Motores

Tres consejos para cuando maneje en carretera

Conducir en carretera tiene
su gracia. Lo
más importante es la prudencia. Tres consejos para estos
días de fiesta.

16 de diciembre de 2017

Por Juan Guillermo Moreno

¿Va a viajar por carretera durante estas vacaciones?. Hágalo con tranquilidad y atención, evitando riesgos.

En principio hay que dejar recordar una verdad concreta: las vías son para todos y es el deber ciudadano compartirlas con armonía.

EL COLOMBIANO consultó al Centro de Experimentación y Seguridad Vial, Cesvi, con sede en Bogotá, para recopilar recomendaciones y que sus vacaciones sean muy felices.

Ojo a los puntos ciegos

¿Ha leído en los retrovisores externos de los automóviles la inscripción “objects in mirror are closer than they appear” (los objetos en el espejo están más cerca de lo que aparentan)? Pues bien, como es sabido, ciclistas y motociclistas son los actores motorizados más vulnerables y sus acciones para minimizar los riesgos por puntos ciegos deben enfocarse en la prudencia y, especialmente, a hacerse visibles frente a los conductores de vehículos de mayor tamaño. Los espejos presentan puntos ciegos debido a la configuración de la carrocería de cada automotor. Por eso, hay que velar por la disminución de los espacios donde la visión está obstaculizada por las dimensiones de la cabina.

No todo lo que reflejan estos corresponde a la realidad. Lo que se observa está determinado tanto por el tamaño del espejo como por la distancia a la que se encuentra el conductor.

¿Y este de dónde salió? A menudo muchos conductores que desean cambiar de carril miran los espejos retrovisores y se encuentran repentinamente con otro vehículo que hace cambio de luces o les pita como forma de avisar que le están cerrando el paso.

Esto sucede por la visión limitada producto de los puntos ciegos y por exceso de confianza de quien está manejando. La responsabilidad es compartida: así como el conductor del vehículo que antecede debe procurar advertir la presencia de otro vehículo, también es responsabilidad de los demás actores de la vía considerar que el conductor de cualquier vehículo tiene visual limitada y, por consiguiente, debe hacerse visible a sus ojos o, al menos a sus espejos.

Según Cesvi, para reducir los puntos ciegos al cambiar de carril se aconseja mirar dos veces el espejo retrovisor antes de efectuar la maniobra; si no viene nadie, conviene esperar dos segundos, volver a observar y realizar el adelantamiento. Los conductores con más experiencia deben desarrollar la visión periférica, lo que significa estar permanentemente mirando los retrovisores.

Otra manera de reducir estos puntos ciegos es por medio del uso de espejos convexos que ofrecen una zona más amplia de visión, aunque la imagen que muestra no es real, ya que varían los tamaños de los objetos, así como las distancias a las que se encuentran. Hay que posicionarlos de manera que, desde el puesto del conductor, no se vean los costados del vehículo.

También se puede acudir a las más recientes tecnologías, como los sistemas ADAS, en virtud de los cuales, mediante sensores de radar (llamados Blind Spot Monitor –BSM–), se le avisa al conductor por señales visuales y acústicas de la proximidad de un vehículo allá donde el ojo no ve.

Cesvi Colombia aconseja no colgar objetos del retrovisor interno. Esto produce un área ciega hacia adelante que se suma a las que generan ambos parales.

Con respecto a los espejos laterales, se recomienda que estén abiertos de tal forma que sólo el 10 % de su superficie refleje la parte trasera del vehículo.

Hablemos de curvas

Las carreteras de montaña hacen parte importante de la infraestructura vial nacional y se caracterizan por ser exigentes para el conductor por su excesiva cantidad de giros. En general, cuentan con tres tipos de curvas:

La abierta, cuyo trazado forma un ángulo superior a 90° y permite tomarla a una velocidad constante. La visibilidad es amplia. Las rectas, que tienen un trazado perpendicular a 90°. Exigen más atención que las curvas abiertas, luego la velocidad debe ser menor, la visibilidad disminuye.

Finalmente, las curvas cerradas son las más complicadas de tomar porque conforman un ángulo menor de 90° y son en las que se pierde más fácil el control del vehículo, luego se debe circular a una velocidad baja.

Cesvi dice que al tomar una curva se distinguen dos instantes que definen el comportamiento del vehículo: el antes y el durante. Los especialistas aconsejan que antes de tomar la curva, hay que tener en cuenta algunas medidas preventivas: lo primero es tener el volante con las dos manos, en la posición 10 y 10, para evitar perder el control sobre el rumbo del vehículo; segundo, se debe disminuir la velocidad, frenando por un instante o rebajando la marcha con la caja de velocidades.

