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Sin temor a las alturas

María Paula Álvarez es la única representante del país en la serie mundial de RedBull.

07 de febrero de 2020

Por luz élida molina marín

“Quiero seguir saltando” fue su primer pensamiento cuando escuchó el diagnóstico del médico confirmándole una fractura de columna que, según el profesional, le impediría seguir en esa práctica. No obstante, para María Paula Quintero Torres eso nunca fue una posibilidad, a pesar de los 8 meses que pasó sin entrenar.

Durante ese tiempo, además de darle manejo al dolor y a tener paciencia, pues no podía realizar ninguna actividad física exigente, María Paula consultó diversos especialistas para intentar salvar su deseo de mantenerse en el deporte.

“Al principio fue muy difícil, porque varios médicos me insistían en que no podía saltar, porque podría quedar en silla de ruedas. Pero, afortunadamente, encontré al especialista Fayber Lasprilla Bueno, quien me dio una esperanza y un plan de trabajo que tengo que hacer de por vida, consistente en una terapia diaria que me permitirá seguir compitiendo”, señala en diálogo sostenido con este medio.

¿Por qué insistió tanto, a pesar del riesgo que corría?

“En ese momento pensé que estaba muy joven (tenía 16 años) para abandonar mi sueño, aunque me daba mucho susto, decidí que no iba a soltar lo que quería hacer, por lo que había luchado y entrenado tanto (desde los 6 años practica clavados). Por eso no me retiré. Afortunadamente y gracias a Dios todo salió muy bien, pude recuperarme y seguir entrenando”.

¿De donde surgió esa pasión por los saltos?

“No sé, porque a mi mamá no le gusta el deporte. Ella va, me acompaña, me ve competir, pero no es algo que la apasione como sí ocurre conmigo”.

¿Y cuándo decidió cambiar los clavados por los saltos de altura?

“Siempre me han gustado los deportes que generan riesgo y por eso me inicié en los clavados. Pero cuando Miguel García, mi entrenador, empezó a competir en los saltos de altura, vi la posibilidad de seguirle sus pasos. Orlando Duque me permitió entrenar en las plataformas que tiene en Cali y así comencé, en 2016, esta grandiosa aventura”.

¿Y cómo llega a la Serie Mundial RedBull?

“Entrené muy fuerte hasta que a mediados de 2017, cuando pude hacer bien los saltos, los envié a los organizadores del campeonato y ellos me permitieron competir por primera vez, en agosto de ese año, en Texas. Allí terminé décima. También fui al Mundial de Abu Dabi, donde ocupé el séptimo lugar, y luego a la parada mundial en Italia, donde figuré octava”.

¿Cuáles son las expectativas este año?

“Debido al buen 2019 que tuve, en el que logré podio, este año estoy, de manera oficial, en todas las paradas. Ello implica que debo prepararme de gran forma, porque también voy al Mundial que se hará en Rusia. En todas estas competencias aspiro alcanzar el podio”.

¿Cuántos días entrena y cuántos saltos hace por sesión?

“En un entrenamiento normal, antes de la fase competitiva, puedo hacer unos 100 clavados diarios en promedio. Y cuando se acerca la competencia la intensidad baja para darle paso a saltos de mayor precisión, entre 15 y 20 por sesión de lunes a sábado”.

¿Qué significa entrenar con Orlando y Miguel?

“Ha sido muy importante, muy enriquecedor porque tienen mucha experiencia. Orlando es un gran referente y hay cosas que solo él sabe, eso me ayudó mucho para mejorar, para tener ingresos más fluidos al agua y realizar ejercicios para mejorar la técnica. Además, él es muy fuerte mentalmente y en esto debo trabajar mucho”.

¿Qué consejos le ha dado?

“Uno que es muy importante: a la competencia se llega es a disfrutar. Lo celebro así y me hace muy feliz”.

¿Cuándo no está saltando, qué le gusta hacer?

“Ir a cine, ver películas y descansar”.

¿Cuál es la meta que se ha puesto?

“Quiero ser campeona, alcanzar el podio en el Mundial de Tokio y ganarme la Serie Mundial de RedBull” n