Margarita Rosa vive su Desafío en India
Siempre con espíritu libre y aventurero, ha tenido las agallas para presentar y dirigir un realiti que necesita de su carácter y seguridad.
Cuando llega, es como si lo hiciera un tsunami, pero cargado de buena energía y actitud, tal como lo ha reflejado cada vez que se dedica a trabajar en el programa del que ya es ícono, y al que dice admirar, querer y respetar.
Su pelo es tan dorado que se confunde con los rayos del sol. Así que cuando sale al set, deslumbra porque se convierte en una perfecta combinación de los mil colores de la India y la imponente fuerza del elefante. Es Margarita Rosa de Francisco, una mujer que para muchas es símbolo de orgullo y libertad. Fue así como se convirtió en la marca registrada de todos los Desafíos del Canal Caracol.
En el país del Taj Mahal, la caleña habló con Colprensa para contar de la experiencia que ha sido trabajar en este realiti, con los 24 participantes que estarán viviendo desde la semana que empieza el Desafío India, La Reencarnación.
¿Cómo avanza la organización en el inicio de este Desafío?
“Excelente. El Desafío es como un reloj, esto es como una máquina que en esta oportunidad engranó con mucha rapidez y a la que se le notan los años de experiencia de muchas personas que saben cómo se hace y que, además, lo han mejorado. Ya no perdemos tiempo. Por lo menos, cuando llego al set ya todo está ahí, como en una clínica, listo para empezar. La coordinación ha sido impecable este año. Creo que vamos a ofrecer un producto que la gente no se espera y que la va a sorprender”.
De los últimos tres Desafíos, que han sido lejos de Colombia, en Senegal, Marruecos y ahora India, ¿con cuál se queda?
“Francamente creo que este va a ser el más sorprendente de todos. Siento que va a ser el que más va a impactar. Los contrastes aquí son mayores y hay variedad de aspectos culturales. La India es mucho más elocuente que los otros lugares. Además es un país mítico, porque ninguno despierta tanta intriga y especulación, como ocurre con la India. El hecho de que Caracol haya apostado tanto y haya trasladado el Desafío hasta aquí es una osadía y una odisea, pero con mucho más encanto que todos los que hemos hecho antes”.
¿Qué ha sido lo más difícil en este Desafío?
“El Desafío es así y nunca ha cambiado porque todos tenemos una relación apasionada. Hay que amar mucho el programa para querer hacerlo con tanta mística todos los días, porque siempre vamos a lugares donde todo es difícil y los climas nunca han sido soportables. ¡El calor de la India es insoportable! Queda uno lavado de sudor en cinco minutos. Eso ha sido duro, aunque en Senegal nos había tocado, pero aquí aumenta. Estamos preparados psicológicamente, pero el clima ha sido de las cosas que más nos ha dado duro”.
¿Qué la ha impresionado de la cultura india?
“La relación que tienen con la muerte. Eso es tremendo para un occidental, porque para ellos no es el final, la muerte es como un tránsito, es el comienzo de una nueva vida. La manera como viven este sistema de castas y el tema de la reencarnación es lo que los tiene mansos. No se rebelan contra nada, ni con las situaciones difíciles que estén pasando, porque creen que así corresponde estar. A su casta le corresponde vivir esa situación y no se revelan con nada”.
¿Cómo ve a las mujeres de la India?
“Son un espectáculo. Las senegalesas son más coquetas con su ropa, usan saris, son musulmanas, pero se contornean y tienen lo bello de la raza negra, que es la gracia. Aquí son muy coloridas. Uno nunca ve un sari igual al otro. Me encanta la forma como visten y como adornan su pelo, pero son mujeres muy recatadas, sobre todo trabajadoras hasta decir no más. Aunque dicen los muchachos que están en Playa Media que ellos ven mucha igualdad entre hombres y mujeres, pero yo aquí, a la mujer la veo moler mucho en el campo”.
¿India les cambia la mentalidad a quienes la visitan?
“Sí creo. El contraste es muy tenaz. Desde nuestra postura occidental uno dice: es que hay mucha gente pobre. Y en realidad sí hay mucha gente viviendo por debajo del nivel de pobreza; es decir, mucho más abajo que la pobreza, esas son las circunstancias en las que vive la mayoría de la gente en India. Pero a la vez uno ve estas almas dóciles. No diría que con alegría del todo, pero sí como una aceptación profunda de su situación, que como occidental no sé cómo interpretar, porque para un occidental es indignante ver todo esto”.
La producción del programa le tiene la suficiente confianza para que sea la imagen del Desafío. ¿Qué siente por ser la marca del programa?
“A la producción, cuánto agradecimiento le tengo. Confío en ellos de la misma forma, porque este programa está supremamente bien hecho y a mí me encanta estar rodeada de profesionales que saben hacer su trabajo. Entonces no puedo quedarme atrás y ver que todo lo que pasa alrededor mío se está haciendo de forma impecable, sino que me preparo muy bien para que el programa salga como debe ser”..