Los Osorio, una hermandad basada en el compañerismo

Al verlos vestidos con el uniforme verde que identifica al equipo Orgullo Paisa, Danny y Edison Osorio podrían confundir a quien los ve por primera vez. Sin embargo, sobre la bicicleta las diferencias saltan a la vista: el primero es fuerte en la montaña, mientras que el segundo es hábil contra el reloj.

Danny, de 31 años y Edison de 23, son el amalgama perfecto en el pelotón del Clásico RCN, carrera que disputan juntos por primera vez y en la que se les ha visto disputando victorias de etapa.

“Ellos hacen un muy buen trabajo juntos, Danny es uno de nuestros líderes y Edison le trabaja. Además de un tema profesional hay un lazo afectivo que los mueve a luchar más por los objetivos del equipo”, destaca Héctor Manuel Castaño, entrenador del Orgullo, escuadra en la que compiten desde hace cuatro temporadas.

En ese apoyo de equipo también hay cuidado de familia. “Yo siempre estoy pendiente de que no se vea involucrado en un accidente o una caída, eso me genera un poco de angustia. Cuando estamos en alguna etapa pregunto mucho cómo va o si viene bien ubicado”, cuenta Danny.

Édison, por su parte, se ocupa de que su hermano esté en óptimas condiciones durante las pruebas. “Yo me encargo de que siempre esté bien hidratado, si puedo le paso barras y geles para que se reponga y vaya a un mejor ritmo”.

Un instinto de supervivencia que aprendieron de su padre, Jorge Alberto Osorio, que con su ejemplo los inclinó a ambos a practicar ciclismo.

“Mi papá es parte fundamental de nuestras carreras porque él fue el primero que creyó en nosotros. Él se endeudaba o dejaba de pagar cosas por patrocinar mi carrera, me daba mucha rabia porque a veces hasta tenía que pagar para que me dejaran competir, pero ahora, gracias a Dios con nuestro trabajo podemos retribuirle todo ese esfuerzo”, expresó el mayor de los Osorio, dos veces podio en el Clásico RCN (3° en 2014 y 2017).

Siempre comparten habitación cuando están en carreras, discuten su actuación en las mismas, se aconsejan para mejorar, ven televisión, chatean y luego, sincronizadamente, se van a dormir. Esa disciplina, que Édison le destaca más a su hermano mayor, es la clave para tener los buenos resultados logrados.

“Yo ya llevo años en esto y sé que puedo tener otros logros, pero quiero que Édison alcance más cosas que yo, que sea mejor. En la Vuelta a la Juventud del año pasado fue líder, ganó dos etapas. Ese es un buen comienzo”, comentó Danny, que espera seguir compartiendo kilómetros junto a su hermano.