónica le han coqueteado al reguetón y han hecho colaboraciones, han sido muy inteligentes y eso también ha generado una gran ganancia”.

Para Diego Londoño, crítico de música de EL COLOMBIANO, el reguetón ha ganado mucho porque ha sabido jugar inteligentemente, “ha sabido entender los nuevos consumos, los nuevos públicos y sobre todo ha ganado en riqueza musical, porque se ha nutrido de otras experiencias, de otros sonidos como el pop, el vallenato, la música electrónica y el folclor”.

Hay que incluir en esas ganancias del género todo lo que ha pasado con los conciertos y las puestas en escena ya que los montajes internacionales que tienen artistas como J Balvin, Maluma y Daddy Yankee, por ejemplo, muestran escenarios llenos en las grandes capitales del mundo.

Las pérdidas también cuentan

Uno de los grandes bajones del género, según Arango, es que “el reguetón ha tenido la posibilidad de crear una revolución de una audiencia consciente, crítica, responsable con la actual momento que atraviesa la sociedad desde múltiples miradas con el medio ambiente, el autocuidado o el tema en Colombia en los líderes sociales y han perdido la posibilidad de convertirse en referentes para una generación más allá del simple entretenedores”.

Complementa Londoño que ha perdido también por el acrecentado ego de los artistas, “desde el momento en que se convirtió en plataforma de venta y comercialización y desde que empezaron a hacer canciones solo para vender, perdió foco”.

Lo que ha pasado en los Latin Grammy puede considerarse una pérdida en cuanto a la calificación de la calidad que está entregando el género y ahí vendrá el autoanálisis de cada uno de los artistas y equipos, “puede inferirse como un desgaste natural del género”, concluye Arango.

El debate sigue abierto y más cuando la organización de los Latin Grammys extendió una invitación “a los líderes de la comunidad urbana/reguetonera a involucrarse con la Academia, participar en el proceso, y participar en debates que la mejoren”.

“En su más pura esencia, la Academia Latina de la Grabación pertenece a sus miembros, de todos los géneros, y nuestras puertas siempre están abiertas. Juntos podemos encontrar fórmulas ganadoras. Sumémonos todos a resolver de fondo esta situación”, concluyó el comunicado.