¡Invencible!
Emanuel Mendoza nació en El Bagre y es el más fuerte del país. Se prepara para dos torneos internacionales.
Periodista de la Universidad del Quindío. Cuyabra hasta los huesos y mamá de un milagro llamado Mariana, amante de la salsa y apasionada por el deporte.
Detrás de sus 1,84 metros de estatura y sus 177 kilos de peso está un hombre tranquilo, pausado, sereno, de voz suave, que evita al máximo las confrontaciones aunque tiene fuerza para mover un camión de 16 o 20 toneladas.
Claro que eso no es lo único que Emanuel Mendoza Mosquera mueve, también lo hace con llantas de 500 kilos, camina con yugos de 380, hace peso muerto con cargas de 300 k, sentadillas con pesas de 350 y banco plano con 280 k. Todo un súper humano, un “strogman”, que está certificado como el hombre más fuerte de Colombia.
Desde muy pequeño mostró fascinación por esta disciplina. Siempre seguía por televisión los programas que transmitían las competencias, y se puso como meta ser uno de ellos.
Primero pasó por el rugby, deporte que le ayudó para salir de El Bagre con su familia, gracias a lo que ganó como integrante de las selecciones Antioquia y Colombia. Luego estuvo en boxeo y artes marciales, sin perder el objetivo de ser “strongman” (hombre fuerte).
En 2016 una publicidad en redes sociales, promocionando el hombre de más poder de Colombia, lo motivó, se inscribió, se preparó y como novato se llevó el título en Bogotá.
A pesar del temor que sintió en su primera competencia fue mayor la emoción de cumplir su sueño y comprobar que eso era lo que quería seguir haciendo.
Por eso desde ese año se ha concentrado en ganar peso, potenciar su cuerpo y prepararse para lograr su gran meta: estar entre los 10 más fuertes del mundo.
Además del ejercicio debe comer 7 veces al día, una alimentación alta en carbohidratos, proteínas, hidratación, frutas y verduras, para completar las 10 mil calorías diarias.
Debido a que su deporte es costoso y no cuenta con respaldo oficial, Emanuel combina su labor como instructor de gimnasio y con la prestación del servicio de seguridad en un centro nocturno.
En medio de risas cuenta que en una ocasión, mientras trabajaba, seis hombres se le lanzaron para agredirlo y al igual que en las caricaturas, empezó a lanzarlos uno por uno. “Todos salieron corriendo”, dice “Terror”, como lo llaman sus amigos y seres queridos.
Emanuel no quiere que le tengan miedo, sino que con su disciplina y dedicación busca inspirar a otros para hacer crecer este deporte. Representa a Caldas, pues en Antioquia este deporte no tiene liga.
La Copa Hércules, en México, y el Suramericano, en Brasil, son los próximos retos de esta mole de músculos y fuerza.