Tres españoles ganan el premio de arquitectura Pritzker
El premio es considerado el Nobel de la arquitectura. Es la primera vez que tres personas son reconocidas conjuntamente.
Tres arquitectos españoles, Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta, del estudio catalán RCR Arquitectes, fueron recompensados este miércoles con el prestigioso premio Pritzker, considerado el equivalente al premio Nobel en arquitectura, dotado de 100.000 dólares y que se les entregará el 20 de mayo en una ceremonia en Tokio.
Es la primera vez que tres personas son galardonadas conjuntamente con este premio, creado en 1979 para rendir homenaje al trabajo de un arquitecto en vida.
Rafael Aranda (55 años), Carme Pigem (54) y Ramon Vilalta (56) juntaron en 1988 las primeras letras de sus nombres para fundar el estudio RCR en su pueblo natal de Olot, en Cataluña, región autónoma en el noreste de España. Allí desarrollaron las esencias de su obra antes de trabajar en Francia, Bélgica y Dubai, entre otros países.
Formados en la escuela técnica superior de arquitectura del Vallès, cerca de Barcelona, el trío construyó una obra reconocida internacionalmente sin abandonar nunca su pequeño pueblo de Olot, conocido por su excepcional bosque de hayas y sus volcanes.
Sus obras tienen la sobriedad y los colores del cercano parque natural de la Garrotxa, como el acero oscuro omnipresente de sus construcciones que recuerda la roca volcánica de la zona.
“Es a partir de nuestro pueblo que comenzamos nuestro propio camino”, explicó en 2014 a la AFP Ramon Vilalta. “No porque quisiéramos tomar distancias, sino sobre todo para conservar nuestra manera de ser, de sentir”, añadió entonces su esposa, Carme Pigem.
El miércoles, en el comunicado de anuncio del premio, ella dijo: “Es una gran alegría y una gran responsabilidad”, antes de destacar que los tres habían colaborado estrechamente.
Los miembros del jurado, citados en el comunicado, lanzaron un mensaje con tintes políticos: “Vivimos en un mundo globalizado donde debemos apoyarnos en influencias internacionales, intercambios comerciales, discusiones. Pero cada vez más gente tiene miedo que a causa de estas influencias, perdamos nuestros valores locales, nuestro arte local, nuestra costumbres”, dijeron.
Las influencias de RCR Arquitectes
El trío reivindicó la influencia de la escuela de arquitectura de Barcelona, que marcó los Juegos Olímpicos de 1992, pero también las esculturas de los españoles Eduardo Chillida y Jorge Oteiza, las pinturas del americano Mark Rothko y del francés Pierre Soulages o la arquitectura tradicional de Japón.
2014 fue el año de la inauguración de su mayor obra en Rodez, en el sur de Francia: un museo concebido para albergar las pinturas abstractas de Pierre Soulages. El edificio fue alabado por el diario francés Le Monde como “un lugar de excepción” de “sobriedad impresionante”: un conjunto de líneas rectas y en ángulos, con paredes exteriores de acero oxidado que le daban al conjunto un aspecto oxidado.
Otra notable obra suya, la mediateca Waalse Krook en Gante (Bélgica), debe ser inaugurada próximamente.
RCR ha dejado su huella en sitios muy variados: piscinas, instalaciones deportivas exteriores, restaurantes, oficinas, edificios universitarios. Su sobriedad y simplicidad también se expresó en el pueblo rural francés de Négrepelisse, en el suroeste, donde en 2014 inauguraron un centro de arte sobre las ruinas de un castillo.
Pigem explicó entonces en una entrevista con la AFP su deseo de “hacer sentir la naturaleza, el aire, la vida, la esencia de las cosas, porque poco a poco la vida de las personas se desnaturaliza”.
En Olot, su estudio está instalado en una antigua fundición de arte donde organizan numerosos talleres de “arquitectura y paisaje” que atraen a gente del mundo entero.
Para Tom Pritzker, hijo del fundador del premio, citado en el comunicado, “su trabajo muestra una vinculación sin fisuras con un lugar y su historia, para crear espacios en diálogo con su contexto”.
Materiales, fundamentos y técnicas
El paisaje, el contexto, la luz y la materialidad son los fundamentos del trabajo del estudio catalán RCR Arquitectes, explica el especialista Francis Rambert, director del departamento de arquitectura de la Cité de l’architecture et du patrimoine de París.
Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta “construyen siempre en el contexto”. Sus proyectos “se integran en el paisaje o lo enmarcan”, señala Rambert.
“Su vocabulario es el metal y sobre todo el acero Corten con aspecto oxidado”, que utilizaron, por ejemplo, en el museo Soulages en Rodez, en el sur de Francia, una de sus obras más conocidas. Este material recuerda el pigmento parduzco del ruezno de la nuez utilizado por el pintor francés en sus primeros cuadros.
Otro material esencial: la luz. En otra de sus famosas creaciones, la bodega Bell-Lloc, en Gerona, en el noreste de España, el edificio, semienterrado, está iluminado con cañones de luz. “Es una especie de recorrido iniciático, a la religión del vino”, explica Rambert.
En una de sus últimas realizaciones, el restaurante Les Cols, en su pueblo natal de Olot, también en la provincia de Gerona, los espacios son como cajas de cristal por los cuatro costados. Un trabajo sobre la transparencia que no impide que haya intimidad, puesto que “tenemos la impresión de estar solos”, asegura el especialista.
Aunque RCR utiliza técnicas tradicionales en su obra, como en sus bocetos que están hechos en acuarela, el estudio “afirma la modernidad, la infiltra mediante un trabajo muy sutil”, como en Négrepelisse, en el sudoeste de Francia, donde crearon un centro de arte sobre las ruinas de un castillo medieval.