Cuando se ingresa a la curva, lo primordial es mantener el vehículo al interior del carril correspondiente y no aplicar los frenos, pues la fuerza centrífuga podría provocar un descontrol en el auto y causar un accidente. Por eso son recomendables los vehículos dotados con control electrónico de estabilidad (ESP).

Una vez se acerque al final de la curva, aumente la velocidad de marcha oprimiendo el acelerador para que el vehículo la describa de una manera más estable y precisa.

¿Cómo y cuándo se adelanta?

La maniobra de adelantamiento es una de las principales causas de accidentalidad en Colombia, dice el más reciente informe Forensis del Instituto de Medicina Legal. Sin embargo, aún se ven algunos inconscientes que hacen esta maniobra.

Dice el Código Nacional de Tránsito que el adelantamiento es la “maniobra mediante la cual un vehículo se pone delante de otro que lo antecede en el mismo carril de una calzada.” Luego, un adelantamiento consiste en sobrepasar por la izquierda a otro que circula en el mismo sentido, pero con velocidad inferior y adelante. El Código Nacional de Tránsito se refiere a la maniobra de adelantamiento en dos artículos:

Artículo 68. Utilización de los carriles. Los vehículos transitarán de la siguiente forma:

• Vía de sentido único de tránsito: en aquellas vías con velocidad reglamentada para sus carriles, los vehículos utilizarán el carril de acuerdo con su velocidad de marcha. En aquellas vías donde los carriles no tengan reglamentada su velocidad, los vehículos transitarán por el carril derecho y los demás carriles se emplearán para maniobras de adelantamiento.

• Vías de doble sentido de tránsito: De dos carriles: por el carril de su derecha y utilizar con precaución el carril de su izquierda para maniobras de adelantamiento y respetar siempre la señalización respectiva.

• De tres carriles: los vehículos deberán transitar por los carriles extremos que queden a su derecha; el carril central sólo se utilizará en el sentido que señale la autoridad competente.

Artículo 73. Prohibiciones especiales para adelantar otro vehículo: No se debe adelantar a otros vehículos en los siguientes casos: en intersecciones, en los tramos de la vía en donde exista línea separadora central continua o prohibición de adelantamiento, en curvas o pendientes, cuando la visibilidad sea desfavorable, en las proximidades de pasos de peatones, en las intersecciones de las vías férreas, por la berma o por la derecha de un vehículo y en general, cuando la maniobra ofrezca peligro. Los adelantamientos se pueden realizar utilizando carriles de sentido contrario al de circulación, siempre y cuando la señalización horizontal lo permita, pero existen vías en las que hay habilitado un carril adicional para realizar esta maniobra.

El síndrome “Rápido y furioso”

Durante el sobrepaso no falta el conductor inmaduro mentalmente al que en un arranque “Torettistico” le da por acelerar para impedirlo. A estos peligrosos especímenes, así como a los que simplemente no dan paso a pesar de llevar su carro como en una procesión o a los buses y tractomulas que transitan en caravana, el futuro Código Nacional de Tránsito y sus agentes fiscalizadores deberían dedicarles un artículo.

En todo caso el conductor del vehículo adelantado debe dar las máximas facilidades para dar paso a cualquier vehículo cuya velocidad es mayor, sobre todo si la vía es de calzada sencilla; además, advertir de los posibles peligros que puedan dificultar el adelantamiento, aproximarse al lado derecho dejando suficiente espacio para la operación, indicar al que va detrás que puede adelantar con las señales como el brazo extendido horizontalmente moviéndolo de atrás hacia adelante o encendiendo la direccional de la izquierda.

¿Cuándo NO adelantar?

Todo tiene un límite y mucho más cuando la visibilidad no es suficiente para adelantar. Esto incluye el sobrepaso detrás de otro vehículo que realiza la misma maniobra, simplemente porque no se logra anticipar si algo o alguien viene en sentido contrario.

Es de simple sentido común no intentar adelantamientos si se entorpece o pone en peligro a ciclistas o cualquier otro actor de la vía que circule en sentido contrario. Por cierto, donde existan restricciones explícitas en la señalización que prohiban la maniobra, tampoco se debe realizar.

El punto clave aquí es transitar a la suficiente distancia de quien lo antecede como para poder mirar con comodidad las líneas de la vía.