Medellín como proyecto cultural
Alcanzar mayores niveles de convivencia y una sociedad más equitativa pasa por la construcción de un proyecto cultural mucho más allá del alcance del una secretaría o de una administración de turno.
La cultura es uno de los símbolos de Medellín y ha sido uno de los referentes de la transformación reciente de la ciudad. Federico Gutiérrez anunció que el presupuesto para la Secretaría de Cultura Ciudadana será, anualmente, el 3% del presupuesto municipal, una excelente noticia pues se recupera así una buena parte de lo que se perdió presupuestalmente en la desastrosa gestión de la alcaldía en los últimos años.
Los 10 principales desafíos que deberían asumirse en estos cuatro años son:
1. Hacer del gobierno municipal un gran proyecto cultural. La cultura no es solo lo que se hace e impulsa desde la Secretaría de Cultura Ciudadana
El mayor desafío es construir una nueva sociedad con nuevos valores de convivencia, y eso implica nuestra propia transformación cultural. Debemos consolidarnos como una sociedad donde se aprecie la vida y se aprenda a vivir con los otros. La convivencia es, junto con la construcción de una sociedad más equitativa, uno de los dos grandes retos de Medellín. Es necesario asumir que el proyecto cultural de una ciudad no depende de lo que haga la Secretaría de Cultura Ciudadana. ¿Cuál es el proyecto cultural de las demás secretarías y dependencias municipales? ¿Cuál es el proyecto cultural del INDER, de Telemedellín (este canal es una potente herramienta para la cultura)? ¿Con qué perspectiva de transformación social y cultural se definen los proyectos de infraestructura, movilidad y desarrollo económico de Medellín?
2. Lograr que la cultura sea un derecho de la ciudadanía
En sociedades como la nuestra, donde tantos derechos son inexistentes (incluyendo el mayor de todos, el derecho a la vida), hablar de derechos culturales parece una utopía. Medellín ha dado pasos para consolidar la cultura como derecho para todos y todas, y uno de los énfasis en este período debería ser lograr ese impacto. Derecho a la creación cultural, a la formación, a tener acceso a lo mejor de la cultura: todo esto construye una mejor sociedad. Decía el filósofo Estanislao Zuleta: los derechos sin oportunidades no son derechos. Construir una ciudadanía cultural exige la creación colectiva de esas oportunidades y el trabajo concertado de lo público con lo privado y lo comunitario, alianzas que han sido parte de nuestra historia como ciudad y que deben retomarse.
3. Un gran programa de mantenimiento de los equipamientos culturales
El Sistema Municipal de Bibliotecas, las Casas de la Cultura, las Unidades de Vida Articulada, todos los equipamientos culturales públicos requieren un plan de mantenimiento físico y, especialmente, un rediseño de sus contenidos para que sean espacios de creación y circulación cultural. Se debe mantener una agenda cultural de calidad, constante, permanente y periódica (no esporádica) en los barrios. Medellín tiene que lograr que su ya muy buena infraestructura cultural pública, de alto simbolismo urbano, se convierta en trascendental en su programación.
4. Una coordinación especial de teatros públicos
El Lido, los teatros de los parques biblioteca del 12 de Octubre, San Cristóbal y San Antonio de Prado (en los demás hay buenos auditorios, más que teatros), y los teatros al aire libre Carlos Vieco (en el cerro Nutibara), Pedregal y parque San Antonio, deben tener una excelente programación todas las semanas. Una gran oportunidad artística y económica para todo el sector de artes escénicas de la ciudad: teatro, danza y música. Por cierto, a un buen teatro público, el Porfirio Barba Jacob en las torres de Bomboná, debería definírsele un nuevo rumbo institucional, pues está en comodato privado hace muchos años.
5. Es necesario que se revise la contratación de las redes infantiles y juveniles de formación artística y cultural
En los últimos años, la mayoría de los procesos han sido de pocos meses (en algunos casos, incluso de menos de 4 meses), lo que ha derivado en proyectos que se miden no por su calidad e incidencia, sino por la cantidad de asistentes. Las redes de formación son fundamentales para consolidar el proceso cultural de Medellín en clave del desarrollo integral de las comunidades en todos los barrios. Lo ideal sería comprometerse con procesos de varios años o, al menos, de casi todo el año.
6. Fortalecer y consolidar las muchísimas organizaciones y proyectos de cultura comunitaria
En Medellín hay una Red de Cultura Viva Comunitaria y hay un Acuerdo Municipal de 2011 que convirtió este programa en política pública municipal. En estas organizaciones barriales está una buena parte del saber cultural acumulado, y sus proyectos han sido responsables de la construcción de convivencia y de una ciudadanía cultural. Conocerlos, reconocerlos, valorarlos y potenciarlos es una de esas tareas fáciles para la Alcaldía de Medellín. Y, por cierto: la balanza entre lo que reciben y lo que aportan se inclina a favor de todo lo que aportan estas organizaciones a la sociedad.
