Rigoberto Urán dice que dará batalla en lo que resta de Tour
El colombiano espera recuperar un lugar en el podio en las dos etapas de batalla que restan en el Tour de Francia. Se ubica en cuarto puesto.
Editor del área Deportes con más de 30 años de experiencia en el cubrimiento de fútbol y todas las disciplinas olímpicas. Comunicador social-periodista egresado de la Universidad de Antioquia. Premios colectivos con EL COLOMBIANO Simón Bolívar (Deportes) y Rey de España (Conflicto urbano).
Rigoberto Urán (EF) fue este miércoles el gran damnificado del día entre los aspirantes al podio en el Tour de Francia.
No obstante, con la honestidad y sensatez que lo caracterizan, sumado a su historial en carreras de tres semanas, en las que ha mostrado gran rendimiento hasta el final, el colombiano aún no se rinde en sus aspiraciones de terminar en los puestos de honor.
En la etapa reina de la carrera, la 17, de 178,4 kilómetros entre Muret y Saint-Lary-Soulan (Col du Portet), donde el esloveno Tadej Pogacar (UAE) dio un nuevo golpe de autoridad al triunfar y consolidarse en el liderato, Rigo, por primera vez en lo que va de competencia, evidenció señales de sufrimiento.
La dureza del recorrido y el fuerte ritmo impuesto por sus rivales a 7.8 km de meta, cuando Pogacar lanzó un ataque y se fue en fuga con el danés Jonas Vingegaard (Jumbo) y el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos), fueron las causas para que Urán cayera del segundo al cuarto puesto de la general.
Sin embargo, en el ascenso definitivo al Col del Portet, cuya cima estaba situada a 2.215 metros, las pérdidas para el antioqueño no fueron mayores gracias a la magnífica labor de su compañero Sergio Higuita, quien arropó y llevó a su jefe de filas cuando más lo necesitaba.
“Me faltaron las fuerzas un poco y perdí dos posiciones muy importantes, pero vamos a seguir luchando. Mañana -jueves- es otra vez un día clave”, dijo el ciclista a la agencia de noticias EFE, luego de perder 1.49 en la llegada frente a Pogacar.
Rigo, segundo del Tour 2017, agradeció el trabajo de su compatriota Higuita. “Me ayudó mucho, sin él habría perdido el doble”. El danés Jonas Vingegaard (Jumbo) ahora es segundo en la general, a 5.39 de Pogacar, y el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos) escaló al tercer lugar, a 5.43. Urán es cuarto, a 7.17. Está ahora a 1.34 del podio.
Guarda mesura
El esloveno Pogacar consideró que la carrera no está terminada y que solo se gana “cuando pasas la línea final de los Campos Elíseos”.
“En el ciclismo puede haber mucha mala suerte y yo toco madera. Mi condición es buena, las cosas están saliendo bien. Pero queda mucho camino por delante. Este jueves será una etapa muy dura y está también la contrarreloj. Por ahora no pienso en la victoria final”, señaló el defensor del título.
El esloveno sumó su segunda victoria en esta edición, tras la contrarreloj de Laval, y tiene ya cinco en su palmarés, con las tres del año pasado. Pogacar explicó que quería apuntarse el triunfo en la etapa reina porque este Tour está teniendo pocas opciones de ganar, ya que están llegando las escapadas.
El líder, que atacó en varias ocasiones en el ascenso al col de Portet, que albergaba la meta, se quedó en el tramo final con el danés Jonas Vingegaard y el ecuatoriano Richard Carapaz.
“Carapaz no daba relevos para distanciar a los otros favoritos y Jonas me dijo que estaba haciendo teatro. Yo también lo noté. Es una táctica en el ciclismo. Cuando atacó salí por él y luego le ‘sprinté’ para ganar”, explicó.
El ciclista negó que sonriera cuando estaba haciendo la subida al col du Portet: “A veces cuando sufro parece que me estoy riendo o, quizá, es que la cámara me grabó cuando a pocos metros de la meta pasé junto a mi novia y mi familia. Ahí sentí un gran placer de verlos”.
En el equipo de Carapaz la sensación es que el ecuatoriano dio un salto para acabar en el cajón de París."La renta que tiene puede ser suficiente y queda una jornada dura y difícil en la que puede sacar un poco de tiempo", aseguró su compañero en el Ineos, el español Jonathan Castroviejo.
Carapaz aguantó los ataques de Pogacar y del propio danés y con ellos llegó al tramo final de la etapa, aunque no dio relevos para distanciar a los demás rivales.
Para este jueves, en el recorrido de 129,7 kilómetros entre Pau y el final en alto en Luz Ardiden, el colombiano Urán deberá correr de forma ofensiva para recuperar tiempo.
Será la última oportunidad para los escaladores, cuando se dirá adiós a la alta montaña con la subida al siempre temible Tourmalet, el postrero paso por encima de los 2.000 metros de la edición, y el ascenso definitivo a Luz Ardiden. Urán no baja los brazos.