Del meme a la gloria: así fue la redención de Ousmane Dembélé para pasar de ser una burla al “mejor jugador del mundo”
El futbolista francés, de 28 años, no tuvo un buen rendimiento cuando estaba en el Barcelona español, del que salió en 2023.
Con la marcha de Kylian Mbappé al Real Madrid, parecía abrirse un abismo bajo los pies del París SG. Pero emergió entonces la figura de Ousmane Dembélé, hasta entonces lastrado por las lesiones y a la sombra de otras estrellas, quien asumió la responsabilidad, y lo ha visto recompensado con un Balón de Oro.
Tachado durante años de inmaduro, frágil físicamente, e impreciso de cara a gol, Dembélé dio un paso al frente para llevar al PSG al cielo europeo y convertirse este lunes en el sexto jugador francés en conquistar el preciado galardón individual.
Esta recompensa corona la increíble temporada 2024-2025 de ‘Dembouz’, elegido mejor jugador de la Ligue 1 y de la Liga de Campeones. El ex del FC Barcelona ha sido capaz de añadir a su juego desequilibrante una precisión desconocida en él de cara al arco rival, reflejada en sus 35 goles en 53 partidos entre todas las competiciones (Ligue 1, Liga de Campeones, Copa de Francia, Mundial de Clubes y Supercopa de Francia).
Muy mejorado su precedente mejor registro, de 14 goles en 2018-2019 con el Barça, Dembélé, actualmente lesionado en el muslo, firmó de lejos la mejor temporada de su carrera.
El pasado invierno europeo, el extremo ambidiestro marcó sendos tripletes consecutivos ante el Stuttgart en Champions, y contra el Brest en Ligue 1, el inicio de su galopada hacia el Balón de Oro.
¿Por qué Dembelé tuvo un año “extraordinario” con el PSG?
“Hizo una temporada fuera de lo normal, eficaz de cara a gol, pero cuando se ve todo lo que aporta en el terreno de juego en la construcción, todos sus esfuerzos defensivos, es simplemente extraordinario”, valoró su compañero en el PSG Désiré Doué.
“Yo daría el Balón de Oro a Ousmane Dembélé, simplemente por su manera de defender”, estimó el técnico español después del título en Múnich ante el Inter de Milan (5-0). Dembélé sucede a Karim Benzema en 2022, a Zinédine Zidane en 1998, y a Raymond Kopa, Michel Platini y Jean-Pierre Papin como los jugadores franceses coronados como los mejores del mundo.
El Balón de Oro es “es el grial”, había declarado Dembélé al periódico Le Monde a finales de agosto. Y lo ha encontrado en su primera presencia entre los 30 finalistas. Luego de su llegada a París en el verano de 2023, Dembélé ha ido escalando posiciones en el rol jerárquico del conjunto parisino.
Considerado por Luis Enrique como “el jugador más desequilibrante” del mundo, se convirtió en la referencia ofensiva del equipo a petición de su entrenador en el verano de 2024 tras la marcha de su amigo Kylian Mbappé al Real Madrid.
Pero ese paso al frente no es sólo cosa de su entrenador.
El jugador nacido en Vernon, en Normandía, que creció junto a su madre y cuatro hermanos en el barrio popular de la Madeleine en Evreux, a una hora en coche de París, cuenta ahora con un grupo de especialistas a su cuidado.
Un preparador físico, un nutricionista, un analista de video, pero sobre todo su agente Moussa Sissoko, y el fiel amigo con el que creció, Moustapha Diatta, le han ayudado a confiar en sí mismo, a no lesionarse tanto gracias a una vida más sosegada.
El exjugador del Rennes, de físico poco imponente, ha cambiado su forma de jugar, realiza menos carreras y regates, juega más al pase y ha aprendido a encontrar la mejor posición para ver puerta.
En el vestuario “soy un gracioso con todo el mundo”, cuenta Ousmane Dembélé, a menudo sonriente mientras sus compañeros muestran gestos serios y de concentración.
Amante de la moda, del cantante Charles Aznavour, pero también de documentales de animales o sobre historia, Dembélé es padre de una niña de ocho años. Dicen de él que es casero. Ahora deberá buscar hueco en su domicilio para un Balón de Oro.