7. Es necesario revisar y mejorar el Plan de Cultura que dejó la pasada alcaldía
Hay que hacer este mismo año un intensivo trabajo de diálogos ciudadanos para recuperar y construir las confianzas perdidas y poner en la agenda de la ciudad nuevos desafíos. Uno de los énfasis de esos diálogos debe ser el Plan Distrital de Cultura 2023 – 2033, que entregó solo en diciembre la anterior secretaría, con atraso de 4 años y sin que ese plan haya tenido la necesaria concertación con diferentes sectores de la ciudad. Puede tomarse ese documento como base para consolidar un mejor plan que sea resultado de mayores diálogos y concertaciones, que no solo involucren al sector cultural: deben participar en su diseño muchos otros sectores. Una de esas tareas con el Plan de Cultura exige su alineación, también, con los 5 ejes del Plan de Desarrollo Municipal 2024 – 2027, y viceversa.
8. Los Distritos Creativos deben ser prioridad
Medellín ya tiene tres ADN (Áreas de Desarrollo Naranja), y las tres están en el centro de la ciudad: Distrito de Innovación (alrededor de Ruta N), Perpetuo Socorro y San Ignacio. Su esencia está en el desarrollo de proyectos creativos, desde las tecnologías, el arte, la gastronomía, la educación y el patrimonio. Potenciarlos es una gran oportunidad para la generación de empleos y emprendimientos. Pero, además, existen otras posibilidades de Distritos Creativos, como el de la Comuna 13 que, sin serlo oficialmente, ya lo es: ningún otro barrio de Medellín recibe tanto turismo, y en ningún otro barrio existen tantos proyectos de emprendimiento cultural y gastronómicos de sus habitantes como en San Javier y barrios aledaños. Y, por su asociación con el turismo (y por los diferentes impactos positivos y negativos de ese turismo...), también podrían definirse como distritos creativos, para nuevas opciones, los barrios Manila, Patio Bonito, Astorga y El Poblado, todos en la Comuna 14.
9. Potenciar los grandes eventos de ciudad
La Secretaría de Cultura Ciudadana es la responsable principal de grandes eventos culturales: Feria de las Flores, Fiesta del Libro y la Cultura (y los otros eventos del libro), Altavoz y Desfile de Danzas, Mitos y Leyendas. Alrededor de estos grandes eventos públicos y de muchos otros privados se consolida una excelente oferta cultural, que beneficia a las agrupaciones locales, pero su impacto económico se extiende a muchos otros sectores. Seguir potenciando a Medellín como sede de grandes conciertos es importante, pero no puede dejar de lado ni los presupuestos ni la organización necesarios para que los grandes eventos locales hagan parte de las mejores dinámicas culturales del país.
10. Hay que volver a aprender de otras ciudades
Durante los años 90 y principios de los 2000 nos inspiramos en muchas otras ciudades para crear los programas que hoy son relevantes en nuestra reciente transformación, pero en los últimos años Medellín ha caído en una soberbia institucional que la lleva a no buscar en otras ciudades del mundo programas que sean referentes y que nos permitan avanzar. Nos visitan delegaciones internacionales a las que solo les mostramos cosas nuestras, pero ni siquiera abrimos espacio para conocer lo que están haciendo esas otras ciudades.
Ejemplos: Aprender de Bogotá los NIDO (programa cultural y artístico en jardines de primera infancia) y las Manzanas del Cuidado (programa bandera hoy en Latinoamérica). Aprender de Recife, en Brasil, sobre los COMPAZ, Centros Comunitarios de Paz: ya hay 4 en funcionamiento, 2 más se inaugurarán en febrero y marzo, y el presidente Lula anunció que se harán 40 en todo el país como parte de las políticas de seguridad... y son equipamientos culturales, educativos, deportivos y recreativos. Aprender de Iztapalapa, una de las 16 ciudades que conforma la megalópolis de Ciudad de México: las Utopías y los Caminos para mujeres libres y seguras son referencia mundial hoy, en una ciudad que era símbolo de lo peor. Y, asómbrense: los proyectos de Recife e Iztapalapa se inspiraron en Medellín.
Una acción fácil, puntual, sería convocar este año en Medellín un encuentro de experiencias culturales exitosas en Latinoamérica en los que se integren cultura, inclusión, cohesión social, seguridad, convivencia y salud mental.
Para cerrar: Medellín tiene una historia y un acumulado cultural muy importantes, fortalecidos en los últimos 20 años gracias a un mayor trabajo institucional, con los vacíos y sinsabores de los últimos años. Pero Medellín tiene con qué y con quiénes. Hay talentos individuales y colectivos, hay organizaciones y grupos de excelente calidad, hay un sector privado que invierte (y que ha sido el salvador de la cultura en muchos momentos) y hay una institucionalidad pública importante en el contexto de Colombia y Latinoamérica. Somos una región creativa, innovadora. Hemos tenido en la cultura una de nuestras claves para salir de momentos muy oscuros como sociedad. La cultura, nuevamente, se convierte en una gran posibilidad para retomar los procesos de transformación y para ser jalonadora de los cambios estructurales que necesitamos para ser una mejor sociedad.
*Consultor y conferencista, ex secretario de Cultura Ciudadana de Medellín (2005 – 2009)