Videos | Dávinson y Luis Suárez, dos caras opuestas de la jornada de colombianos en Champions
El defensor sufrió una pesadilla con Galatasaray tras un autogol en la goleada 5-1 del Frankfurt, mientras que Luis Suárez brilló con Sporting de Portugal, generando peligro constante y rozando el gol en la victoria 4-1 sobre Kairat.
Comunicador Social-Periodista bilingüe (inglés y español). He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Hago parte de EL COLOMBIANO. Recibí premios Ovations de la NBC. Lideré el sitio web hispano de NBCOlympics.com para los Olímpicos de Beijing 2008, edité y establecí el contenido de video original para la programación en web de la Selección Mexicana en Medios Digitales de Telemundo. Responsable de la gestión editorial de la portada de yahootelemundo.com. Enviado especial al Mundial de Rusia 2018, la Copa América en Chile 2015, los partidos de clasificación al Mundial de la Selección Colombia, la Asamblea General de la ONU en 2009, y el rescate de los 33 mineros en Chile.
La Champions League volvió a dejar huella en el fútbol colombiano, aunque no siempre con las mejores sensaciones. Este jueves, los cafeteros vivieron emociones encontradas: mientras Dávinson Sánchez tuvo una noche amarga con el Galatasaray en Alemania, Luis Javier Suárez se convirtió en protagonista en la goleada del Sporting de Portugal, aunque la fortuna le dio la espalda a la hora de buscar el gol.
La pesadilla de Dávinson en Frankfurt
El Eintracht Frankfurt fue una tormenta imposible de detener para el Galatasaray, que terminó cayendo 5-1 en su visita a Alemania. El defensor colombiano Dávinson Sánchez fue uno de los grandes señalados de la derrota tras un infortunado autogol que abrió el camino para la goleada.
El equipo turco había comenzado soñando con un temprano tanto de Yunus Akgün a los 8 minutos, silenciando las gradas alemanas. Pero el orden se derrumbó en el minuto 37, cuando Dávinson, en su intento de despejar, terminó enviando la pelota a su propia portería. El error fue el punto de quiebre: a partir de ahí, el Galatasaray se vino abajo.
Antes del descanso, Frankfurt asestó dos golpes demoledores con Can Uzun (45+2’) y Jonathan Burkardt (45+4’), que dejaron el 3-1 en la primera parte. En la segunda mitad, el propio Burkardt amplió diferencias al 66’, y Ansgar Knauff cerró la cuenta al 75’, sellando el 5-1 definitivo. Para el central colombiano, la noche terminó siendo una de esas que ningún futbolista quiere recordar: un error que condicionó y un marcador que duele.
Luis Suárez, figura sin gol en Lisboa
En contraste, Luis Javier Suárez dejó una grata impresión en la victoria 4-1 del Sporting de Portugal sobre Kairat, aunque la suerte le negó el grito de gol. El delantero colombiano fue titular y disputó 61 minutos llenos de protagonismo: generó un penalti y estrelló dos remates en el palo.
Desde el inicio mostró su influencia. A los 19 minutos fue derribado en el área, provocando un penal que, lamentablemente, Morten Hjulmand erró. Más tarde, con un zurdazo de media distancia, Suárez estremeció el arco rival al estrellar el balón en el poste, y apenas comenzada la segunda parte (47’), un cabezazo suyo se encontró con el travesaño.
El Sporting, pese a las ocasiones desperdiciadas, encontró en su ofensiva la contundencia que Suárez mereció. Los goles de Alisson Santos, Geovany Quenda y Pedro Goncalves sellaron la goleada, mientras que Kairat apenas descontó con Edmilson en el cierre. El colombiano, aunque no anotó, se retiró entre aplausos por su insistencia y aporte al juego.
Dos destinos, una misma ilusión
La jornada dejó a Dávinson Sánchez en la amarga orilla de la crítica y el dolor por una goleada, mientras que Luis Suárez, aunque se quedó sin gol, demostró estar enchufado y con ganas de convertirse en referente en Portugal. Dos caras opuestas de la misma moneda que refleja la montaña rusa que viven los colombianos en el fútbol europeo.
Lo cierto es que la Champions apenas comienza, y ambos tendrán nuevas oportunidades para reivindicarse: Dávinson buscará revancha con un Galatasaray que necesita reaccionar, y Suárez sueña con que el próximo remate que toque el palo, por fin, termine besando la red.