¿Qué tiene de distinto el nuevo “Red” de Taylor Swift?
Lanzado originalmente en 2012 llega ahora con una nueva versión. Esta producción trata sobre la desorientación emocional que provoca el fracaso sentimental.
El “Red” original (2012) ha quedado para la historia como el álbum en el que Taylor Swift inició su transición hacia el pop adulto desde los sonidos del “country” más accesible que ya con sus trabajos anteriores –”Taylor Swift” (2006), “Fearless” (2008) y “Speak Now” (2010)– la habían convertido en una estrella de lo políticamente correcto.
En lo comercial fue un éxito, pues repitió por tercera vez consecutiva la hazaña de despachar más de un millón de copias en su primera semana en el mercado, pero, más aún, a través de canciones como “I Know You Were Trouble” dejó vislumbrar por primera vez su carácter, también su rabia e impotencia, y se revolvió contra la conformidad y el recato que se presuponen más elegantes, sobre todo en el caso de ellas, al final de las relaciones.
Desde una posición más libre y empoderada, llegó este viernes al mercado el nuevo “Red (Taylor’s Version)” (2021), que es fruto de otro de sus golpes en la mesa en defensa de sus derechos tras una maniobra comercial que tuvo al representante Scooter Braun como artífice y que la despojó de todo control sobre la primera parte de su discografía.
Aunque la propiedad de aquellos máster ya no estuviese a su alcance, la creatividad detrás de las canciones era suya, así que emprendió con “Fearless” la regrabación de todos los álbumes perdidos, aprovechando la ocasión para darle a cada trabajo un contorno aún más fiel a su espíritu.
Aunque sutil, la producción de la que inicialmente se hizo cargo sobre todo Nathan Chapman cuenta ahora con sus más recientes aliados del sonido “indie” Aaron Dessner y Jack Antonoff. En paralelo, su voz, nueve años más tarde, dota aún de más cuerpo y profundidad aquellas letras siempre cargadas de contenido.
Frente a los dieciséis cortes originales (además de los seis extras de la versión “deluxe”), Swift sirve en esta versión propia un total de treinta temas, nueve de ellos inéditos, entre los que sorprende la bailable “Message In A Bottle”, que con la firma de Max Martin y Shellback se quedó probablemente fuera en 2012 para reforzar el tono melancólico del álbum.
Ahí sigue como compañero de aventuras Ed Sheeran, esta vez en dos cortes (”Everything Has Changed” y la nueva “Run”), así como Gary Lightbody (Snow Patrol) en “The Last Time”.
A ellos se suman Chris Stapleton en la más “country” “I Bet You Think About Me” y, sobre todo, la artista alternativa Phoebe Bridgers para redondear el mensaje de “Nothing New”.
Finalmente, “All Too Well” llega acompañada de un cortometraje titulado de la misma manera, escrito y dirigido por la propia Swift para demostrar que no está dispuesta a recostarse en las mieles del éxito y que le queda mucho por contar y cantar.