Con un gol de Brayan León, el DIM venció al Junior, quedó a un paso de la final y sueña con la séptima
El Poderoso, dirigido por Alejandro Restrepo, venció al elenco barranquillero de César Farías y se ilusiona con una nueva final
Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.
Una vez más, el Atanasio Girardot fue testigo de una noche cargada de emociones, sudor y esperanza. Bajo un cielo encapotado de ilusiones, más de 30 mil fieles se congregaron en las tribunas con una certeza que les latía en el pecho: este Medellín tiene alma de campeón. Y no fallaron. El Deportivo Independiente Medellín venció 1-0 al Junior de Barranquilla y quedó a tan solo un suspiro de volver a una final del fútbol colombiano.
Fue un partido de dientes apretados, sin lujos excesivos pero con la eficacia que tantas veces le faltó al Poderoso en otros momentos de esta campaña. Este equipo de Alejandro Restrepo no siempre juega bonito, pero juega con convicción, con orden y con una determinación que emociona.
El primer grito contenido llegó en los pies de Jhon Palacios, quien empujó el balón al fondo de la red, pero el VAR, siempre implacable, sentenció fuera de lugar y silenció momentáneamente el estadio. Sin embargo, el gol anulado fue un presagio, un aviso de que el rojo antioqueño estaba mejor plantado y con más hambre que su rival.
Y antes del descanso, ese aviso se volvió certeza. Un pase largo de José Ortiz rompió líneas y encontró la velocidad de Brayan León, quien supo leer la jugada, anticiparse a la defensa y vencer con frialdad al arquero Jéfferson Martínez. El 1-0 encendió las tribunas y fue el bálsamo para una afición que sueña con volver a celebrar.
Pero como todo lo del DIM es sufrido, nada fue fácil. El segundo tiempo fue un sufrimiento con nombre propio. Junior, herido y sabiéndose eliminado, salió a buscar el empate con todo lo que tenía, pero se topó con una muralla roja y con el aliento incondicional de un estadio que no dejó de cantar, gritar y empujar. La hinchada fue el jugador número doce, y su energía pareció transmitirse a cada uno de los jugadores en la cancha.
Con esta victoria, el Medellín llegó a 10 puntos y eliminó matemáticamente al Junior de la lucha por la final. Además, dejó al Deportes Tolima colgado de un hilo, obligado a vencer a América si quiere tener alguna opción. Por ahora, el Rojo le saca ocho puntos de ventaja a los de Ibagué, y parece que solo América, a 5 unidades, podría disputarle ese primer puesto... aunque tendría que obrar una hazaña.
El cierre de cuadrangulares pinta emocionante: el domingo, a las 6:15 p.m., el DIM recibirá al Tolima en el Atanasio, y podría sellar su clasificación anticipada a la final. Después, visitará al América en el Pascual Guerrero, tal vez ya con el boleto a la disputa de la estrella en el bolsillo.
Por ahora, Medellín se permite soñar. Sueña con la séptima estrella, sueña con volver a una final, sueña con la gloria. Y lo mejor de todo: tiene argumentos, fútbol y corazón para alcanzarla.
Reviva aquí el minuto a minuto de este partido: