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Fatimah, diamante del arco en Irak

Es la única de su nación que estará en la Copa Mundo de Medellín, en la que aspira brillar como en otras ocasiones.

Comunicador Social-Periodista, apasionado de las historias, amante de los deportes. Trabajé en el periódico El Mundo y actualmente hago parte de EL COLOMBIANO.

10 de mayo de 2016

Confiesa que su cabello es tan largo que le llega a la cadera. Al preguntarle que si lo puede exhibir, de inmediato se sonroja y contesta, en inglés, “impossible”. Su religión y costumbres se lo impiden.

“Solo lo observan mis familiares cuando estoy dentro de casa”. Prosigue Fatimah Almashhdani, a quien la abaya -traje típico de Irak-, que lleva puesta, le cubre toda su cabeza y gran parte del cuerpo. Aunque su rostro, que tiene rasgos colombianos, como asegura su padre Saad Almashhdani, sí está al descubierto.

Por su vestimenta atrae las miradas en Medellín, ciudad que pisa por primera vez, pero por el talento que posee y que la tiene como una heroína en su país, podría robarse los elogios esta semana intentando ser protagonista en la Copa Mundo de tiro con arco. Y tiene con qué.

“Me esfuerzo para escalar alto en este deporte, porque uno de mis objetivos es regalarle alegrías a mi país”, responde con firmeza, así como cuando sus flechas dan en el blanco. Ella es la única medallista de oro mundial que ha tenido Irak en su historia deportiva.

En esa nación del suroeste de Asia, cuya capital es Bagdad y que registra cerca de 32 millones de habitantes, Fatimah representa lo que Lionel Messi en Argentina: es un astro.


Fatimah Almashhdani nació en Irak, pero domina el idioma inglés tan bien como su arco, implemento con el que se puso la meta de darle una imagen diferente a su país. Y ¡vaya que lo ha logrado!

Se ve tímida e introvertida, y más por la vestimenta que lleva encima, que solo le deja ver parte de su rostro y de sus manos. Sin embargo, cuando se expresa y dispara sus flechas denota lo contrario.

Su padre, Saad Almashhdani, presidente de la Federación Iraquí de Arco, la describe como inteligente, luchadora y valiente. Y tal vez esos valores han llevado a Fatimah a pisar firme en el deporte, en el que es la única atleta, de todas las disciplinas de su país, en ser campeona mundial.

Dicho logro, que obtuvo el año pasado en Yankton, Estados Unidos, permanece intacto en su mente y es el que le permite seguir soñando en grande.

No olvida que al retornar a su tierra fue recibida por un río humano al bajarse del avión. Recuerda que durante días, los medios de esa nación asiática abrieron sus magacines con su gesta y no con los problemas sociales que los aquejan.

Además fue condecorada como la mejor deportista del año en Irak. “Esto me llena de confianza para seguir luchando por cosas grandes”, dice Fatimah, quien en 2014, en Turquía, ya había dado un claro aviso de las cualidades que poseía al ganar la medalla de plata en arco compuesto de la Copa Mundo, en la que se dio el lujo de vencer a las tres representantes colombianas en competencia: Maja Marcen, Alejandra Usquiano y Sara López, la número uno del mundo en esta modalidad.

Ahora, al presentarse por primera vez en Medellín, donde cumplió 18 años el pasado domingo y con motivo de una nueva Copa Mundo, Almashhdani quiere volver a lucirse para darle más alegrías a su tierra, pues como afirma, los triunfos deportivos generan alivio entre sus coterráneos.