Todo lo que puede llegar a comunicar un vestido blanco
Los colores comunican y son herramientas para enviar mensajes, incluso políticos. Esto es lo que sucede con este color en particular.
Periodista que entiende mejor el mundo gracias a la música, que atrapa cada momento que puede a través de su lente fotográfico y a la que le fascina contar historias usando su voz.
La noche del 7 de noviembre, en Wilmington, la ciudad más grande del estado de Delaware, la recién elegida vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, caminó desde el costado izquierdo del escenario ubicado en el parqueadero del centro de eventos Chase Center. Saludó, todavía usando un tapabocas negro, a una audiencia eufórica, antes de dar un discurso en el que aseguró que aunque es la primera mujer, negra y de descendencia asiática que ocupa ese puesto, “no seré la última”.
El medio estadounidense e independiente The 19th, enfocado en temas de género y política, analizó el discurso, pero también se fijó en un detalle, el vestuario que Harris escogió para esa noche. Su blazer y pantalón, ambos diseñados por Carolina Herrera, eran blancos: “Harris, radiante, subió al podio el sábado por la noche vestida de blanco en un guiño al movimiento sufragista y al momento histórico en el que ahora se encuentra”.
Las sufragistas en Estados Unidos, durante las primeras décadas del siglo XX, marchaban vestidas de este color con una cinta cruzada sobre el hombro que en muchas ocasiones exigía el voto para las mujeres. En una gaceta publicada en 1913, el Partido Nacional de las Mujeres en Estados Unidos explicó que los tres colores que acompañaban su causa eran el morado, el dorado y el blanco. El morado se refería a la lealtad y la constancia, el dorado lo asociaban a la vida y la luz, mientras el blanco era “el emblema de la pureza. Simboliza la calidad de nuestro propósito”, divulgaron ellas.
Con ese antecedente, el blanco ha vuelto a sobresalir, una y otra vez, en el vestuario político de las mujeres norteamericanas. “Las primeras sufragistas vestían todo de blanco. Shirley Chisholm vestía toda de blanco para prestar juramento”, escribió en un trino Amanda Litman, quien trabajó en las campañas de Obama y Hillary Clinton y fundó la organización política Run For Something. Se refería a la primera mujer negra en llegar al congreso de ese país.
Litman continuó en su trino del 3 de enero de 2019: “Geraldine Ferraro vestía de blanco cuando aceptó la nominación a vicepresidente. Hillary Clinton vistió toda de blanco para aceptar la nominación demócrata en 2016, y hoy @AOC (Alexandria Ocasio-Cortez) viste toda de blanco. Historia!”. Ocasio-Cortez fue la mujer más joven en ocupar un lugar en el senado estadounidense.
Mensajes visuales
En la cotidianidad, tanto como en la política, la moda comunica. “A la final es una expresión de nuestra identidad y un instrumento que nos permite emitir un mensaje sin necesidad de palabras”, dice Alejandra Gómez Liévano, decana de la Escuela de Moda de la Universidad Sergio Arboleda.
Los colores en las prendas hablan. Aunque existen varias teorías que difieren entre ellas, sobre cómo comunican los colores, la percepción es un eje común: “Lo relacionamos desde pequeños con imágenes, emociones e interpretaciones”, señala Mónica Laverde, jefe de Diseño de Modas de La Colegiatura. Cuenta que son experiencias que surgen en un entorno cultural particular.
Los egipcios usaban el blanco como símbolo de pureza y guardaban relación con la divinidad, explica ella. “En la Edad Media las monarquías y los religiosos lo tomaban como símbolo de castidad”. Por otro lado, para algunos pintores representa “la posibilidad de reflejar la luz, generar contrastes”.
Su significado ha variado a lo largo del tiempo, acercándose a la “transparencia, pureza, sinceridad, claridad, liviandad”, añade la consultora en estilo de vida, Ana Lucía Jaramillo.
La silueta importa
Regresando al 2020 y a un atuendo como el que lució Harris, ese color se relaciona, considera Jaramillo, “con un tema de luz después de una circunstancia que ha habido políticamente en el que no se sabía qué se pasaba”. El blanco como sinónimo de transparencia y “símbolo femenino respaldado como una esperanza”.
Tanto Coco Chanel como Carolina Herrera son dos mujeres para analizar en este contexto. A las dos diseñadoras se les conoce, entre muchas cosas, por haber sido muy defensoras del blanco como símbolo del poder femenino, destaca Jaramillo, teniendo en cuenta, además, que la segunda fue quien vistió a la vicepresidenta elegida en Estados Unidos para esa ocasión.
Pero más allá del color, no hay que olvidar otro punto: la silueta del traje. “Chanel fue la que empezó con el ejercicio de incluir los pantalones en la mujer y luego avanzó en el ejercicio de incluir todo el traje sastre del hombre con su chaqueta-pantalón. Esas siluetas que inicialmente estaban asociadas al hombre, puestas en la mujer, eran un ejercicio disruptivo en su momento”, apunta Laverde.
En Kamala Harris, esa silueta que empezó siendo masculina, fue “ un símbolo de su logro en términos de los terrenos asociados al hombre y el blanco desde la lucha femenina y símbolo de pureza. Creo fue un mensaje contundente”, añade.
A eso se le suma “la potencia y formalidad que tiene la chaqueta tipo sastre”, destaca Jaramillo. La tela mate combinaba con el brillo de la camisa de seda que escogió, más el detalle del nudo en el cuello de la camisa, “que es como un paralelo de la corbata masculina, pero manteniendo una idea femenina”, explica.
En cuanto al resto de su imagen esa noche, en términos del maquillaje y cómo llevaba el pelo, “se veía como una mujer fresca, valiente, que se puede enfrentar desde la naturalidad. No tiene ninguna pose forzada. Pienso que se conjuga el estilo propio de ella, porque ha sido una mujer muy original y auténtica”, comenta la consultora.
Además, había prácticamente una ausencia de accesorios, “el tema de vislumbrar a través de otro elemento no era el interés que ella tenía”, como enviando la idea de que “ella es capaz de brillar por ella misma”.
Ninguna pieza fue más protagonista que ella misma y que sus palabras, pero incluso las prendas fueron un vehículo para divulgar lo largo que ha sido el trayecto recorrido por muchas mujeres para llegar a ver ese logro en ese país.
Como destaca la consultora de moda, Martha Cálad, para ella el color es, probablemente, “el primer medio para transmitir lo que uno tiene desde su interior”.
En otros escenarios, “Michelle Obama es recordada por vestir trajes de J Crew y de diseñadores no famosos sino emergentes y eso dejaba ver muy claro cuál era su postura muy en concordancia con los ideales del gobierno de ese entonces en Estados Unidos”, suma la decana Gómez Liévano.
Esos mensajes tan personales se han ido atando a coyunturas, mensajes y luchas que no necesariamente se verbalizan, sino que se perpetúan con ecos visuales.