En Bruselas Caterine le dio más brillo a su cuarto diamante
Comunicador Social-Periodista bilingüe (inglés y español). He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Hago parte de EL COLOMBIANO. Recibí premios Ovations de la NBC. Lideré el sitio web hispano de NBCOlympics.com para los Olímpicos de Beijing 2008, edité y establecí el contenido de video original para la programación en web de la Selección Mexicana en Medios Digitales de Telemundo. Responsable de la gestión editorial de la portada de yahootelemundo.com. Enviado especial al Mundial de Rusia 2018, la Copa América en Chile 2015, los partidos de clasificación al Mundial de la Selección Colombia, la Asamblea General de la ONU en 2009, y el rescate de los 33 mineros en Chile.
Sin dudas la colombiana Caterine Ibargüen es la reina de los cielos en la actualidad y con un salto de 14,66 metros revalidó su título de la Liga de Diamante, por cuarta vez, ayer en Bruselas.
Con el mismo carisma de siempre, la campeona olímpica superó a sus rivales en el estadio Rey Balduino, en el que ella fue la reina.
Además del triunfo de ayer, Caterine ganó esta temporada en Doha, Rabat, Roma, Mónaco y Lausana. Únicamente dejó escapar la victoria en Birmingham frente a la kazaja Olga Rypakova.
La Federación Internacional de Asociaciones Atléticas resaltó este nuevo triunfo de la colombiana y en sus redes sociales manifestó lo siguiente: “Imparable Ibargüen, la campeona olímpica ganó el triple salto en Bruselas con 14 metros y 66 centímetros”.
Horas antes, en su cuenta de Twitter, la deportista había escrito: “lista para la última batalla. Liga de Diamante Bruselas de la mano de Dios”. Precisamente, por sus palabras, fue esa mano la que la elevó sobre sus rivales más fuertes: Olga Rypakova, quien culminó con un salto de 14,41 y la portuguesa Patricia Mamona, que saltó 14,16. No estuvo la venezolana Yulimar Rojas.
Tras la competencia Ibargüen volvió a agradecer el apoyo de los colombianos y dijo que le había traído suerte la visita que le hizo al embajador colombiano, Rodrigo Rivera, y a su familia en Bruselas. Al final de la competencia se robó el show al darle un abrazo a una persona de la organización disfrazada de pitufo que simulaba pedirle un autógrafo.
De esta manera Caterine demuestra que estará en la cima del triple por un largo rato.