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El negocio de revivir las series del pasado

La noticia del remake de Tres por Tres trae el recuerdo de otros intentos por revivir series exitosas del pasado y que fracasaron tanto en el cine como en la televisión.

Periodista y cinéfilo con énfasis en la producción de contenidos digitales. Escribe sobre cultura, cine, tecnología y cibercultura.

21 de abril de 2015

Netflix sigue imparable. El servicio de streaming que acumula 58 millones de usuarios en todo el mundo no deja de encadenar un anuncio tras otro, especialmente los relacionados con las producciones propias que prepara para las próximas temporadas.

La última bomba que se conoció se le zafó a John Stamos en una entrevista durante el programa de Jimmy Kimmel. ¿Quién? ¿Qué? Probablemente el nombre les suene desconocido pero este veterano de 51 años fue uno de los galanes más cotizados a finales de la década de los 80 de cuenta de la serie Full House, conocida en Latinoamérica como Tres por tres.

En una entrevista con Jimmy Kimmel, Stamos confirmó que Netflix prepara un Spin off de Tres por tres para este año. Se llamará Fuller House y contará una historia similar a la de la serie estrenada en 1987 que se prolongó durante ocho temporadas hasta 1995. Sin embargo, ¿sí es una noticia tan buena como para que las muchedumbres de la Internet hagan tanto escándalo?

El hecho de que sea Netflix la encargada de revivir este cadáver que al parecer todavía tiene muchos dolientes fanáticos, puede ser una garantía de éxito pues el trabajo que ha hecho con producciones como Orange is the new black o House of Cards es impecable en cada detalle de la producción. Además, recientemente Netflix demostró su destreza de Doctor Frankesten para revivir cadáveres malolientes con la serie Daredevil, la cual se ha convertido en un título de culto que reinventó el universo Marvel.

Netflix tiene de su parte la nostalgia que Full House puede generar en la audiencia que hoy le pone más de 30 velitas a sus tortas de cumpleaños, un segmento de público que abarca por lo menos el 40 % de su audiencia. Pero también tiene otros factores en contra, series del pasado de las que se han intentado hacer remakes que se han convertido en antecedentes del fracaso y el mal gusto.

Penas y glorias de los remakes

En este terreno se pueden contar algunos fiascos lamentables como el de V La batalla final, una serie transmitida entre 1983 y 1985 que se convirtió en un clásico de la ciencia ficción. Así usted haya tenido 5 años cuando la emitieron, seguramente recuerda a esos alienígenas con cabeza de lagarto que esclavizaron a la raza humana y comían ratones vivos. El remake que se hizo de esta serie en 2009 no fue para nada memorable y la cadena abc suspendió su producción después de la segunda temporada.

Otro fracaso reciente, pero esta vez en la gran pantalla, fue el remake de Los Magníficos (The A Team). También de 1983, esta serie de cinco temporadas se incrustó en la cultura como un proyectil de mortero. Mario Baracus, Murdoch, Face y Hannibal Smith tenían más enganche con el público que los mismísimos superamigos. Los miembros del elenco original debieron sentir retortijones en sus tripas cuando se estrenó la película, el 30 de julio de 2010, pues el adefesio resultante no solo recibió sablazos bien merecidos de la crítica sino que fue un fracaso total en taquilla pues en los casi cinco años que han pasado desde su estreno no ha podido recuperar los 110 millones de dólares que costó su producción. A duras penas ha recaudado poco más de 77 millones.

Los productores de Hollywood parecen no aprender la lección. Otras series de los 80 y 90 que se han intentado revivir como películas han corrido la misma suerte. Nombren una y tendrán la historia de un fracaso entre los dientes:

Los duques de Hazzard, de 1979, es un título inmortal que nutrió las primeras ensoñaciones eróticas de los adolescentes de los 80 y la película de 2005 es una total falta de respeto con protagonistas irritantes, chistes flojos y una protagonista femenina a la que le faltó ese erotismo elegante y al mismo tiempo desparpajado de la Daisy Duke original.

Nombremos también a Miami Vice para recordar los buenos momentos que nos regalaron Don Johnson y Philip Michael Thomas en la serie de 1984, y ofrescamos también condolencias por la pésima película que se estrenó en 2006 con Collin Farrel y Jamie Foxx encabezando el reparto.

Algunos dirán que Misión imposible es un caso aparte que no se puede comparar con los anteriores porque no solo fue una serie exitosa y duradera (7 temporadas entre 1966 y 1973) sino que regresó a la pantalla entre 1988 y 1990 -con resultados no tan buenos- y luego aterrizó en Hollywood con el rostro de Tom Cruise en 1996 dándole inicio a una saga que este año estrena su quinta entrega, aunque a estas alturas ya no se sabe si es porque tiene tropas de seguidores o porque el pobre de Tom Cruise no tiene otra manera de mantenerse vigente.

Claro que no hay que ser totalmente negativos cuando hablamos de los remakes de las series del pasado. El Fugitivo es un buen ejemplo de cómo hacer que una buena serie no muera. La historia de Richard Kimble agitó los corazones del público en 1963 y miles siguieron sus aventuras a lo largo de cinco años, hasta 1967. Quienes nacieron en años posteriores y no pudieron conocer el encanto de este escurridizo médico recibieron un buen regalo con la adaptación protagonizada por Harrison Ford 1993.

También se puede destacar lo que sucedió con El Santo, la serie de espías emitida entre 1962 y 1969 que sirvió de cuna para el tercer James Bond, Roger Moore y que en 1997 fue adaptada al cine con el rol protagónico a cargo de un por entonces prometedor Val Kilmer. La película no fue un gran éxito de taquilla pero sin duda fue una de las últimas historias que aprovecharon lo que quedó de la Guerra Fría para alimentar la tensión entre soviéticos y americanos.

Pero ánimo. No está mal tener esperanza. No está mal creer que el remake de Full House será tan entrañable como la versión original ni tampoco es deplorable depositar ilusiones en otros títulos que se anuncian para el futuro.

Ya está confirmado el regreso de los agentes Mulder y Scully en Los archivos X. Empieza a barajarse la posibilidad de producir un remake de El superhéroe americano, esa disparatada parodia de 1981; quienes hace un par de meses se ilusionaron con una nueva temporada de Twin Peaks esperan que algún día sí se haga realidad y nada los desanima, ni siquiera la negativa de David Lynch de participar en el proyecto; y títulos como Remington Steele también se mencionan en el futuro calendario de producciones.

En medio de esta explotación de títulos cincuentenarios -uno se pregunta si es verdadera nostalgia o la sequía creativa de los guionistas la razón de tanto remake- hay noticias muy interesantes que pasan desapercibidas como el remake que se prepara de la serie Thunderbirds -Guardianes del espacio-, esa producción inglesa ed 1965 que contaba una historia de ciencia ficción con marionetas.

Vale la pena esperarla y vale la pena emocionarse cuando se intenta revivir una buena historia. Además, puede ser un buen negocio, que lo diga Jimmy Fallon que hizo viral la reunión del elenco de Salvado por la campana, cuyo video en Youtube acumula a la fecha más de 30 millones de reproducciones. También pueden decirlo en los programas que invitan al elenco de Los años maravillosos que buscan conmover con el reencuentro entre Kevin Arnold y Winnie Cooper. Ver cómo han envejecido nuestros héroes o amores platónicos de la televisión sin duda es algo que alimenta la adicción a la pantalla.