¿Por qué no abrirán los teatros de Medellín este año?
En medio de las dificultades económicas en las que se encuentra este sector, casi todas las salas de la ciudad no van a “abrir para cerrar”. Esta es la paradoja.
Periodista. Estudiante de maestría en Estudios y Creación Audiovisual.
Ya están autorizados, pero en las actuales condiciones no abrirán. La realidad de las compañías y salas de teatro de Medellín durante la pandemia es difícil. No pueden subir el telón, aunque lo necesiten: “No queremos abrir para perder”, es el mensaje generalizado.
Desde el 14 de agosto, con la resolución 1408, el Ministerio de Salud avaló “la exhibición cinematográfica y la presentación de obras de artes escénicas en salas de cine y teatros”, con lo que se dio vía libre para reabrir estos espacios bajo la inspección del gobierno local –en el caso de Medellín, la Secretaría de Cultura Ciudadana–.
Entre otras disposiciones, el anexo estipula que en las salas se debe mantener una distancia mínima de dos metros entre persona y persona y en “ningún caso” mayor al 50 % del aforo máximo. Este radio –dos sillas a la redonda– reduciría hasta un 30 %, o menos, el aforo, según cada caso. Una sala como la Oficina Central de los Sueños, que tiene capacidad para 80 puestos, quedaría con 10 ubicaciones habilitadas; la Casa Teatro El Poblado, con capacidad para 156 personas, quedaría con 30 plazas; el Pequeño Teatro, con un aforo de 500 butacas, quedaría de 120; y el Metropolitano, que puede recibir 1.634 espectadores, atendería a 130, dicen los reportes de la Asociación Medellín en Escena.
Además de que estarían funcionando con menos usuarios, el otro tema es la viabilidad económica. Por poner un caso, para hacer las adecuaciones del edificio del Teatro Metropolitano, el segundo más grande de la ciudad en aforo, se necesitaría elaborar la señalética (marcas, plotters y señales), comprar dispensadores con sensores, tapetes y otros elementos. La entidad calcula que sería una inversión de más de 50 millones de pesos.
Con los requerimientos, la mayoría de salas de la ciudad decidieron no abrir en lo que resta de este año. La razón principal es que la inversión no justifica una apertura restringida.
“Queremos tener muy clara la ruta y estar seguros de que por lo menos vamos a tener continuidad sin tener que hacer una pausa”, indica María Patricia Marín, directora del Metropolitano. Alude a la experiencia de los museos, el primer sector de la cultura que abrió en Medellín a principios de julio, que días después tuvieron que cerrar. Por ahora no piensan abrir este año el espacio, continuarán con la programación digital y en 2021 tal vez generen algunos “encuentros seguros” con público reducido. Pero será más adelante, cuando las condiciones se den.
La paradoja es que es el gremio, no el Gobierno, el que no quiere abrir. Ni siquiera las exhibidoras de películas, con más músculo financiero, se adaptaron a las medidas de Minsalud. “Nos pusimos a hacer cuentas y no se justifica abrir un teatro”, puntualiza Jaiver Jurado, director de la Asociación Medellín en Escena, que agremia cerca de 20 compañías con sala.
Además persiste la preocupación por la salud de los artistas: “Es una medida que consideramos precipitada, atravesamos momentos álgidos de la pandemia y no podemos dar mensajes equívocos de que todo está muy bien”, enfatiza Maria Patricia.
Avances
La Secretaría de Cultura Ciudadana calcula que en la ciudad hay más de 40 salas de teatro de pequeño, mediano y gran formato. Dos independientes experimentarán una apertura (ver ayuda). Del equipamiento público, en los próximos días entra en funcionamiento el Teatro al Aire Libre de Pedregal, algunas casas de cultura y el Teatro Pablo Tobón Uribe (en noviembre). Álvaro Narváez, subsecretario de Arte y Cultura, señala que se está evaluando un acompañamiento de la Secretaría de Desarrollo Económico para buscar más ayudas.
Por ahora los grupos siguen haciendo agendas a distancia, creaciones de videoteatro, y cumpliendo algunos estímulos, becas y proyectos que cada compañía tiene subcontratados; también hay mucha creatividad. Algunos, como el Metropolitano, alquilan sus espacios para hacer grabaciones y transmisiones, como con el Festival Internacional de Tango de Medellín a mediados de junio. Sin embargo, el grueso de los ingresos –cerca del 75 %, con variaciones en cada caso–, proviene de las entradas y su relación en vivo con público, además de giras, compras de funciones o alquiler de locaciones, afirma Jaiver Jurado.
El gremio y algunos actores del sector a título individual se encuentran en conversación con la Alcaldía de Medellín para analizar qué medidas se pueden adoptar durante la contingencia. Todavía son propuestas preliminares e ideas. En ese punto están .