“No es tan grave como muchos dicen”: Johan
Diez días después de su incidente con el Tránsito de la ciudad, el volante habló y encendió los rumores sobre su salida.
Comunicador social y periodista de la UPB. Disfruto de un libro de Saramago, un regate de Iniesta y un drive de Federer.
El presente del Poderoso parece tener pocos lunares: líder del torneo, la segunda mejor defensa del certamen y clasificado con tranquilidad a las finales.
Uno de esos puntos que aún genera discordia en las filas rojas es la situación de Johan Arango. El vallecaucano rompió ayer el silencio con la prensa, diez días después de negarse a un control de alcoholemia del Tránsito.
Respecto al tema, el 10 expresó que no es tan grave como muchos lo han dicho. “Es tanto el control que hacen que si uno no accede a la prueba (de alcoholemia) le inmovilizan el carro y le quitan la licencia. (Sin embargo) Yo tengo mi carro”. Argumentó que la madrugada del 8 de mayo, después de la victoria en el clásico, era su día libre y que estaba compartiendo con su pareja. “Ni siquiera iba manejando el carro”.
Arango lamentó no haber podido dar más de su fútbol en el rojo y dejó entrever que su continuidad no está asegurada. “Triste por jugar poco, pero sé que muchos equipos quieren contar conmigo”.
Esta declaración prendió los rumores sobre que, finalizado el torneo, saldría de la institución. El presidente del club, Eduardo Silva, manifestó en DIM Radio que son falsos. “Lo estamos acompañando porque ha tenido algunos tropiezos, pero seguimos trabajando para que tenga un buen rendimiento deportivo”.
Lo más claro en el futuro de Johan es que no viajará a Tunja para el partido contra Chicó, según confimó su entrenador Leonel Álvarez.
Planear con tranquilidad
El técnico del DIM se muestra tranquilo con el presente de su equipo y planifica los dos encuentros previos a los cuartos de final: Chicó y Millonarios.
Con las ausencias de Luis Carlos Arias, Leonardo Castro y Juan Fernando Caicedo, más la duda de Didier Moreno, el orientador piensa en darles rodaje a los que no han tenido tanta oportunidad, usar juveniles, manejar las amarillas y recuperar a los lesionados. “Hay que arropar a los que no juegan tanto para que suban su nivel” remata el timonel.