Nacional forja la estrella 17 con abrazos, unión y familia

Algo en Nacional cambió en los últimos meses. Lejos de los egos de otras épocas, en el grupo hay una semilla de humildad y así lo viene demostrando en las prácticas para recoger la cosecha durante los partidos. Esa actitud lo tiene hoy muy cerca de la estrella 17 después de 5 años sin festejar una Liga.

La práctica de este viernes inició con la expectativa de un puñado de hinchas apostados en la portería de la sede deportiva de Guarne, esperando que sus ídolos ingresaran, simplemente para ver si alguno de ellos bajaba la ventanilla de su carro y se tomaba una foto, o les regalaba un saludo o un autógrafo.

En épocas recientes, cuando la relación con la hinchada estuvo tensa, pensar en que alguno de los jugadores accediera a esto era difícil, pero ahora la mayoría saludó a los aficionados antes de ingresar.

Así que desde la entrada a la sede deportiva ya había un mensaje positivo. Después, en medio de un sol espléndido, los jugadores se cambiaron y se pusieron a órdenes del cuerpo técnico.

Un semblante positivo

Antes de que se diera inicio los trabajos, un niño atrajo la atención del grupo. Se trataba de Juanse, el hijo de Jarlan Barrera que corría la cancha de una portería a otra, mientras los jugadores verdes le hacían barra para que llegara lo antes posible.

Gritos de aliento, risas y aplausos eran muestra de ese ambiente positivo que rodea al club antes del duelo definitivo de este domingo (7:00 p.m.) en el estadio Manuel Murillo Toro.

De pronto, el técnico Hernán Darío Herrera tuvo un gesto de cordialidad con la prensa que acompañaba la práctica y envió una bandeja con pasteles y frutas para los comunicadores, y después fue a darle la mano a cada uno de los allí presentes.

Su semblante es de alegría, pero en su mirada se nota la responsabilidad que tiene por delante y que aún el grito de “¡campeón!” está atascado en la garganta.

Está muy cerca de soltarlo, pero sabe que como todo lo que ha logrado en su vida, las cosas se consiguen con sudor, trabajo y compromiso, tres valores innegociables que él le inyectó al equipo. Después de ese momento de caballerosidad, sus asistentes llamaron al grupo y antes del trabajo, todos, junto con los futbolistas, se fundieron en un abrazo para iniciar la práctica.

El aura que los rodea

Los jugadores hicieron un trabajo de espacio reducido y, mientras lo realizaban, en una de las esquinas estaba el técnico Francisco “Pacho” Maturana, en otra Carlos “Piscis” Restrepo, mientras el “Arriero” caminaba de un lado a otro, observando a sus dirigidos.

También el preparador de arquero Milton Patiño daba indicaciones, y el preparador físico, Carlos Tabares, ponía en juego el balón tirándolo al aire para que un jugador de cada bando lo disputara.

Dorlan se recuperó

La escena también mostraba una situación que terminaría por confirmar otra buena noticia. Dorlan Pabón, quien salió resentido en el duelo de ida que ganaron 3-1, entrenaba a la par de sus compañeros y era de los que más sonreía.

Al preguntarle a lo lejos si iba a estar disponible, respondió sin dudar en medio de su trote al lado de Jéfferson Duque y Sebastián Gómez: “Estoy muy bien”.

La presencia de un referente

En otra cancha de la misma sede, el equipo de la categoría sub-19 de Nacional enfrentaba a Jaguares, y entre los que observaban ese compromiso, esperando a que los profesionales terminaran la práctica para saludarlos, estaba el último gran capitán verdolaga, Alexis Henríquez. “El fútbol es impredecible y puede pasar cualquier cosa, pero Nacional tiene una gran ventaja y estoy viendo un ambiente muy parecido a cuando nosotros ganamos tantos títulos”, dijo Henríquez con una sonrisa.

Los elegidos para hablar con la prensa fueron Yerson Candelo y Daniel Mantilla, pero antes, en su camino, se toparon con Henríquez y se fundieron en un abrazo llamándolo “Capi” al momento que lo vieron. Incluso, Candelo le dijo: “Viste lo que te aprendí con el gol”, refiriéndose a la anotación desde 58 metros que le marcó al portero Domínguez del Tolima.

El sentido de familia

Durante la rueda de prensa se habló del sentido de familia que inculcó el técnico Herrera en el grupo y, como en todo grupo familiar, se dan consejos y uno de ellos apuntó a Gio Moreno.

Dijo Candelo que le han pedido que no se retire tras esta final. “Él es un gran pilar para nosotros, un hombre que vino a entregarnos su experiencia y orientarnos. Sabemos de lo ganador que ha sido durante su carrera y hemos empezado a decirle que lo piense un poco, que todavía podemos disfrutar de él acá en la institución y la respuesta de Gio fue ‘salgamos campeones y luego hablamos’”.

Entre tanto, Daniel Mantilla manifestó que a Ibagué no van a ir a esconderse, aunque sabe que les tocará sufrir. “Sabemos de la exigencia, siempre salimos a proponer. Sabemos lo que nos jugamos y también lo que tiene el rival, pero lo enfrentaremos con todas las ganas y la ilusión de conseguir el título”.

El festejo soñado

Nacional saldrá este sábado desde Guarne hacia el aeropuerto de Rionegro sobre las 12:30 del día. Los hinchas se citaron para acompañar masivamente al plantel en su recorrido al José María Córdova. La ilusión es que el lunes en la madrugada también se haga lo mismo pero con el trofeo en las manos.

La ciudad prepara una fiesta y se ultiman los detalles para instalar pantallas gigantes en el Parque de Banderas. Por eso, de ser campeones, no se quedarán en Ibagué, sino que regresarán en el mismo vuelo chárter. Tienen presupuestado viajar a la medianoche y llegar a Medellín sobre la 1:30 de la madrugada. De allí, se imaginan un recorrido lleno de caravanas de hinchas en carros y motos que terminaría en el estadio donde culminaría el festejo, ese que no dan desde hace un lustro.