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Nelson Crispín ya luce la de oro

El santandereano alcanzó marca mundial al registar un tiempo de 2.38,12. Esta es su historia.

Cazador de historias. Futbolista frustrado: me tocó gambetear con las palabras.

26 de agosto de 2021

La señal de arranque sonó. El colombiano Nelson Crispín Corzo, de 29 años y 1,35 m de estatura, se encontraba por el carril cuatro.

Una inmensa piscina lo separaba de la medalla de oro que, en los Juegos Paralímpicos de Río-2016, le fue esquiva en tres ocasiones cuando se quedó con la plata. Pero el santandereano estaba hecho para la gloria. Se lanzó al agua y comenzó a batallar.

Crispín fue invencible durante 2.38,12, tiempo que le bastó para recorrer los 200 metros que lo distanciaban del triunfo. Detrás de él arribaron el ruso Andrei Granichka (2.40,92) y el chino Hongguang Jia (2.41,29).

Cuando finalizó la prueba, Nelson se quedó aferrado al muro de la piscina y no lo soltó hasta que el resto de los competidores terminaron. No era para menos. Había acabado de ganar el oro, el cuarto para Colombia en la historia de sus participaciones en los Juegos Paralímpicos. Además, impuso marca mundial.

Tras subir al podio, el nacido en Bucaramanga, quien sufre acondroplasia, enfermedad que afecta el crecimiento óseo de los cartílagos, dijo que la prueba de los 200 m combinados la había preparado durante años. Su relación con el agua comenzó hace tres lustros.

Crispín tenía 14 años y pasaba por lo que él califica como una de las etapas más duras de su vida: “Antes de iniciar en el deporte yo me encontraba en un proceso de aceptación conmigo mismo. Recuerdo que acompañé a mi hermano a las
piscinas olímpicas y conocí a mi actual entrenador -William David Jiménez-, quien me invitó a practicar deporte, cosa que, para ese momento de mi vida, cayó muy bien”.

El deportista tuvo que empezar de cero. Según le confesó al Comité Paralímpico Colombiano, al principio no sabía nadar: “Entrenaba con intermitencia. Unas veces iba y otras no, pasaban los días y después de un tiempo fui mejorando y encontré la disciplina que necesitaba para poder competir”, mencionó el medallista Crispín.

Finalmente, sostuvo que “a veces uno no quiere seguir. Pero es ahí cuando se da cuenta de lo importante que es competir y ganar. La felicidad que genera esto para la familia y para uno mismo, el cantar el himno nacional y poder realizar lo que a uno le gusta, ahí me enfoco”.

Al cierre del segundo día de competencias en los Paralímpicos, Colombia obtuvo además dos diplomas con Cristina Poblador (pesas) y Alejandro Perea (ciclismo). La delegación completó seis diplomas y una medalla, ubicándose así en la posición 20 de la tabla general