Motores

El carro deportivo construido en Medellín

En su taller, Carlos Echavarría construye un auto basado en el legendario Seven de Lotus.

Comunicador social y periodista. Actualmente redactor de los temas de la industria automotriz nacional y global. Y también explorando temáticas de estilo de vida y turismo.

21 de noviembre de 2015

En la industria automotriz moderna es fácil que se encuentren plantas de producción de vehículos masivos que entregan cada hora entre 40 y 60 carros nuevos.

Por eso, referirse a un carro que lleva en fabricación cerca de cinco años es algo no muy frecuente. Pero cuando se conoce la historia de este modelo prototipo hecho en el país, se entiende que más que la idea de fabricar autos de forma industrial, lo que mueve a Carlos Echavarría es la pasión por los motores.

Una labor que no solo es manufactura, es toda una expresión plástica para este aficionado y practicante del automovilismo desde los años del Circuito Ciudad de Medellín, “yo siento esto como un arte”.

El carro que Carlos desarrolla en su garaje parte de la idea del mítico Lotus Seven. Este modelo generó una revolución en la construcción automotriz al incorporar el concepto de jaula de pájaro o de chasís espacial en su estructura, con una serie de tubería en aluminio que lo hace rígido, pero de igual manera flexible a la hora de soportar los esfuerzos de la ruta.

El comienzo

Una tabla de triplex para hacer los dibujos iniciales, tubería de aluminio en calibre 16, y el apoyo emocional de muchos amigos fueron suficientes para empezar la aventura como constructor de automóviles.

Mientras la estructura básica tomaba la forma precisamente de esa jaula, era necesario también ponerle un corazón; y como en cualquier transplante médico, el vehículo necesitaba un donante.

El elegido fue un Chevrolet Chevette, que entregó su motor de 1.4 litros, y sus componentes de caja y transmisión al prototipo de registro colombiano.

“Es un motor pesado, pero aún así el carro camina muy bien” comenta Carlos. Otros elementos como la dirección salieron de un Dama, y la van de carga y pasajeros que hacía parte del portafolio de Daewoo.

Pintado con los colores característicos de Lotus, verde y amarillo, a este bólido de mecánica nacional le faltan pocos detalles para pasar del sueño de un gomoso del motor a una realidad en movimiento.