Ciclismo

Alejandro Valverde es un campeón eterno

El español logró en Austria su séptimo podio mundial, pero el primer oro. Con 38 años se convierte en ejemplo de superación.

01 de octubre de 2018

Ya lo era por su excepcional longevidad deportiva y destacado palmarés, pero ayer Alejandro Valverde se ratificó como el campeón eterno, el corredor que siempre está, siempre aparece y lo hace para ganar.

Hasta 122 victorias suma Valverde, las más relevantes: Vuelta a España-2009 y esta de Innsbruck. “No me lo creo. Estoy sin palabras. Es la mejor victoria de mi carrera. Tantos años luchando, tantas medallas... y al final se consiguió”, dijo el español, con lágrimas asomando a los ojos. “Es que creí que ya no iba a lograr un éxito como tal”.

La de ayer fue la más buscada y deseada tras seis medallas anteriores de plata (2) y bronce (4) que no acababan de premiar como debían a un corredor que siempre entra en los pronósticos de cualquier carrera como unos de los grandes favoritos.

Especialmente en pruebas de un día como las de Mundial de ruta, o como clásicas de la entidad de la Flecha Valona, que ha ganado cinco veces, la Lieja-Bastogne-Lieja, de las que suma cuatro o del Campeonato de España, en el que se impuso dos veces.

Pero el ‘Bala’, el ‘Rey de las Ardenas’ o el ‘Imbatido’, algunos de los apodos que ha merecido el ‘Eterno’, también destaca en las carreras por etapas, a pesar que siempre se ha considerado que no le van demasiado a sus cualidades.

En ellas suma ocho podios: seis en la Vuelta a España, uno en el Giro y uno en el Tour. Este último, también muy buscado, en 2015.

Además, Valverde, de 38 años, fue cuatro veces corredor número uno del ranquin UCI. Casi seguro cinco si refrenda esa privilegiada posición que ocupa acabando ya la temporada de 2018, pues acumula un total de 14 victorias.

Reconocimiento mundial

La forma de correr y sus triunfos acaparan los elogios del pelotón sobre un corredor de clase y acostumbrado a brillar de principio a fin de la temporada. Hasta Peter Sagan, campeón en los últimos tres años, se alegró por la conquista de Valverde. “Me dijo que se alegra por mi triunfo. Que si no era él, le gustaba que fuera yo quien le relevara en el podio”.

También, Nairo Quintana, el mejor colombiano en la prueba -puesto 15- mostró, con un sentido abrazo, la alegría que le despierta que su compañero en Movistar haya logrado el triunfo. Ambos venían del Tour y la Vuelta, donde el podio les fue esquivo, ahora el ibérico obtuvo la recompensa al sacrificio.

En meta, luego de 6:46.41 en recorrer 252.9 km entre Kufstein e Innsbruck, se impuso ante el francés Romain Bardet, plata, y el canadiense Michael Woods.

“Me queda tiempo para dejar de ser profesional, aunque con un triunfo así ya puedo retirarme tranquilo. Todo lo que venga a partir de ahora es un regalo. De hecho, todo después de la caída (en el Tour 2017) ya era un regalo. Pensaba que se había acabado mi carrera, y volver, lograr 14 triunfos, ser campeón del mundo... todo es un regalo”, dijo Valverde, un campeón eterno .