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¿Fallo de la Corte pone en peligro el deportes femenino en el país?, los expertos dan su opinión sobre el tema

La decisión de la Corte a favor de Emiliana Castrillón encendió la polémica por las personas que sienten que la sentencia vulnera sus derechos e integridad.

Periodista de la Universidad del Quindío. Cuyabra hasta los huesos y mamá de un milagro llamado Mariana, amante de la salsa y apasionada por el deporte.

12 de octubre de 2025

El fallo de la Corte Constitucional, emitido el pasado primero de octubre a favor de la deportista trans Emiliana Castrillón Jaramillo, ha generado tanto apoyo como rechazo. Aunque la Liga Antioqueña de Voleibol ya inició las acciones para cumplir con la sentencia, existen voces, como la del representante a la Cámara Mauricio Parodi Díaz, que consideran que la sentencia debe ser revisada.

El debate no se limita a un tema genético, hormonal o de sexo. Hay quienes apelan a argumentos religiosos, médicos, científicos y conceptuales para defender sus posturas. Por un lado, están quienes defienden los derechos de las mujeres, quienes históricamente han luchado por décadas para obtener reconocimiento y derechos, y temen que estos se vean menoscabados. Por otro lado, quienes adoptan una visión de evolución social señalan que la nueva realidad del mundo requiere abrir el espectro para las personas que no se identifican con el sexo de nacimiento y buscan su desarrollo acorde a su sentir.

Lo cierto es que ambas partes tienen argumentos de peso, fundamentados en lo que dicta la Constitución, por lo que el debate es intenso. El impacto del fallo va más allá de un caso individual: expone a todas las ligas y federaciones deportivas del país a tener que permitir la participación de atletas trans en el deporte femenino, algo con lo que muchos están en desacuerdo.

Un panorama preocupante

La polémica y el temor en la comunidad deportiva radican en que el fallo en contra de la Liga Antioqueña de Voleibol, al ordenarle permitir la participación de esta deportista en los torneos femeninos y ajustar los reglamentos de todos los torneos, sea usado como precedente en otras disciplinas.

A nivel internacional, algunas federaciones deportivas ya incluyen en sus reglamentos criterios de elegibilidad para la participación de atletas trans, como la UCI (Unión Ciclista Internacional), World Athletics y World Aquatics. Estas entidades regulan y vinculan a sus pares nacionales (Federación Colombiana de Ciclismo, Federación Colombiana de Atletismo y Federación Colombiana de Natación).

Pensando en esto, y como medida de prevención, Parodi Díaz y varios congresistas no solo presentarán un recurso de amparo contra el fallo, sino que también radicarán el Proyecto de Ley llamado “Protección del deporte femenino y de los derechos de niñas y mujeres”. Con este se busca establecer que el criterio de elegibilidad para la categoría femenina sea biológico y genético, impidiendo la categorización por identidad de género.

Parodi Díaz argumenta: “Las mujeres han luchado mucho para tener equidad... ahora no podemos permitir que, por la puerta de atrás, les quiten derechos que ellas han luchado y ganado en la historia”. Afirma que la evolución social podría llevar en el futuro a tener categorías femeninas protegidas para niñas y mujeres, y una categoría “open” en la que participen todos los que quieran hacer deporte, pues si bien el deporte es un derecho, las categorías están reglamentadas biológicamente en todo el mundo.

Apelar el fallo

El representante sostiene que “el Estado de Derecho nos permite a los ciudadanos apelar las decisiones con las que no estamos de acuerdo, y en esta decisión creemos que la Corte Constitucional ha cometido un error grave, en contra de las niñas y las mujeres deportistas colombianas. Si permitimos que hombres compitan en torneos femeninos, entonces ya no es femenino, y que autoridades deportivas, legislativas, ejecutivas o legales como la Corte Constitucional autoricen a que un hombre que se identifica como mujer participe en categoría femenina es el camino hacia la destrucción del deporte femenino”.

Por su parte, Félix Andrés Burgos, abogado especialista y profesor de Derecho Deportivo, indica que el fallo de la Corte Constitucional “deja un precedente primordial, porque desde el punto de vista de la sociología moderna del deporte, que lo ve como una actividad para la salud, el esparcimiento, como una actividad social, y en su aspecto para el alto rendimiento establece una regulación que tienen que ajustar entidades privadas y al mismo tiempo advierte a las ligas, el Ministerio del Deporte y los Institutos de Deporte para que integren en sus políticas públicas y programas a las personas transgénero”.

Burgos expone que el debate es amplio, generando posturas desde áreas como el derecho, el entrenamiento, los derechos humanos, la medicina, la genética y la gestión deportiva.

