Ibargüen, por el salto mayor
Tras revalidar su título mundial en China, a la atleta colombiana solo la desvelan dos objetivos: el oro olímpico y el récord mundial. Va por ambos.
Comunicador Social-Periodista bilingüe, amante de los deportes. He trabajado en Radio Bolivariana, RCN y Telemundo. Actualmente hago parte de El Colombiano.
El récord mundial y la medalla de oro en Río de Janeiro-2016. Esos son los objetivos de Caterine Ibargüen tras revalidar ayer el título en el Mundial de atletismo de Pekín, con un salto de 14.90 metros. “No hay límites, la clave está en fijarse una meta, ponerse objetivos grandes, nada que valga la pena es fácil”, dice continuamente la atleta colombiana en las entrevistas y ese pensamiento es el que la ha llevado tan lejos.
El gerente de Indeportes Antioquia, Mauricio Mosquera, destaca también otras virtudes en la campeona mundial: “consistencia es la palabra que define su trabajo. No solo tiene la capacidad física, sino la fortaleza mental para mantener el nivel que ha alcanzado en los últimos años”.
Cuenta Mosquera que en las últimas conversaciones que ha tenido con ella queda claro que está mentalizada en la presea dorada en Río 2016. Y asegura que “tiene clara la ruta y el hacer parte del circuito mundial, sumado a un detallado cuidado físico que seguramente la tendrán en la pelea por el oro olímpico”.
Pero mientras Caterine hace alegrar al país con cada una de sus hazañas, los que más sienten sus triunfos como propios son los habitantes de su natal Apartadó.
Allí, Wílder Zapata, primer entrenador de la atleta, contó que la celebración de esta conquista desató un carnaval en la región, sobre todo en las casas de sus familiares.
Zapata está seguro de que el oro olímpico de Caterine será realidad el próximo año.
“Solo una lesión u otra situación extraordinaria no permitirían que alcanzara la medalla. Desde muy pequeña viene consiguiendo sus objetivos y su disciplina es un ejemplo para todos los deportistas que surgen”.
En la casa de la abuela que la crió, doña Ayola Rivas, se escuchaban gritos y risas. Por la línea telefónica se filtraba toda esa algarabía. Ella, pausada pero con voz emocionada, dijo que Caterine se ha convertido en el símbolo de un país que está ávido de noticias buenas como las que su nieta le entrega. “Ella le da alegría a Colombia y está feliz con lo que hace. Es un orgullo”.
Otro de los que ha contribuido a la carrera de Caterine es el entrenador Leisner Aragón que cree que en Río-2016 tendrá la posibilidad de alcanzar la presea dorada y el récord mundial. “No deja nada a la suerte y ahí están los resultados. En su disciplina cualquier error pesa, por eso es perfeccionista. Sigue en etapa evolutiva y en Río seguro alcanzará la anhelada presea y quedará muy cerca del récord mundial (15.50 metros)”.
Con él coincide la cubana Regla Sandrino, la última entrenadora que Caterine tuvo en Colombia antes de radicarse en Puerto Rico: “nunca dudé de lo que Caterine ha logrado, como tampoco dudo de que pueda lograr el oro olímpico. Ella goza lo que hace, su alegría y su humildad la seguirán haciendo llegar lejos”.