Fútbol Europeo

Suramérica, un destino en alza

El mercado de transferencias

de la región deja, hasta ahora, un balance sin precedentes.

Soy periodista porque es la forma que encontré para enseñarle a mi hija que todos los días hay historias que valen la pena escuchar y contar.

13 de agosto de 2019

Al fútbol suramericano desembarcaron, en este mercado de transferencias, varios jugadores de primer nivel provenientes de Europa que en otro momento solo engrosaban la extensa lista de especulaciones entre los clubes de la región.

Por ahora van 10 futbolistas confirmados para jugar en Conmebol, que se privaron de jugosos salarios en ligas de alto poder adquisitivo o eligieron abandonar Europa aún teniendo mercado en rentados competitivos.

El más sonado fue Dani Alves con su llegada al Sao Paulo. El futbolista más ganador en la historia (41 títulos) fue recibido por 40.000 hinchas del equipo del cual siempre se declaró hincha y que no gana un título desde 2012.

Junto a él llegó al club paulista, como agente libre, el lateral español Juanfran (Juan Francisco Torres), uno de los máximos ídolos del Atlético de Madrid y campeón de Eurocopa con España.

Y si Sao Paulo le apunta con estos hombres a vencer en la Libertadores 2020, Flamengo quiere ganarla en diciembre. Por eso firmó al lateral Rafinha (33 años), quien se despidió del Bayern de Múnich con honores.

Las otras cartas fuertes del elenco en el que juega Orlando Berrío son el lateral izquierdo Filipe Luis, otro histórico del Atlético, además de campeón de Premier League con Chelsea, y uno con el que están cerca de llegar a un acuerdo: el italiano Mario Balotelli, quien firmaría un contrato por US$5,6 millones de salario por apenas 18 meses sin contar premios y bonos.

La trilogía de clubes brasileños que derrocharon dinero para repatriar estrellas de Europa es el Palmeiras , quien cuenta con el colombiano Miguel Ángel Borja, que contrató a Ramires, volante multicampeón del Chelsea y quien alcanzó a estar en 2016 entre los 10 futbolistas mejor pagos en el planeta, con los US$14,5 millones al año que le brindaba Jiangsu Suning FC de China.

Con Ramires (32 años), llegó Luiz Adriano (32), uno de los niños mimados del fútbol ruso, quien pondrá sus goles al servicio del Palmeiras por US$2,8 millones.

En Argentina, Boca Juniors, no se quedó atrás y contrató probablemente al jugador europeo más importante que haya venido a Suramérica: el italiano Daniele de Rossi, campeón mundial (2006) y emblema de Roma, que rechazó ofertas de la MLS (EE. UU.).

Boca repatrió a Eduardo Salvio, uno de los mejores extremos del fútbol portugués en la última década, y quien con 29 años aún tenía un amplio mercado en Europa.

La última de las grandes contrataciones provenientes de Europa es el ecuatoriano Antonio Valencia, único latinoamericano en portar la cinta de capitán del Manchester United en su historia y que, a pesar de tener solicitudes de equipos ingleses, decidió volver a su país para vestir la camiseta de Liga de Quito.

Ecos de la final en Madrid

Para Juan Carlos Ángel, experto en marketing deportivo de la Universidad Javeriana, aunque se trata de casos específicos de clubes que pueden pagar grandes sumas, la percepción acerca del fútbol suramericano en Europa ha mejorado, y un hecho puntual fue la final de la Libertadores en Madrid entre River y Boca.

“Para nosotros fue un gran fiasco, pero la imagen que quedó en el exterior fue la de una región que vive el fútbol con un fervor único. Todo lo que envolvió esa final y permitió que se jugase en Madrid ayudó a vender la idea del fútbol suramericano como una aventura. Para muchos jugadores en una etapa de cierre de carrera resulta más que interesante”, destaca Ángel.

Recientemente el español Cesc Fábregas confesó en una entrevista para Super Deportivo Radio que le gustaría jugar la Copa Libertadores. “Es un torneo muy competitivo, hay jugadores con muchísimo talento, grandísimos futbolistass de Argentina y del continente en general. La verdad que sería para mí un placer ir a jugar ahí”, dijo el campeón mundial con España en 2010.

Vinícius Castro, periodista del Folha de Sao Paulo, es menos idílico. Aunque reconoce, como él mismo lo vio recientemente con Dani Alves, la pasión desbordada que genera una figura de clase mundial en una afición suramericana, cree que este fenómeno ya ha tenido antecedentes que no terminaron bien.

“Ya hubo antes una ola de regresos de enormes cracks: Ronaldinho, Roberto Carlos, Ronaldo. En Argentina también volvieron grandes estrellar, pero es económicamente insostenible. Los equipos brasileños vienen de una crisis generalizada precisamente por derrochar”, insiste.

Pero a la vez, acepta que es una forma de compensar la fuga de talentos. El último reporte de Fifa, señala que solo Brasil y Argentina enviaron, entre ambos, 533 jugadores a las principales ligas de Europa. Por eso tener figuras en su madurez deportiva o aunque sea en su ocaso, le sienta bien a la región.