Cultura

Óscar Agudelo en palabras de músicos, historiadores y periodistas

Este ícono de la cultura colombiana será recordado por canciones como La cama vacía o Farolito.

17 de diciembre de 2023

Este 16 de diciembre, mientras en muchos hogares colombianos iniciaban las novenas al Niño Dios, en otros empezaron a escucharse las canciones de Óscar Agudelo Márquez, como una forma de homenaje, tras conocerse la noticia de su muerte.

Agudelo, quien también fue célebremente conocido como el “Zorzal Criollo”, nació en un rincón de Herveo, un municipio ubicado al norte de Tolima, el 23 de septiembre de 1932, y desde su infancia mostró una clara inclinación por la música, tanta, que nunca se perdió la oportunidad de participar en eventos que le permitieran potenciar su voz, así que, todavía siendo monaguillo, a los 11 años, hizo su primera presentación en público ante un grupo de sastres en Armero.

Sin embargo, esa presentación solo fue un presagio de lo que sería su vida futura de artista, pues tocado por la fibra musical, nunca se alejó de las letras y de los ritmos, y una prueba irrefutable de ello es que, aunque se mudó a Girardot para estudiar bachillerato y luego trabajar en un almacén, allí se ganó su primer concurso, una experiencia que le despertó una predilección por la llamada música popular y los boleros.

Por eso, en 1953, inició sus estudios musicales, primero en Pereira y luego en Medellín, y una etapa de su vida en la que la interpretación de éxitos como La cama Vacía, una canción que justo fue grabada a finales de la década en la capital antioqueña, y cuya letra es del compositor argentino Carlos Espaventa, le abrió las puertas del sur, el centro y el norte del continente.

“Allí la grabé con el sello Codiscos. David Ocampo, el jefe de producción de la disquera, me la tenía preparada: ‘Óscar —me dijo—, tengo una cosita aquí para que usted escuche. Me la trajeron de la Argentina. Esto es de Carlos Espaventa y él mismo la cantó y no hay más copias. Esto es para usted, para su voz, cántela a su estilo’. Yo estaba grabando con Ibarra y Medina, nada menos. Ellos la oyeron, afinaron guitarras y la montamos. Desde que salió fue un tiro”, le dijo el maestro a Ricardo Rendón en una entrevista que le hizo en septiembre de 2019 y que se publicó en EJE21.

Pero Cama Vacía no fue su único éxito. Óscar deja un gran legado, pues grabó alrededor de 36 LP, 13 CD y un DVD, llegando a ser reconocido como un destacado intérprete del repertorio sureño, y canciones como China hereje, Hojas de calendario, Farolito, Desde que te marchaste, El Redentor, Esos tus ojos negros, Me besó y se fue, Mujer ingrata, Que nadie sepa mi sufrir y Quisiera amarte menos, con las que generaciones enteras de colombianos se enamoraron, sufrieron y lloraron por amor, y tomaron aguardiente hasta el amanecer en las cantinas de la vieja Guayaquil.

Hoy, el país despide a otro de los grandes de su música, un hombre implícitamente presente cuando en algún rincón, alguien entona, a todo pulmón: “Desde un tétrico hospital / donde se hallaba internado, / casi agónico y rodeado / de un silencio sepulcral, / con su ternura habitual, / la que siempre demostró, / quizá con esfuerzo o no / desde su lecho sombrío, / un tísico amigo mío / esta carta me escribió”.

Así lo recuerda músicos, historiadores y periodistas

* “Óscar Agudelo perteneció a una primera generación de músicos colombianos y ecuatorianos dedicados a la difusión de lo que hoy conocemos malamente, o de manera errónea, como música popular. Yo prefiero llamarlo música cantinera de carácter latinoamericano, porque en ella hay involucradas una cantidad de influencias como la del tango argentino, la de la ranchera mexicana y la del pasillo ecuatoriano, entre otras.

Esa música cantinera logró tener un realce nacional gracias en un principio a dos figuras colombianas, y a un par de figuras ecuatorianas que terminaron viviendo aquí. Por los lados de los nacidos aquí, me refiero a Luis Ángel Ramírez Saldarriaga, el famoso Caballero Gaucho y Óscar Agudelo, por ejemplo, que eran prácticamente de la misma generación; y por el lado de los ecuatorianos, al Dueto Ibarra y Medina, Olimpo Cárdenas e incluso un poco Julio Jaramillo, siendo Julio Jaramillo un poco más del ala del bolero, si se quiere, pero de un bolero un poco más popular.

El caso es que todos esos personajes y todos esos nombres le abrieron un camino a todas esas músicas que vendría después con nombres como carrilera, guasca, despecho y, últimamente, música popular, y cada uno de quienes hoy están integrando esa nómina tan vendedora tiene algo por agradecerle a Óscar Agudelo. En particular, nosotros tendríamos que agradecerle también que en su discografía incorporó temas que pertenecían a las tradiciones de otros lugares como Puerto Rico, Ecuador, Argentina y que de repente no hubiéramos escuchado aquí si no fuera por él”, Jaime Andrés Monsalve, periodista y crítico musical.

* “Óscar Agudelo fue importante para la cultura colombiana en el ámbito de la música porque su trabajo discográfico engrosó el catálogo de varias disqueras, es decir, a diferencia de varios artistas que eran originales o decimos exclusivos de algunas disqueras, él grabó con Sonolux, con Codiscos y con Discos Fuentes, por ejemplo, el éxito La cama vacía, lo grabó originalmente con Codiscos, pero también lo grabó con Discos Fuentes después.

Y para nosotros específicamente Óscar Agüero es muy especial porque don Antonio Fuentes, el fundador de la disquera, siempre estuvo innovando en la música, y vio en este artista que ya era reconocido por las rancheras, los tangos y la música popular, la oportunidad de grabar un disco de cumbia, un género totalmente distinto que le funcionó muy bien. Tal vez en el momento no fue el más exitoso, pero en este momento es un álbum súper escaso en vinilo, es bastante apetecido por todos los coleccionistas y ha sido un boom en las plataformas digitales, se llama Pa’ mi Muñeca”, José Miguel Gómez Martínez, director de comunicaciones de Discos Fuentes.

* “A finales de los años 60 y durante todos los años 70, se dio un movimiento de la música popular bohemia encabezada por José Feliciano, por Fernando Valadés, y Olimpo Cárdenas, Julio Jaramillo, Odilio González, y Colombia necesitaba representantes de ese tipo de música en el comercio, en los bares, en las cantinas, porque realmente estos cantantes se habían tomado todo ese mercado. Y surge en la compañía Codiscos una voz extraordinaria, una voz bohemia, una voz que obedecía a todas las necesidades del mercado y fue la de Óscar Agudelo y él como representante de nuestra música bohemia, ocupó los primeros lugares de popularidad.

Luego surgieron una cantidad de intérpretes de ese mismo género musical, pero fue él quien representó a Colombia en el mercado nacional e internacional del disco, él con La cama vacía, con Desde que te marchaste, con La china hereje fue quien levantó la mano y dijo: ‘Aquí está Colombia con la música popular también’”, Hernán Darío Usquiano, historiador.

* “Óscar Agudelo fue uno de los mejores exponentes de la música popular en los últimos 50 años; desde nuestros abuelos, padres y hasta nuestras generaciones conocemos o hemos escuchado sus canciones en algún pueblo, bar, cantina, incluso salsamentarias o reuniones familiares, y temas como La cama vacía o Desde que te marchaste hacen parte ya de nuestra memoria musical. Es un artista que llegó con su música a los corazones de muchos lugares, tanto nacional como internacionalmente”, Héctor Mejía, músico.