Juan Carlos Osorio, directo y sin pelos en la lengua en esta entrevista exclusiva
El técnico risaraldense analizó la final del fútbol colombiano, cuestiona el manejo de la Selección y busca un buen proyecto deportivo.
Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.
El técnico Juan Carlos Osorio sigue siendo un referente para el fútbol colombiano y sus conceptos siempre son valiosos. En este momento de su carrera espera tener otro proyecto importante. EL COLOMBIANO dialogó con él sobre ese tema, la final entre el DIM y Santa Fe, y otros asuntos relevantes como Nacional y la Selección Colombia.
¿Cuál es su presente?
“Como el de muchos colombianos: buscando trabajo y tratando de analizar las propuestas para decidir de la mejor manera posible. He tenido buenas ofertas, pero no ha llegado un proyecto que reúna las condiciones para que yo participe”.
¿Hay muy poco tiempo en Colombia para preparar los equipos?
“Ninguno de nosotros tiene más de 24 horas al día. Decir que no hay tiempo para trabajar es una excusa. La tecnología, bien utilizada, es una herramienta de trabajo espectacular. A través de un video que se le envíe a un jugador, este puede entender lo que uno quiere. Lo importante es saber utilizar el tiempo”.
¿Qué le pasó al Medellín en la final?
“Con todo respeto por Alejandro (Restrepo), porque está haciendo un gran trabajo, hay varias razones por las que Medellín solo le creó una opción de gol a Santa Fe en el partido de vuelta. No necesariamente el que empata en el primer partido gana en el segundo. Con todo respeto, yo no hubiera sacado a Baldomero, porque me da más posibilidades en el área rival llegando desde atrás. En Bogotá tuvieron mayores opciones, pero se falló en la definición. En el partido del Atanasio, Berrío y Baldomero no pueden bajar a tomar la pelota, ellos deben estar más arriba. Si yo decido jugar frente a un 4-4-2 con defensa de tres, la primera línea para sacar la pelota es el portero, los dos centrales y el mediocentro. Pero una vez que estoy en el tercio medio, debo hacer superioridad numérica: 3 contra 2 o 4 contra 2. Antes del partido dije que Medellín debía tener más participación de los brazos, de Palacio y de Londoño. Incluso me atreví a decir que yo pondría a Homer como central, lo pongo de brazo y renuncio a Ortiz o Palacios, pero nunca renuncio a Baldomero, porque es el penúltimo llegador, y pongo a Alvarado con más distribución. Medellín solo generó una opción de gol, y todo esto tiene que ver”.
¿Qué le pasó a Nacional? Porque uno veía que el nivel de los titulares era mucho mayor que el de sus reemplazos.
“Cuando nosotros compartimos un video con el equipo, van todos. Ahí buscamos soluciones para los que pueden jugar y para los que no. Si Edwin Cardona no está, las soluciones son estas. Lo hacemos, lo miramos y en el campo tomamos la decisión. En mi opinión, el entrenador está para captar, entrenar, debutar, consolidar, ganar un título y vender. Si los jugadores se los llevan a la Selección, bienvenido sea: la competencia es mayor y van a entrenar con mejores jugadores. El entrenador debe prepararlos para escenarios reales de juego y, si no tiene jugadores para reemplazar a los que no están, los debe buscar o forjar”.
¿Le gustan las nóminas amplias?
“Uno le pregunta al dueño con qué recurso económico cuenta para tener una nómina de 18, de 20, 22, 24 o 26 jugadores. Si uno tiene más recursos, mejor”.
Tras el exitoso Mundial de Clubes que está teniendo Jhon Arias, ¿cree que lo están utilizando mal en la Selección?
“Sí. Y Luis Díaz también es mal utilizado. Ante una defensa de cuatro, cuando la pelota va al extremo, como en el caso de Luis Díaz, se requiere que el interior que juega cerca de él alterne un desmarque de ruptura con uno de apoyo. El 9 se recuesta sobre los centrales y genera el espacio para que Luis se encuentre con el número 5 o mediocentro rival. Arias, en el otro lado, no tiene esa ventaja porque ahí normalmente juega James o Quintero, y son diferentes. Así que podría ser más influyente en el juego si lo utilizaran como lo hace Fluminense, de atacante. Arias, sobre todo en los controles y en la capacidad de ralentizar el juego, tiene cualidades únicas. Solo los jugadores de alto vuelo las tienen. Por eso creo que Arias podría hacerlo mejor en la Selección, igual que Richard Ríos”.
¿Siente que lo han manoseado con la Selección Colombia?
“Nosotros los colombianos estamos muy acostumbrados a eso, a que nos irrespeten: el sistema de salud y de educación nos irrespeta. Me parece que han sido muy poco claros con el proceso de Selección, sobre quién es el entrenador. Han sido injustos, porque no nos han dado la oportunidad, como en una campaña política, de presentar un proyecto deportivo. Eso es lo único que sugiero: que haya una selección de tres o cuatro candidatos para el próximo proceso, que sean públicos, que los escuchen, como en política, que la gente los conozca. No debe haber secretos. Todo debe ser de conocimiento público porque es por el bien del país. Y el que llegue tiene que ser un privilegiado, justamente pagado, que responda a eso, que vaya a todas las áreas geográficas y que forme a los formadores. Que nos deje un legado”.
¿Dirigiría usted al Medellín en algún momento pese a su afinidad con Nacional?
“Primero que todo, considero que Alejandro Restrepo debe continuar su proceso, porque lo aprecio y lo respeto. Que en algún momento lo haya considerado, no lo descarto. Las razones por las que no he pensado en Santa Fe (que en algún momento se me acercó), en Cali (que también lo ha hecho) o en Medellín, es porque han sido rivales de los equipos que yo he dirigido en esas plazas. La gente de Nacional no lo acogería muy bien, pero uno es un profesional. En este momento estoy sopesando y balanceando las ofertas que tengo, porque quiero dirigir. Es lo que más disfruto y necesito para el día a día. Me cuesta mucho no tener un equipo. Si en algún momento se llega a dar, es un club grande, me encanta la afición, y don Raúl es un buen señor. Pero hoy, Alejandro está haciendo un gran proceso y le ha puesto su matiz a la idea de juego. Seguramente vendrán muy buenos logros para él en el proceso que debe seguir”.