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Camilo Villegas y su esposa inauguraron en hospital de Medellín centro oncológico en honor a su hija Mía

La fundación creada por el golfista Camilo Villegas y su señora María Ochoa aportó cerca de $700 millones para la adecuación de la unidad de oncología pediátrica en Medellín.

22 de agosto de 2025

El golfista antioqueño Camilo Villegas y su esposa María Ochoa llegaron puntuales, se sentaron en primera fila y en sus ojos había un brillo especial. En medio de paredes llenas de coloridos dibujos, espacios para colorear y rayar a su antojo, arrancó la entrega de un espacio con el que esperan, no solo salvar vidas, sino llevar alegría y alivio a los niños que luchan contra el cáncer.

María le decía al oído a Camilo: “Mira los colores de nuestra Mía”. Y sí, las paredes multicolores buscan brindar un ambiente cálido a los pacientes, que contarán con diez cubículos, cada uno con una camilla, una silla y una mesa, para recibir su tratamiento.

Pero todo no termina allí, porque afuera, en los espacios comunes, además de otras dos sillas para las quimioterapias, los menores contarán con baños adecuados para ellos, tabletas que podrán usar mientras les hacen el tratamiento y, en otras paredes, tienen espacios para que dibujen, pinten y hagan lo que deseen.

La inversión en esta unidad de oncología pediátrica asciende a los $600 millones, aunque María Ochoa, presidenta de Mia’s Miracles, afirma que en total, durante el año han invertido $700 millones con las actividades complementarias que hacen para los niños y sus familias.

Hay que recordar que, tras el fallecimiento de su pequeña Mía, Camilo y María decidieron crear la fundación con la cual ayudan a niños no solo en Colombia, sino también en Estados Unidos (La Florida).

“Esta es una oportunidad que nació de una desgracia, de un dolor inmenso y de una misión que nos dejó Mía, porque ayudar a otros niños y a sus familias es algo que hacemos con amor, ya que eso es lo que más necesitan nuestros pequeños luchadores”, comentó Camilo, mientras se asombraba con los espacios.

Junto a su esposa, médicos, enfermeras, personal del Hospital Infantil San Vicente Fundación y algunos invitados de su familia recorrieron la unidad médica.

“Quedó hermoso, les agradecemos todo este trabajo y el amor que le pusieron a cada detalle”, dijo María, quien hizo un llamado para que las personas sigan aportando no solo dinero, sino tiempo, amor y sonrisas para los niños que están pasando por un proceso difícil.

Camilo, por su parte, argumentó que “todos tenemos batallas internas, emocionales, físicas y de toda índole, porque hacen parte del proceso de crecer y de vivir”.

Ayudan a cerca de mil niños

De acuerdo con las cifras entregadas por el Hospital Infantil San Vicente Fundación, en 2024 atendieron a 643 niños con diagnóstico de cáncer, a quienes les realizaron 1.646 sesiones de quimioterapia y se practicaron 110 cirugías oncológicas. “Con esta renovación, queremos que cada niño y su familia se sienta acompañado en este camino. Gracias al apoyo de Mia’s Miracles, convertimos la sala de quimioterapia en un espacio que no solo brinda tratamiento, sino también esperanza y calidez”, comentó Ana Milena Betancur, directora del Hospital Infantil San Vicente Fundación.

De igual forma, resaltó que el aporte de entidades privadas y fundaciones es vital para poder beneficiar a los niños diagnosticados con cáncer en Medellín y Antioquia.

Golf un aliado importante para Mia´s Miracles

Camilo, ¿los compañeros del PGA también les han ayudado con la Fundación?

“Sí, ha sido muy especial. Desde que perdimos a Mía y antes, cuando estábamos con ella en el hospital, siempre fueron solidarios. Nos apoyan no solo los jugadores, sino todo lo que abarca el PGA, los fans que también se han vinculado al evento que hacemos para recaudar fondos y con aporte voluntarios durante el año, algo que es bonito porque siempre están presentes”.

Lo hemos visto en los campos con su hijo Mateo, ¿heredó su pasión por el golf?

“Si se porta bien, de pronto... (risas). Ha sido una bendición de Díos tener a Mateo saludable, sonriendo, llorando, corriendo, eso me motiva para que vea el ejemplo y que todo hace parte del proceso de la vida”.

¿Cómo define su temporada?

“Este año ha sido un poco difícil y aún nos faltan unos siete torneos de la temporada. Sigo trabajando todos los días, todas las mañana, me gusta mucho el golf, me ha dado muchas cosas y estoy compitiendo con jóvenes que cada día salen mejor preparados. Ya son 23 años en el PGA y es honor seguir representando el país y manteniéndome entre los mejores de un circuito que es muy competitivo y difícil”.