Fútbol

La renovación del microfútbol colombiano está asegurada

Escritor y periodista deportivo, amante del fútbol y el baloncesto. El deporte es mi razón de ser y la idea es construir.

27 de abril de 2015

La participación de Colombia en edición 11 de la Copa Mundo de fútbol de salón en Bielorrusia sirvió para ratificar que “su país es potencia en fútbol de salón, porque tiene calidad, continuidad e inversiones”, reconocido por Mario Giménez (presidente de la Confederación Suramericana de la actividad).

Gracias al proceso liderado por el estratega Jaime Cuervo, el compromiso de una generación valorada en el exterior por su estilo de juego y liderada por John Pinilla (considerado el mejor del mundo por los expertos del micro, así lo galardonaron el sábado), la Selección se convirtió en la segunda nación en alcanzar tres coronas en la historia del campeonato igualando a Paraguay.

Respondiendo a las expectativas, sin dejarse intimidar del compromiso y mostrando madurez a la hora de las adversidades, solo las tuvo ante República Checa y Rusia, Colombia fue el referente del Mundial en Europa con sus seis victorias (incluyendo el 4-0 de la final ante Paraguay al que también le ganó el título en 2011 por 8-2), porque el mismo Anatoly Smal, entrenador de Rusia, referente del micro en el Viejo Continente, resaltó “su buen manejo, movilidad, efectividad y superioridad sobre los rivales”.

Eso se dio, resalta Jaime Cuervo, al compromiso de todos los jugadores con el deporte y el país, porque además de interpretar bien los libretos y variantes en la cancha, siempre quieren demostrar que el fútbol de salón colombiano es de alta calidad y

profesional.

“El microfútbol es un deporte de conjunto que va a dos finales seguidas y eso es récord, más ahora en Europa donde demostramos el poder, la fuerza y la jerarquía gracias a que planificamos bien y llevamos siete años maravillosos por el talento de los muchachos y la gestión administrativa”, resaltó Manuel Sánchez, el presidente de la Federación Colombiana de fútbol de salón.

Por la madurez que ha generado la Liga profesional, el sentido de pertenencia que se le nota a los jugadores, desde el más novato hasta el de mayor recorrido, el combinado patrio completó el tercer título en cinco finales mundialistas que lleva desde que arrancó la historia del evento en Brasil-1982, ganó los seis partidos que tuvo en Bielorrusia y mostró que tiene renovación.

Porque así cerca de tres jugadores tengan incierta su continuidad en el equipo por la edad (John Pinilla, John Celis y Andrés Murillo) la renovación es constante, porque este deporte, lo recordó Manuel Sánchez, “es hecho y criado en las calles de los barrios del país, donde más de millón y medio de personas lo practican y se identifican con el porque es incluyente”.

Pese a que para intervenir en la edición 11 del Mundial la dirigencia tuvo que adelantar un préstamo bancario, porque la delegación apenas contó con el apoyo de Joma (dio la indumentaria), el Comité Olímpico Colombiano (prometió los tiquetes y Coldeportes, salió adelante y se dio el lujo de ser la única disciplina colectiva que representa al país en cinco finales del mundo.

Fue el buen ejemplo del Mundial

Haber retenido la corona fuera, dar ejemplo en el certamen con la planificación (estuvo una semana antes preparándose en España) y mantener el nivel de hace cuatros sirvió para que los elogios fueran constantes y los dirigentes, caso Mario Giménez, pusieran a “Colombia como el ejemplo a seguir, porque están haciendo las cosas bien desde el principio y eso fue fundamental para el nuevo logro”.

Esos reconocimientos también se fundamentan en los títulos del Mundial de 2011, el Suramericano y los Juegos Mundiales de 2014, situación que le hace pensar al orientador Cuervo que hay cuerda para rato “porque el micro nacional habla con trabajo, calidad y títulos”, lo que ilusiona para seguir con este proceso hacia Misiones-2019 donde seguramente se hará la edición 12 del Mundial masculino que hace 21 años tiene el sello de calidad colombiano.

Si bien la primera victoria en Europa podría ser la despedida de algunos jugadores que están cumpliendo su ciclo en el conjunto nacional por su edad, más no por la falta de talento, también se puede concluir que fue la oportunidad para que se proyectaran, “de eso no hay dudas”, recordó el asistente Viviano Mena, a jóvenes como Diego Castillo (santandereano), Dimas Rodríguez, Cristopher Martínez y Felipe Echavarría.