La entrada a los sedanes premium
Con una renovación en maquinaria y desempeño, fue presentado en Colombia el nuevo Audi A4. Es parte de la nueva generación de gama alta.
Comunicador social y periodista. Actualmente redactor de los temas de la industria automotriz nacional y global. Y también explorando temáticas de estilo de vida y turismo.
Con su quinta generación ya rodando, el Audi A4 se ha convertido en un fuerte competidor del segmento de vehículos premium.
Esta nueva generación, que se presentó hace menos de seis meses en el ámbito global y ya se encuentra en Colombia, busca ofrecer una alternativa frente a sus rivales de segmento: el Mercedes Benz Clase C y el BMW Serie 3.
El primer argumento para hacer frente a esta competencia es una renovación del modelo. Y aunque la primera impresión, por lo menos externa, no remarque tanto la novedad, sí existe. Sus líneas de diseño son más agudas, menos formas redondas y ángulos más agresivos.
En longitud aumentó 3 centímetros (alcanza 4,72 metros), que aunque se lean como poco, significan un cambio importante en la configuración de su habitabilidad, con mayor espacio interno gracias a la configuración de su diseño.
Conserva su persiana trapezoidal, pero también es más agresiva su presentación visual, con ángulos más marcados y mayor área que también resaltan el símbolo de los cuatro aros entrelazados que caracterizan la imagen de la marca.
De serie incorpora sistema de luces led en su conjunto óptico. Cuatro líneas longitudinales estampan la forma del nuevo capó de este vehículo reforzando su apariencia más agresiva, y desde las luces delanteras parten dos líneas que se extienden en forma ascendente a lo largo de la silueta lateral para formar una cintura esculpida y rematar en las luces traseras, también con nuevo diseño.
En interiores su diseño es más funcional, con pocos elementos actuadores de los diferentes sistemas, los necesarios para evitar confusiones de esos tableros tipo avión. Y con un buen aprovechamiento de la tecnología al concentrar en la pantalla sobre la consola gran parte de la información necesaria, a la que se puede acceder mediante la manipulación de una perilla ubicada en la consola central de fácil uso mientras se conduce.
Rodando
El modelo que sirve como test drive es la unidad dotada con el motor de 2 mil centímetros cúbicos que además cuenta con turbocargador.
En este desarrollo motriz la potencia máxima que entrega el vehículo está en 190 caballos de fuerza, que aunados al trabajo de reducción de peso en más de 100 kilos al pasar a cerca de 1.300 kilogramos frente a la versión anterior, genera una buena sensación de dinamismo, aún cuando la entrada en operación del turbo no es tan rápida como se quisiera. Aún así, una vez entra en operación, bien sea en manejo de ciudad o en su modo Dynamique de mayor connotación deportiva, el carro responde pronto a la exigencia del pie de aceleración.
En este último modo de manejo, de inmediato se percibe el endurecimiento de su dirección y una suspensión un poco más rígida. También se puede “castigar” un poco más en la exigencia de revoluciones por cada marcha.
Al cruzar, en curvas pronunciadas y a buena velocidad (80 kilómetros por hora, la permitida), la suspensión muestra su trabajo, firme sin balanceos. Su dirección transmite las condiciones de la ruta. Es fácil “leer” en el volante lo que pasa sobre el camino.
La competencia queda abierta en la gama alta.