Hellen brilla en Toronto en memoria de su padre
Hellen Andrea Montoya logró dos medallas de oro en el patinaje de carreras. Su papá falleció cuando apenas tenía cinco años.
Editor del área Deportes con más de 30 años de experiencia en el cubrimiento de fútbol y todas las disciplinas olímpicas. Comunicador social-periodista egresado de la Universidad de Antioquia. Premios colectivos con EL COLOMBIANO Simón Bolívar (Deportes) y Rey de España (Conflicto urbano).
Las dos medallas de oro que consiguió en los 200 metros contrarreloj individual y los 500 metros velocidad ubican a la patinadora Hellen Andrea Montoya Ríos como la colombiana más laureada, hasta el momento, en los Juegos Panamericanos de Toronto-2015.
La emoción, a pesar de la distancia, llegó hasta el barrio Nueva Floresta, de Cali, donde nació y creció esta chica de 21 años que festejó con la bandera tricolor sobre sus hombros alrededor de la pista.
Esmeralda Ríos, de 42 años, es hoy una mamá orgullosa y feliz. Cuenta que la familia y los amigos de Hellen no caben de la dicha por las recompensas que está recibiendo esta deportista de 1,67 metros de estatura, 57 kilos de peso y tez trigueña.
Mientras habla de su hija resalta su nobleza, “pues todo lo que consigue lo invierte en la casa”. La dedicación y la responsabilidad son los valores que más resalta de esta bachiller del Centro Educativo Comfandi Miraflores, de Cali, y que en la actualidad está dedicada de lleno al patinaje.
Esmeralda rememora que los primeros patines se los dio cuando tenía tres años y de ahí en adelante, en cada traído del Niño Dios, era lo primero que pedía.
Pese a su apego por ese deporte, le ofreció otras alternativas. La llevó a la Unidad Deportiva Panamericana de la capital vallecaucana para que eligiera, pero nada la hizo cambiar. Siguió sobre ruedas.
Se aferró a esta disciplina y ahora recoge los frutos, gracias al acompañamiento familiar y a sus genes deportivos. Su padre, fallecido cuando ella tenía cinco años, fue Carlos Montoya, exjugador (zaguero) del América de la generación de Frankie Oviedo, John Fredy Tierradentro y Jersson González, quien es su padrino.
Por ahora disfruta sus triunfos, como ya lo había hecho como juvenil en el Mundial de Bélgica 2013 donde logró dos oros y una plata, y en el de mayores de Argentina 2014 cuando subió tres veces al primer lugar del podio y dos al segundo, todos en la velocidad, modalidad en la que le ganó la casilla en la Selección a Jercy Puello, la más ganadora de los patinadores nacionales en mundiales y que se convirtió en su amiga.