Kazajistán mostrará a su “Higuita”, hoy en Medellín
“No me puedo quedar afuera de este Mundial, ¡es en la tierra de Higuita!... Y estoy seguro que los colombianos alentarán a Kazajistán por mi apodo”. Esto se me cruzó por la mente antes del Mundial, cuando jugábamos la repesca con Polonia”.
Leonardo De Melo Vieira Leite se ríe de su reflexión. Popularmente conocido como “Higuita”, este arquero brasileño nacionalizado kazajo es pieza clave de la Selección que está en el Mundial de futsal de Colombia y es su segunda participación en el evento.
Sí, en el mismo país donde nació y fue ídolo René Higuita, un personaje con quien el protagonista de esta historia comparte algo más que el apodo.
“Por supuesto mi sobrenombre se debe a él”, afirmó a Fifa.com. “De niño atajaba pero ya jugaba con los pies fuera del área, arriesgaba y tenía el pelo largo. Entonces todos me decían ‘Higuita esto, Higuita aquello’... El apodo me acompaña desde los cinco años. Me gusta la comparación”.
“Higuita” cumplió cinco años el 6 de junio de 1991, uno después de que el verdadero René -el colombiano- saltara a la fama en el Mundial de Italia, por su revolucionaria manera de jugar con los pies como por su larga melena negra.
“Comencé a seguirlo después de heredar el apodo y se convirtió en uno de mis ídolos”, continúa el kazajo, quien ahora, a los 30 años, luce el pelo corto. “Algunos dicen que, como hago goles, deberían compararme con Rogério Ceni, pero mi estilo se identifica con el de Higuita. Espero conocerlo personalmente durante el Mundial”.
El futsal del futuro
Su capacidad para jugar con los pies le da a Higuita un rol decisivo en el esquema de su compatriota Cacau, seleccionador de Kazajistán. “El futsal es dinámico, mi equipo es muy ofensivo y tengo que ser parte de ese sistema. De ahí que ataje remates, haga asistencias y hasta algunos goles”, explica.
Uno de los tantos más importantes llegó justamente ante Polonia en la revancha de la repesca europea. Tras empatar 1-1 en la ida, mostró el camino en el duelo de vuelta al marcar el 1-0. El resultado fue un contundente 7-0 que devolvió a Kazajistán a un Mundial por primera vez desde Guatemala 2000.
Si bien el uso del arquero volante es cada vez más común, para este cancerbero su Selección practica el futsal del futuro. “Todos ponen un jugador de campo en el arco cuando necesitan que el arquero participe del ataque, pero no nosotros. Mi rol es distinto. Por eso digo que practicamos el futsal del futuro, porque cada vez veremos más arqueros jugar con los pies y no jugadores que los reemplacen cuando sea necesario”.
Ambición mundialista
Leonardo llegó a Kazajistán buscando un futuro para su familia, explica, quien también atajó en el fútbol de campo hasta que, a los 16, le dijeron que sus 1.80 metros de altura no eran suficientes. Entonces se volcó al futsal.
“En 2009 firmé para el segundo equipo del país, el Astana-Tulpar, y dos años después llegué al AFC Kairat Almaty, el más importante”. Allí ganó títulos nacionales e internacionales, entre ellos dos Ligas de Campeones de la Uefa y una Copa Intercontinental.
La naturalización “fue una consecuencia lógica”, y su figura se agigantó en la Selección. Tanto que en 2015 resultó elegido el mejor arquero del mundo por los seleccionadores y la prensa especializada.
A principios de 2016 destacó en otro hito, el tercer puesto en la primera Eurocopa de futsal de Kazajistán. Allí, marcó un gol y realizó dos asistencias. “No somos un equipo que encandila, pero cada uno sabe qué aportar y cuándo. Así logramos las victorias, tomamos confianza y esperamos llegar lejos”.
De una cosa está seguro. “Kazajistán hoy ama el futsal, es un deporte muy importante. No tengo dudas de que el país entero se paraliza para ver nuestros partidos en Colombia. Y esa es una energía muy positiva para nosotros”.
Kazajistán decidirá hoy su paso a la siguiente ronda cuando enfrente, en el Iván de Bedout, a Islas Salomón, colero del grupo E, y con otro “loco” de la portería.