Precisamente, para el médico Juan Diego Párraga Botero, del Comité Olímpico Colombiano, la reglamentación mundial del deporte está basada únicamente en las ramas masculina y femenina, por lo que no existe una categoría especial o para personas transgénero.

Parodi defiende esta postura, sosteniendo que “no se puede poner por encima de los derechos de las mujeres el sentimiento de un hombre que quiere ser mujer, sabiendo que las mujeres tienen derechos naturales y biológicos que las respaldan”.

Por ello, presentará un recurso de amparo ante la Corte Constitucional para que la sala en pleno, con todos los magistrados, revise la decisión, argumentando que no es suficiente el número de personas que votaron a favor (dos magistrados, con el voto en desacuerdo de Cristina Pardo Schlesinger) para tomar una decisión de tal magnitud.

“Queremos que revisen el fallo y reversen la decisión porque creemos que la Corte Constitucional tiene la obligación de defender los derechos de las niñas y mujeres colombianas para tener espacios seguros en el deporte, proteger su salud física y mental y proteger la integridad de la competición deportiva en la categoría femenina para que haya un equilibrio, y por ello, no puede permitir que hombres que se identifican como mujeres compitan contra ellas, ya que está comprobado desde la ciencia que tienen ventajas físicas”. Parodi afirma estar convencido de que los magistrados no analizaron los aspectos médicos, biológicos, científicos, técnicos, deportivos y los derechos de las mujeres para tomar la determinación.

Emiliana Castrillón, por su parte, sostiene que inició su proceso de transformación con manejo hormonal desde muy temprana edad. Al alcanzar la mayoría de edad, cambió su nombre y, en 2020, se realizó una mamoplastia para estar más cercana al aspecto que desea proyectar. Comentó también que, para competir en la rama femenina, se realiza anualmente el control de testosterona, algo que ha hecho durante los últimos 10 años.

Parodi advierte que “la persona no puede cambiar de sexo, porque el sexo se define desde tres componentes: cromosomas (XX para mujeres y XY para hombres), gonodal (ovarios para mujeres y testículos para los hombres) y genital (pene para los hombres y vagina para las mujeres). Por eso, un hombre puede mutilar su miembro, hacerse tratamiento hormonal, vestirse como mujer y solicitar que lo llamen por un nombre femenino, pero eso no lo convierte en mujer. La Ley colombiana autoriza a los mayores de edad a cambiar su identidad de género, para que socialmente se sientan cómodos, pero eso no les da derecho a competir en la categoría femenina, porque en la competencia están los cuerpos y no las identidades. Los reglamentos deportivos no pueden basarse en los sentimientos de las personas, sino que tienen que ser objetivos y garantizar que la competencia sea equitativa, equilibrada y justa.

¿Qué dicen las deportistas?

Existen voces de deportistas y padres de familia que se identifican con Parodi y consideran que la fuerza y las condiciones físicas de los hombres, incluso con manejo hormonal, son muy diferentes a las de las mujeres, lo que expondría a estas últimas a una competencia desleal y desigual.

Entre las atletas en desacuerdo con la decisión de la Corte se encuentra Carolina Restrepo Ceballos, voleibolista de Jardín, quien escribió en sus redes sociales: “Aquí quiero plasmar mi inconformidad como voleibolista y deportista. Es indignante, frustrante y devastador tener que tolerar una injusticia que desafortunadamente la justicia respalda. Lo que hemos vivido en el Suroeste antioqueño desde hace más de 8 años en el voleibol, con estas personas que cada día tienen más poder y derechos, afectando directamente al género femenino hablando desde el lado del deporte. Aclaro que respeto a todos por igual y valoro todo lo que han logrado hasta hoy, pero en el tema del deporte es muy delicado porque en cancha las cosas son a otro precio. Hemos vivido escenarios de temor, pánico y miedo al atacar o defender un balón porque la fuerza de estas personas es masculina. Prueba de ello es que en un partido que tuvimos esta semana, el rival tenía una persona transgénero, y una de mis compañeras resultó afectada por un balón que le impactó el rostro y tuvo que ser atendida por el personal de bomberos, pues el golpe le generó mareo y tuvo que abandonar la cancha”.

La misiva finaliza: “Ojalá este mensaje llegue muy lejos para que noten la inconformidad y la frustración de una jugadora y un equipo que lo único que quiere es tener una vida deportiva justa”.

La pregunta está en el aire: ¿Se defenderán los derechos ganados por las mujeres o prevalecerá el concepto de identidad sobre la biología en la cancha? El futuro del deporte femenino en Colombia pende de un hilo judicial.