Esta es la burocracia que le hace daño a la Selección Colombia
En la Selección y la Federación se han multiplicado los cargos en los últimos años, pero los logros han disminuido.
Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.
La intención del presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, de rodear a los cuerpos técnicos de la Selección de mayores con un amplio personal de colaboradores no se ha traducido en mejores resultados deportivos sino que, por el contrario, según los expertos, ha convertido a esa entidad en una institución burocrática.
Uno de los cargos más cuestionados es el que desempeña el exdefensor Mario Alberto Yepes, quien fue nombrado en 2020 como director deportivo y acompañó tanto al técnico Carlos Queiroz como a Reinaldo Rueda en el fallido proceso rumbo a Qatar.
Más allá de que se conoce que su función es la de ser un nexo entre los jugadores, cuerpo técnico y directivos, y que devenga un alto salario, Yepes ha estado alejado de los medios y, por lo general, no ha dado entrevistas en las que explique cuál ha sido su rol en estos últimos años.
Además, también lo señalan como uno de los hombres responsables de que tanto el proceso de Queiroz como el de Rueda resultaran fallidos.
Amplios cuerpos técnicos
Pero no es solo el nombramiento de Yepes ni su trabajo lo que ha causado inconformidad sino también la cantidad de personas involucradas en los cuerpos técnicos, incluyendo el de José Pekerman.
Por ejemplo, Carlos Queiroz trabajó con tres asistentes, dos técnicos de rendimiento, un preparador de arqueros, un analista de video, otro analista de rendimiento, un médico, dos fisioterapeutas y un kinesiólogo.
Reinaldo Rueda, por su parte, sí rebajó esta burocracia y contó con un asistente técnico, un preparador físico, un entrenador de arqueros y un analista de video. Aunque muchos creen que por ser colombiano no le dieron las mismas herramientas que a los demás.
No hay funciones claras
En la Federación las cosas no cambian. Además del presidente Ramón Jesurún está el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, y el de la Difútbol, Álvaro González, que ofician como vicepresidentes.
Hasta ahí todo normal, pero después vienen una cantidad de vocales que tampoco tienen una función definida y clara como Juan Fernando Mejía, Claudio Cogollo, Luis Gabriel Miranda y Elkin Arce.
Sin embargo, en diálogo con EL COLOMBIANO, Ramón Jesurún negó que haya burocracia y dijo que cada cargo es analizado de manera minuciosa. “No es cierto, Pekerman no tuvo más de 7 colaboradores, los mismo que Queiroz y Rueda. El fútbol de hoy genera otras funciones y se necesitan personas para cumplirlas, pero pienso que burocracia no hay y nunca ha existido”.
Mejor calidad que cantidad
Frente a estos señalamientos, el exseleccionador nacional Luis Augusto “Chiqui” García manifestó que antes que cargos, la Federación se debería preocupar en crear más ligas profesionales, más campeonatos nacionales, entregar más becas para entrenadores, mejorar los escenarios deportivos, entre otras falencias.
“Estos aspectos son más importantes para el crecimiento de nuestro fútbol que los de llevar y llevar personas que al final no aportan lo que se espera”, argumentó el entrenador bogotano.
Al respecto, Carlos “El Pibe” Valderrama indicó que la burocracia no es el problema sino la calidad de las funciones que cumplen las personas que acercan a la Federación. “No se trata de la cantidad de funcionarios, pero sí de calidad en su desempeño. ¿Dónde están sus logros? Deben justificar así su labor, porque si no, entonces no sirven”.
Por su parte, el exdefensor Jorge Bermúdez dijo que hoy los cargos se justifican con el tema de los asesores: “Ahora hay ayudantes para mirar los porteros, la defensa, los volantes y también el ataque. Ya no entrena uno solo como antes, sino como cinco personas más”.
En fin, si hay algo claro respecto a este tema es que la burocracia hace daño y en los últimos años, tras el Mundial de Rusia 2018, ha generado falta de claridad y división entre afición y Federación