Grandes historias empresariales - Norte

Asopprai nació para pagarle precios más justos a campesinos

Asoprai nació para comercializar frijol, pero hoy es una Asociación enfocada en el bienestar comunitario.

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hace 8 horas

En 2024, Asopprai benefició a 5.400 personas en Ituango a través de apoyos sociales, educativos, ambientales y comunitarios. Además, comercializó más de 2.000 millones de pesos en productos locales, comprados directamente a campesinos y pequeños productores del municipio. Frijol, panela, cacao, maíz, plátano y hortalizas encontraron allí un mercado justo. Detrás de esas cifras hay una Asociación que, desde hace 32 años, insiste en que el comercio también es una herramienta de desarrollo colectivo.

Esa historia se materializa hoy en pleno parque principal de Ituango. Allí, un letrero grande anuncia Asopprai y da paso a un supermercado que, aunque funciona como punto de abastecimiento diario, cumple un papel mucho más amplio. “Esto no es solo vender mercado, es sostener procesos y apoyar a la gente del territorio”, explica Juan Camilo Espinal, administrador de empresas y gerente de la Asociación.

Asopprai nació en la vereda Los Sauces, cuando un grupo de campesinos se unió para resolver necesidades referentes a la comercialización del frijol. “Había demasiado intermediario y muy poco sentido social”, recuerda Juan Camilo. Primero fue una pequeña tienda veredal, luego se trasladaron a la cabecera municipal que les permitió recibir productos del campo y, al mismo tiempo, abastecer a las veredas.

El camino no fue fácil. La violencia, los robos y la falta de estructura administrativa pusieron a prueba el proyecto durante años. Muchos asociados se retiraron. “Hubo momentos muy difíciles”, reconoce. Sin embargo, la Asociación resistió y se transformó.

Juan Camilo creció dentro de ese proceso. Empezó a trabajar en el supermercado a los 13 años. Fue empacador, surtidor, domiciliario y cajero, hasta asumir la gerencia en 2012. “Esto siempre ha sido como mi casa”, dice. Desde entonces, impulsó una reorganización interna que fortaleció los procesos, formalizó el empleo y permitió pasar de nueve a 35 colaboradores directos.

Hoy, como entidad sin ánimo de lucro, Asopprai destina sus excedentes a fondos sociales, de educación, medioambiente, deporte, adulto mayor y recapitalización. También conserva una reserva natural de más de 360 hectáreas, adquirida hace 25 años, y desarrolla proyectos productivos como la ganadería para diversificar sus ingresos. “Nada se reparte, todo se reinvierte en la comunidad”, enfatiza.

En ese proceso, el acompañamiento de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia ha sido clave. A través de programas de formación y capacitación, la Asociación ha fortalecido sus capacidades administrativas y organizacionales. “La Cámara nos ha abierto las puertas con procesos de formación que ayudan a ordenar y pensar mejor la Asociación”, señala.

Los planes continúan. Asopprai trabaja en proyectos de valor agregado, como el empaque y la creación de marca propia, y en seguir ampliando la comercialización de productos locales. “Queremos que la gente se identifique con este apoyo que estamos realizando en el territorio y que el campo tenga muchas más oportunidades”, concluye Juan Camilo.