Fútbol Colombiano

Pese a incidentes, apertura del estadio para ambas hinchadas continuará

Comunicador social periodista de la U. de A. Sigo el fútbol profesional y aficionado, la gimnasia, el voleibol y las otras disciplinas del ciclo olímpico. Redactor de El Colombiano

21 de marzo de 2016

El fútbol en su esencia con rojos y verdes mezclados para disfrutar el clásico antioqueño. Esa fue la sensación en la mayor parte del tiempo ayer en el estadio Atanasio Girardot y sus alrededores, donde se buscaba integración y respeto por el contrario.

“Convivencia en el fútbol”, fue el mensaje de los hinchas escarlatas en el tifo previo al partido en la tribuna Oriental, donde hubo un infortunado enfrentamiento entre algunos hinchas antes del pitazo inicial del juez Wílmar Roldán.

Al final, en la salida y tras el empate 1-1, la Policía tuvo que utilizar gases lacrimógenos para controlar una pelea por el sector de Obelisco.

El reporte del Secretario de Gobierno de Medellín, Gustavo Villegas, dio cuenta de tres riñas y 30 personas conducidas, en su mayoría por intentar ingresar al estadio en estado de alicoramiento y porte de armas cortopunzantes.

Pero independiente de la insensatez de una minoría, como lo señalaron el alcalde de Medellín Federico Gutiérrez y el General José Acevedo, “esos hechos mínimos no opacaron el espectáculo”. La medida de permitir el ingreso de hinchas de ambos equipos a los clásicos, seguirá vigente.

La mayoría de aficionados asumieron en serio el compromiso y se gozaron la cita, como los hermanos Milena y Jorge Grajales, seguidores de Nacional, que se citaron desde temprano con Jorge Restrepo (seguidor del DIM) y su hija Sandra (verdolaga), para almorzar y luego vivir la fiesta futbolera.

“Celebramos la medida que permitió juntarnos de nuevo en el estadio, el ambiente es espectacular y esperamos que se repita”, coincidieron mientras, pletóricos, buscaban el ingreso.

Desde Rionegro llegó un grupo con seguidores de los dos equipos. Sobresalían Astrid Gutiérrez y Jonathan Ospina, una pareja de novios que, cogidos de las manos, ingresaron raudos al escenario. Hace dos años que no disfrutábamos de un clásico, nos estábamos perdiendo esta dicha”, relató la mujer que tenía puesta una camiseta del Poderoso, ante la aceptación de su prometido, del verde.

Como ellos, muchos aficionados paisas, de corazón verde o rojo, se juntaron para disfrutar del tradicional duelo y, de paso, ratificar su compromisos de paz en el fútbol.