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De nuevo, La Nubia persigue la excelencia en babyfútbol

Soy periodista porque es la forma que encontré para enseñarle a mi hija que todos los días hay historias que valen la pena escuchar y contar.

15 de enero de 2020

Sí, ganar es importante, sobre todo si estás en un equipo que ha salido campeón tres veces en la cancha Marte-1 y en catorce años ha dejado un palmarés estadístico más que respetable.

Pero ganar es un último escalón precedido por grandes esfuerzos y eso lo han entendido muy bien en La Nubia, elenco que hoy podría volver a una semi después de dos años en el babyfútbol y acercarse al título que se llevaron en 2014, 2015 y 2017.

No solo esos procesos exitosos sino la vigencia que mantiene el equipo que llegó a esta edición del babyfútbol respaldado de varios logros durante 2019, han sido posibles gracias a una sumatoria de historias llenas de empeño, sacrificios y compromiso.

Por ejemplo, seis de los futbolistas que conforman el plantel de La Nubia, que disputará hoy ante Boca Juniors de Cali el cupo a la semifinal del torneo, viven en la casa hogar del club Arco Zaragoza, tradicional formador de futbolistas de esta y otras regiones del país.

Dejar la familia, el barrio, los amigos, para radicarse en otra ciudad, siempre es difícil, mucho más si apenas se es un niño.

El caso de Jhoiner Montiel es emblemático. El joven atacante dejó su Cartagena natal hace más de dos años para instalarse en la ciudad. Durante 2019 apenas pudo ver a sus papás en una ocasión, pero esto no amilana su sueño de alcanzar el fútbol profesional.

Además, en el club, ha encontrado un entorno que no solo le permite crecer desde lo futbolístico sino de forma integral, con disciplina, deberes y ratos alegres.

“Jhoiner, que es el que más tiempo lleva en la casa hogar, al igual que los demás niños, estudian juntos y reciben normas claras para que se desarrollen correctamente. Por ejemplo, en tanto no cumplan con sus deberes diarios escolares, no pueden hacer uso del ocio como chatear o disfrutar de videojuegos. Es una forma de que sientan que no solo nos importan por su talento sino por su calidad como personas en formación”, cuenta Deivy Mejía, entrenador de La Nubia en esta edición.

Jhoiner, junto al también atacante Leonardo Vides, otro de los que persigue sus sueños lejos de casa, han conducido a este equipo hacia el rendimiento perfecto hasta ahora en el certamen, sumando 10 goles. Además su elenco mantiene el arco invicto en las cuatro victorias conseguidas, que lo ubicaron en la fase de cuartos de final.

Los mensajes del profe

Arropar a los jugadores que vienen de afuera, así como conformar un equipo que compita al más alto nivel en la categoría, son dos ingredientes para aspirar al éxito. El otro es el toque personal del entrenador. Y, en este caso, los chicos del club antioqueño han encontrado en Deivy un líder que sabe cómo motivarlos y hacer sentir a cada uno pieza fundamental dentro de un gran engranaje.

“Hace dos años comencé a usar una charla por facetas. Primero la motivación, luego los aspectos del rival, puntos a mejorar en relación con el juego pasado y, por último, les hago un escrito donde les cuento lo que pienso, siento y quiero de cada uno. Todos han respondido muy bien a esa forma de comunicarme con ellos”, cuenta Deivy, quien ha tenido la oportunidad de disfrutar el babyfútbol en tres roles diferentes. Primero como jugador, compartiendo equipo con James Rodríguez; años después como asistente en La Nubia y ahora como su orientador.

14 años dejando huella

Si La Nubia vence a Boca Juniors conseguirá su sexta semifinal en el babyfútbol desde que debutó en 2007. De estas, logró no solo los tres títulos ya reseñados sino dos subcampeonatos (2012 y 2013).

Estar nuevamente entre los cuatro mejores de la cancha Marte no será fácil, pues al frente tendrá al representativo de Cali, equipo que se ha encargado de inscribir con méritos su candidatura para llegar hasta la jornada final del torneo. Está invicto, con 3 victorias y un empate.

Para vencer, La Nubia se inspira en campañas brillantes que lograron sus predecesores, como en la edición 2017 cuando además del trofeo dejaron números espectaculares como los 19 goles a favor en seis partidos y solo dos en contra.

De aquel equipo campeón destacaron el goleador Sebastián Girado y Nicolás Alcázar, quienes hoy se preparan para comenzar temporada con el equipo sub-20 del Real Cartagena.

Así pues, La Nubia en el babyfútbol es sinónimo de sueños cumplidos e ilusiones que se forman pacientemente. Eso sí, tienen que garantizar unión y compromiso individual para alcanzarlo.