Mompox, Ciénaga y Lorica: tres joyas del Caribe colombiano declaradas Pueblos Patrimonio
Entre calles coloniales, paisajes caribeños y relatos llenos de historia y cultura, tres municipios del norte de Colombia han sido reconocidos como Pueblos Patrimonio. Conózcalos aquí.
Colombia se ha consolidado como un destino turístico único en el mundo gracias a su riqueza cultural, natural e histórica. Entre sus rincones más fascinantes están tres municipios de la Costa Caribe declarados Patrimonio Cultural, que atraen cada año a viajeros deseosos de conocer sus tradiciones, paisajes y encantos arquitectónicos.
Mompox, Bolívar
Uno de ellos es Santa Cruz de Mompox, en el departamento de Bolívar. Fundado entre 1537 y 1540, este municipio es conocido como “La tierra de Dios” y fue incluido en la Red Turística de Pueblos Patrimonio en 2010. Su Centro Histórico, declarado Monumento Nacional en 1959 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995, conserva intacta la huella colonial que lo convierte en un destino obligado para quienes buscan viajar en el tiempo. Ubicado a orillas del río Magdalena, Mompox también ofrece mágicos atardeceres y la posibilidad de recorrer sus aguas en pequeñas embarcaciones.
Como dato adicional, en este lugar se grabó la novela del compositor vallenato Rafael Escalona -Escalona-, protagonizada por Carlos Vives y Florina Lemaitre. Actualmente se puede visitar la casa colonial, conocida como La Casa de la Maye, la musa de este importante músico.
En Mompox circula una de las leyendas más inquietantes de la región: la de la casa donde, según los habitantes, vive el diablo. El inmueble, de dos pisos y apariencia abandonada, se levanta en la esquina de la Calle Real y el Callejón de Santa Teresa, entre los barrios Santa Teresa y Las Flores. Sus paredes guardan un halo de misterio que ha pasado de generación en generación.
Conozca: Matt Rife y Elton Castee asumen custodia del museo de los Warren, incluida la muñeca Annabelle
Con seis puertas, seis ventanas, una amplia sala, un depósito, un patio y cuatro baños en el primer piso, además de unas escaleras que conducen a un segundo nivel a medio construir con vigas de madera y tres balcones, la edificación parece detenida en el tiempo. Vecinos aseguran que permanece deshabitada porque dentro habita el demonio, al que dicen haber visto vestido de negro y blanco, acompañado de un perro oscuro. El origen de esta creencia se remonta a la historia de un antiguo propietario que habría pactado con el maligno, aunque otros sostienen que la casona funcionó en algún momento como prostíbulo.
Ciénaga, Magdalena
Otro de estos destinos es Ciénaga, en el Magdalena, conocido como la “Capital del Realismo Mágico”. Este pueblo inspiró a Gabriel García Márquez en la creación de su obra Cien años de soledad y fue declarado Pueblo Patrimonio en 2012.
Su ubicación privilegiada combina las playas del mar Caribe con la imponencia de la Sierra Nevada de Santa Marta, considerada la formación montañosa litoral más alta del planeta. La arquitectura de Ciénaga es otro de sus grandes atractivos: desde el estilo ecléctico hasta el neoclásico y el moderno, su patrimonio arquitectónico refleja las diferentes etapas de su evolución histórica.
Santa Cruz de Lorica, Córdoba
El tercer municipio destacado es Santa Cruz de Lorica, en Córdoba, declarado Pueblo Patrimonio en 2010. Conocido como la “Tierra de aguas encontradas”, este pueblo se ubica en la ribera del río Sinú y es cuna de importantes escritores como David Sánchez Juliao y Manuel Zapata Olivella. Su arquitectura es única en el Caribe colombiano: mezcla influencias republicanas, vernáculas y mudéjares que han convertido su Centro Histórico en Monumento Nacional desde el año 2000.
El Mercado Público de Lorica, conocido popularmente como El Ranchón, es uno de los símbolos más representativos del Bajo Sinú, no solo por su arquitectura imponente, sino por el papel histórico que ha desempeñado desde su inauguración en 1929. Su diseño, que mezcla influencias coloniales y árabes, refleja la diversidad cultural de la región, mientras que sus pasillos de madera y teja han sido escenario de intercambios comerciales y encuentros sociales que marcaron la vida del municipio.
Declarado Monumento Nacional en 2012, este mercado ha logrado mantenerse vigente a través de los años, adaptándose a las transformaciones urbanas y económicas sin perder su esencia. Hoy continúa siendo un punto de encuentro para comerciantes, locales y turistas.