Diego Guarnizo, con los artesanos para su nuevo proyecto
El diseñador que abrió la pasada feria Colombiamoda virtual regresa para apoyar la cultura y tradición manual en el país.
Periodista, presentadora y locutora. Fui DJ de radio, reportera de televisión y ahora disfruto el ejercicio de escribir a diario. Melómana, cinéfila y seriéfila.
No es una colección para vestir. Es para engalanar la casa y tiene el sello que ha caracterizado al tolimense Diego Guarnizo desde que empezó su trabajo: apoyar a los artesanos del país.
Por eso para presentar estas 60 referencias de productos para la mesa, la cocina, el baño, objetos decorativos y muebles trabajó con 15 artesanos de diferentes lugares de Colombia, como Antioquia, Chocó, Boyacá, Cundinamarca, Huila, Cauca, Santander y Vaupés.
“Todos hemos sentido esta realidad desde nuestro propio andén y hay que decir que la situación de ellos ha sido muy dura en pandemia”, contó en una rueda de prensa en la que participó EL COLOMBIANO.
Añadió que ha sido más difícil aún para artesanos que viven en comunidades lejanas, pero destacó el poder de resiliencia que tienen y su capacidad para enseñarlo: “Los artesanos de Colombia tienen un poder esperanzador y de agradecimiento muy profundo, ellos no pierden la fe, hay que aprender mucho de ellos. Ahora están muy vulnerables pero esta colección es un respiro, que se suma a lo que hacen por ellos Artesanías de Colombia y otros diseñadores”.
Por eso cada pieza que vea en venta en los almacenes Éxito y Carulla tendrá una etiqueta especial, “podrán ver la cara de quién hizo cada pieza y qué técnica utilizó (ver Para saber más), además su nombre y su teléfono, es como otra manera de trabajar en equipo e impulsar su trabajo”, rescató Guarnizo.
El diseñador trabajó con cada artesano para definir paletas de colores y la coherencia en toda la colección: “Que viaja por tres caminos, cada uno empieza en un desierto y recorre diferentes narrativas unidas, más por una historia de color que por un orden geográfico específico”.
Para Guarnizo fue muy gratificante percibir la emoción de cada artesano cuando recibía su llamada para anunciarle que se necesitaban más piezas, “es un bálsamo para ellos”, concluyó.