París lista para otra semifinal de la Champions

El París Saint-Germain y Manchester City, los dos equipos que más gastan del mundo, las plantillas más caras, formadas a golpe de petrodólares con firma del Golfo Pérsico, abren este miércoles (2:00 p.m. hora colombiana) en el Parque de los Príncipes la segunda serie de semifinales de la Liga de Campeones.

Ha costado varios años e incalculables inversiones ver enfrentarse a dos equipos que comparten un mismo modelo y que persiguen una misma ambición, la de promocionar a sus respectivos emiratos, Catar en el caso de los parisienses, Abu Dabi en el de los ingleses, lo que atisba también cierta tensión diplomática.

Duelo también de personalidades en el banquillo, entre el argentino Mauricio Pochettino que se hizo con las riendas del PSG en enero pasado y el español Pep Guardiola, que a la quinta intentona al frente del City ha vuelto a las semifinales por octava ocasión en su carrera.

Todos los ingredientes están reunidos para vivir un choque de los grandes, el que promete la rivalidad entre Neymar, Mbappé y Di María, frente a De Bruyne, Mahrez y Foden.

Los franceses persiguen su segunda final consecutiva en la máxima competición europea, con la confianza de haber derrotado en las dos fases previas a dos gigantes como el Barcelona y el Bayern de Múnich, defensor del título.

City llega como uno de los equipos más en forma del continente y que regresa a esta instancia tras cinco años de ausencia y, por vez primera, con Guardiola en el timón.

Ha sobrevivido al susto del Borussia Dortmund, que lo tuvo durante 40 minutos eliminado, y ahora se mide a las estrellas del PSG.

Empate en España

Una nueva genialidad de Karim Benzema salvó de la derrota a un Real Madrid inferior al Chelsea (1-1), superado en el físico y sin aporte ofensivo en el primer capítulo de las semifinales de la Liga de Campeones, en una eliminatoria que encaró desde el conservadurismo y que se resolverá en Londres.

Pocos equipos tienen una identidad tan definida como el Chelsea de Tuchel. Rocoso, un muro difícil de superar. Equipo que desea la posesión y busca la verticalidad. La carta de presentación era clara y Zidane apostó por protegerse. Con tres centrales, no repitió la valentía de salir por un resultado que ayudase para la vuelta como ante el Liverpool. Espera una eliminatoria larga y el temor al físico desgastado de sus jugadores.

Marcelo avisó que la vuelta “va a ser diferente” y mandó un mensaje de optimismo a la afición ya que, con este resultado, el Chelsea estaría en la final de Estambul del próximo 29 de mayo